SOCIEDAD: EL GREMIO INTENTO PROTEGER A LOS EMPLEADOS DE EDEN

El gremio Luz y Fuerza, detrás de los atentados contra torre de alta tensión

Que la Argentina está atravesando momentos de anarquía no es nuevo. Mientras el Gobierno continúa minimizando hechos de inseguridad y otros hechos preocupantes, el atentado que empleados de EDEN intentaron llevar adelante contra una torre de alta tensión destaca el progreso acelerado de la "colombianización" de la Argentina.

21 de Julio de 2010
Con la detención de dos personas oriundas de Junín y 25 de Mayo, la policía de Bragado evitó un peligroso atentado contra una red de alta tensión ubicada en la localidad de Comodoro Py. Si el sabotaje se concretaba, más de 12 localidades de la provincia de Buenos Aires hubieran sufrido un masivo apagón e innumerables perjuicios, incluyendo la Capital Federal. El desastre se hubiera sentido notoriamente en hospitales y otras instituciones que no pueden prescindir de la energía eléctrica. Por el hecho, dos empleados de la empresa EDEN fueron sorprendidos el miércoles a la noche en esa pequeña localidad del partido de Bragado, cuando intentaban cortar dos cables de alta tensión que alimentan a 12 localidades de la Provincia y llegan a la Capital Federal. La información fue dada a conocer ayer por el ministro del Interior de la Nación, Aníbal Fernández. Fuentes policiales aseguraron a la agencia de noticias DIB que con su accionar los empleados pretendían manifestar el repudio a la rebaja de sus salarios y al despido de algunos compañeros. Incluso trascendió que el gremio Luz y Fuerza intentó evitar por todos los medios que sus "afiliados" fueran presos. La conclusión es que el mismísimo gremio fue el instigador de tamaño delito. Las detenciones se produjeron en el pequeño pueblo de Comodoro Py, situado a 35 kilómetros de Bragado, donde una patrulla rural descubrió a los trabajadores cuando estaban a punto de subir a la torre, con las herramientas necesarias para cortar los cables. Los empleados, nucleados en el Síndicato de Luz y Fuerza, ya habrían reconocido -insólitamente- ante las autoridades policiales que pretendían realizar un daño, aunque se espera que declaren ante el juez federal de Mercedes, Héctor Echave, quien los indagará en las próximas horas. Todo ocurrió alrededor de las 22.30 del miércoles en Comodoro Py, una línea procedente de la estación de Henderson, Hipólito Yrigoyen, que es alimentada por la central Hidroeléctrica de Chocón Cerro Colorado, en la provincia de Río Negro. Su capacidad de generación de 1.200 mw y permite abastecer a buena parte del país. Según la Policía, los dos detenidos trabajan en una empresa que distribuye electricidad en la zona y el intento de sabotaje tendría obvia relación con un conflicto gremial. Los dos arrestados fueron identificados oficialmente por la Policía como Julio César Costa, de 40 años, empleado de EDEN, domiciliado en Junín; y Marcelo Eduardo Recalt, de 49 años, empleado de la misma empresa y residente en la ciudad de 25 de Mayo. En principio, el ministro Fernández dijo que la intención era "cortar una columna de alta tensión de 500 mega", sin embargo, el jefe de la Comisaría de Bragado, capitán Claudio Batista, dijo que los detenidos habían pasado una soga por sobre cables de una red de alta tensión para luego ser atada a una cadena y esta, a su vez, enganchada a un automóvil". El gremio Luz y Fuerza, el ideólogo De acuerdo al testimonio de Batista, los dos hombres dijeron que "trabajaban en la empresa EDEN", que distribuye electricidad en la zona y "habría sido realizado por un problema gremial". El jefe policial reiteró que uno de los detenidos tiene 40 años y vive en Junín y el restante 49 y reside en 25 de Mayo. El caso es investigado por el juez federal de Mercedes Héctor Echave, y los dos empleados están detenidos en el cuartel policial de Comodoro Py, muy cerca de Bragado, aunque se esperaba su traslado a tribunales federales de esa ciudad. La red que estuvo al borde un grave sabotaje está a cargo de la empresa Transba, de la distribuidora de electricidad Transener. "Estaban intentando cortar una columna de alta tensión de 500 mega, algo muy potente, que hubiese impactado fuertemente en la zona metropolitana, pero la gente de campo vio movimientos extraños, logró avisar a la Policía y los sujetos fueron atrapados con elementos listos para producir los cortes". El expediente que se inició quedó caratulado bajo la figura de "interrupción de energía eléctrica", un delito que sin dudas tiene carácter de excarcelable. Al margen del hecho de que jamás se conocerán las verdaderas dimensiones y consecuencias del acto que los delincuentes estuvieron a punto de perpetrar, el hecho de que la Argentina continúa su camino hacia una "colombianización" es inocultable. En Colombia, -país en permanente conflicto ya que el grupo guerrillero FARC controla un 40% del territorio nacional- los atentados contra torres de alta tensión, gasoductos y oleoductos son moneda corriente y constituyen una de las primeras armas de acción insurgente. La Argentina ya puede exhibir idénticos "logros" sociales, especialmente luego del atentado tratado en el presente artículo, así como también los bloqueos de gasoductos que empleados de petroleras instaladas en el sur argentino oportunamente llevaran adelante -y que en su momento tuvieron gran prensa en Chile, el principal afectado-. No deben olvidarse los incidentes llevados adelante en la Patagonia, por parte de grupos de extrema izquierda y piqueteros, cuya táctica fue tomar depósitos de combustible de la empresa Repsol YPF y volarlos si las autoridades osaban intervenir. Y claro, cómo no poner sobre el tapete el tema de los secuestros extorsivos, que han llegado para quedarse y que el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, junto con su ineficaz y hasta torpe ministro de seguridad, León Arslanián, nos invitan -sonrisa mediante- a tomar como parte de nuestra cotidianeidad.
El Ojo Digital Sociedad y LaVerdadOnline.com