INTERNACIONALES: EL CONFLICTO DE LAS PAPELERAS

La mayor inversión de la historia de Uruguay, bloqueada por la Argentina

Ante el levantamiento unilateral de las reuniones que el Uruguay y la Argentina sostendrían para estudiar los efectos negativos que las papeleras a construirse tendrían en la ecología, el gobierno argentino decidió -con éxito- exigir al Banco Mundial la suspensión del financiamiento.

21 de Julio de 2010
El gobierno uruguayo generó un grave conflicto diplomático con la Argentina, luego de levantar unilateralmente las reuniones para estudiar los efectos negativos de las papeleras que se instalarían del lado uruguayo, sobre la margen del Río Uruguay. El canciller Rafael Bielsa, intentó este viernes bajar el tono a la controversia por la instalación de dos plantas papeleras frente a las costas del Río Uruguay, su colega oriental, Reinaldo Gargano, mostró firmeza en cuanto a la intención de seguir adelante con el proyecto. "La decisión de si se instalan, o no, en Uruguay, es uruguaya", recordó Gargano, quien deslizó posibles razones de "especulación política interna" en la oposición argentina a la construcción de las plantas. Pero a pesar de la firme decisión uruguaya, el Banco Mundial ya anunció que no financiará las obras hasta bien pueda disponer de los estudios ecológicos correspondientes. De este modo, las obras se han visto suspendidas por un tiempo más que prudencial. Bielsa dijo que la relación con Uruguay no está lesionada "en lo más mínimo" por este hecho, y aclaró que el "mal pronóstico" que vaticinó en cuanto a la resolución de este problema, tiene que ver con que "no nos vamos a poner de acuerdo y habrá que ir a la Corte Internacional". Efectivamente, el gobernador entrerriano Jorge Busti -la localidad provincial de Gualeguaychú se encuentra frente a las costas de Fray Bentos, donde estarán las fábricas- confirmó que "nosotros vamos a accionar; primero, a agotar la vía judicial argentina, iremos ante la Corte, citaremos como tercero a Uruguay, y si el Uruguay no concurre, iremos a la Corte Internacional". Según el gobernador, "está absolutamente probado que ellos toman 82 millones de litros de agua del Río Uruguay y luego los largan contaminados", en tanto se preguntó: "¿por qué no lo hacen en La Paloma, cerca de Punta del Este, o contra el mar?". En ese contexto, estaban previstas dos reuniones para acercar posiciones pero, ante la actitud argentina de solicitar al Banco Mundial que no financie las obras -algo que fue reivindicado hoy por Bielsa-, Uruguay tomó la determinación de boicotearlas. Según organizaciones ecologistas, las plantas procesadoras de pasta celulósica para la elaboración de papel crearían un impacto ambiental negativo sobre las aguas del Río Uruguay, cuya administración se encuentra bajo jurisdicción de ambos países. Está científicamente comprobado que los desechos de la pasta celulósica son altamente cancerígenos, y en el caso de ser arrojados a un curso fluvial, tales desechos traen como consecuencia la muerte de las especies que habitan las aguas. El especialista en cuestiones ambientales de Galicia, Anton Masa, comentó que las consecuencias de experiencias similares en el río Pontevedra "han sido muy lamentables", ya que "han destrozado la riqueza ictícola y marisquera" de la zona, así como "la calidad de vida, y en muchos casos la salud de las personas que viven alrededor". Bielsa había admitido el jueves que "hay un punto de roce" con Uruguay por este tema, y hoy puso paños fríos al conflicto, pero luego afirmó que la Argentina "está decidida a que se haga un informe que demuestre que las plantas no polucionan". Ante tal afirmación, corresponde preguntarse si efectivamente Bielsa pretendería falsear informes ecológicos, con tal de no entrar en conflicto con la hermana república. En Gualeguaychú, la construcción de estas plantas generó una fuerte reacción entre sus pobladores, al punto de que realizaron varias movilizaciones y cortaron el puente que une a esa ciudad con Fray Bentos, por el que circulan miles de turistas argentinos hacia el Uruguay. Consideraciones ecológicas aparte, lo concreto es que el Uruguay no está dispuesto a dejar pasar la oportunidad de contar con una inversión récord de más de mil millones de dólares, y ante tal escenario es de absoluta obviedad que el gobierno de Tabaré Vázquez no dará importancia alguna a la cuestión de los estudios. Las consideraciones políticas obligan a preguntarse si acaso la paciencia del Presidente Kirchner con Uruguay se ha terminado, dado que recientemente el gobierno argentino -en una medida claramente ilegal- perdonó una deuda millonario en dólares a la petrolera uruguaya ANCAP. Constituye un hecho a todas luces fuera de lugar que el gobierno de Uruguay pretenda pasar por alto tal condonación -sin tener en cuenta el apoyo permanente que Kirchner brindó al primer mandatario uruguayo-. La "guerra de las papeleras" ha caldeado ciertos ánimos específicos en el gobierno argentino. Habrá que tener paciencia para ver cómo se resuelve esta historia. Y, dicho sea de paso, ¿no existirá cierto espíritu de envidia en ciertos funcionarios argentinos -ávidos de propaganda pro-Kirchner-, el hecho de que las empresas extranjeras hayan decidido localizarse en el Uruguay antes que aquí?
El Ojo Digital Internacionales