El terrorismo sacude Londres : 33 muertos

El ministro de Interior británico, Charles Clarke, confirmó que en al menos tres estaciones del Metro y un autobús se produjeron explosiones. Clarke declaró que las explosiones en Londres han causado "heridas terribles". Por estos momentos se confirmaban heridos con laceraciones, inhalación grave de humo, quemaduras graves, fracturas expuestas y amputaciones espontáneas como consecuencia de las esquirlas y la onda expansiva. Los ataques ocurrieron en la hora punta de la mañana, cuando millones se dirigían a sus lugares de trabajo, lo que habla a las claras de la intención de causar el mayor daño posible, además de confusión. La capital británica se encuentra prácticamente paralizada. Todas las líneas del Metro permanecen cerradas y el servicio de autobuses fue suspendido en el centro de la urbe. Cientos de miles de personas que tienen sus empleos en el área recibieron la orden de no moverse de sus oficinas, y no pueden regresar a sus hogares. Varias zonas han sido acordonadas por la policía y el ejército salió a las calles para asistir a las autoridades. Según se informó, la estación más afectada fue Aldgate, ubicada muy cerca del centro financiero de Londres, y en la que conectan las líneas Metropolitan y Circle. El Comisionado de la Policía de Londres, Ian Blair, indicó que no hay dudas de que se trató de "ataques terroristas" y aseguró que se ha hallado evidencia de explosivos en al menos dos de los sitios afectados. Inicialmente, la Policía de Transporte londinense informó que hubo una explosión en la estación de Liverpool Street, ubicada en el distrito financiero de la ciudad, provocando varios heridos. En ese momento se pensó que se había producido debido a una sobrecarga eléctrica. Sin embargo, poco después el Metro de Londres informó de "otro incidente en Edgware Road", estación situada en el noroeste de Londres y, hace poco, se informó de otra explosión en la estación de Euston, una de las principales de la ciudad. Testimonios desde el "Punto Cero" "Yo estaba en el segundo vagón -contando desde atrás- del metro de la línea Picadilly. Acabábamos de salir de King s Cross. Habíamos salido de la estación hacía un minuto y todo estaba tranquilo. Estuvimos encerrados por lo menos durante veinte minutos hasta que vinieron a rescatarnos. En todo ese tiempo, nunca nos dijeron por altavoz qué estaba pasando De repente, escuché un ruido tremendo y el tren se sacudió. Había humo por todas partes, comenzó a hacer calor y todo el mundo entró en pánico. La gente empezó a gritar y a llorar. Alguna gente con un poco más de calma comenzó a decirle a los demás que se tranquilizaran, "cálmense, no se preocupen, todo saldrá bien". Los vagones estaban llenos hasta el tope. La gente intentaba agacharse, como podía. Un par de hombres intentaron abrir las puertas del vagón, pero muchos dudaban si el humo venía de adentro o de afuera. Lograron abrir un poquito las puertas y de a poco, el humo empezó a salir. De golpe escuché otro ruido como si llegase otro tren y el vagón comenzó a llenarse de humo nuevamente. La gente volvió a entrar en pánico. Muchos lloraban y otros se gritaban entre un vagón y otro. Decían que la gente del vagón de atrás estaba saliéndose del metro, que habían roto una ventana. Entonces la gente en nuestro vagón comenzó a romper las ventanas. Estuvimos encerrados por lo menos durante veinte minutos hasta que vinieron a rescatarnos. En todo ese tiempo, nunca nos dijeron por altavoz qué estaba pasando. Luego nos llevaron por el túnel hasta la estación, para evacuarnos. Fue aterrador estar encerrados en el tren. En algunos momentos había silencio y me ponía a pensar que no iba a poder salir. La gente pensaba que iba a morir asfixiada." Si bien aún ningún grupo terrorista se ha adjudicado el atentado, es poco probable que se pueda sindicar al IRA o a alguna facción de tal agrupación como responsable. Muchos analistas internacionales comienzan a desempolvar de sus escritorios los archivos con el modus operandi de Al Qaeda. Y algunos, -por qué no- se preguntan qué tan largo puede ser el brazo de la CIA. A priori llama la atención la similaridad del método utilizado, en comparación con los atentados de Madrid.