SOCIEDAD: EL PRESIDENTE KIRCHNER, AUSENTE

Más de 40 mil personas en el aniversario 195° del Ejército

No llamó la atención la masiva concurrencia de más de 40 mil personas al Campo Argentino de Polo para acompañar las celebraciones por el aniversario del Ejército. El Presidente estuvo ausente, debido a que su presencia hubiera enturbiado su fluída relación con organismos de derechos humanos. El malestar en la fuerza.

21 de Julio de 2010
Más de 40 mil personas participaron de la fiesta del aniversario del Ejército ayer a la tarde en el Campo Argentino de Polo. La celebración, encabezada por el ministro de Defensa, José Pampuro, fue transmitida por Canal 9 en vivo. El acto central comenzó a las 14 horas y contó con la presencia del Vicepresidente de la Nación Daniel Scioli, además del Jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y el Jefe del Ejército, Teniente General Roberto Fernando Bendini, entre otras autoridades civiles, militares e invitados especiales. La ceremonia se inició con una invocación religiosa y posteriormente el Jefe del Ejército y el ministro Pampuro pronunciaron palabras alusivas. los efectivos del Regimiento de Infantería 1 “Patricios” sorprendieron con un ejercicio de fusilería, con trajes y armamentos de la época, y el Regimiento de Granaderos a Caballo “General San Martín” ofreció una demostración ecuestre, similar a las realizadas por el General San Martín y sus granaderos. El público también pudo disfrutar de saltos en paracaídas realizados por el Equipo de Paracaidismo Militar del Comando de la IV Brigada de Paracaidistas de Córdoba y de una demostración de combate con medios de última generación ofrecida por el Regimiento de Asalto Aéreo. La celebración comenzó con un discurso inaugural que dio el jefe del Ejército, teniente general Roberto Bendini, quien señaló que los "intereses mezquinos" impidieron construir la Argentina, pero aseguró que "superaremos los obstáculos". "El bienestar y la felicidad son elementos esenciales, necesitamos un Ejército con conciencia nacional", señaló, y agregó que para ello "necesitamos hombres comprometidos con la Patria". Nuevamente se introdujo un discurso de corte político a un evento relacionado con las Fuerzas Armadas, destacándose el hecho de que la actual Administración permanentemente pone sobre el tapete la necesidad de la "reconciliación" de los uniformados con la sociedad. Es llamativo el agregado constante de esas líneas a los discursos oficiales. Por estos tiempos, gran parte de la opinión pública se pregunta por qué se sigue haciendo uso de tales reclamos, siendo que ya transcurrieron casi 30 años desde que las Fuerzas Armadas tomaran control del país para combatir a la subversión. Y debe destacarse el hecho de que los participantes de aquel conflicto ya se encuentran jubilados o retirados. De tal suerte que la conclusión es obligada : tal discurso tiene clara intención política y es comprensible que ciertos sectores duros hablen de "espíritu revanchista" en las declaraciones del Presidente y sus allegados. El Presidente Néstor Kirchner ha perdido una nueva oportunidad de aclarar que su relación con el Ejército Argentino es la mejor : el haber participado incluso le hubiera significado sumar un pequeño, pero importante capital político, relacionado con la "familia militar". Tampoco es entendible que la excusa fueran los temores a ser silbado, dado que el ministro Pampuro lo nombró reiteradas veces en su discurso, y el público no reaccionó en forma alguna. Pero sin lugar a dudas puede concluirse que el Presidente optó por estar ausente, debido a que la presencia en tal acto militar hubiera resentido su relación con organismos de derechos humanos, muchos de los cuales representan a individuos que estuvieron "del otro lado" en la confrontación de la década de 1970. Una realidad que la sociedad argentina evita comentar públicamente, pero que debería incorporarse a los diálogos entre las partes, otrora enfrentadas en defensa de distintos ideales -unos, en pro de establecer un régimen socialista y otros, con la tarea de defender a la Nación del enemigo interno-. Analizando detenidamente la postura del Presidente frente a sus Fuerzas Armadas, no sorprende que los rumores de acuartelamientos en distintas zonas del interior cobren fuerza todos los días. Recientemente, el malestar ha comenzado a filtrar la barrera inicial del rumor, para pasar a ser tema de comentario en los medios masivos. Como lo informa el diario Clarín, hace pocos días fue puesto en disponibilidad el jefe de la II Brigada de Paraná, general Juan Carlos Willington, por bautizar un campo hípico con el nombre de un militar muerto por la guerrilla -pero que Clarín evita mencionar y lo presenta como "militar que fuera represor". El problema por esta época, parece ser que la oficialidad joven del Ejército está comenzando a ser contagiada en su desprecio hacia el Presidente, por parte de la oficialidad ya veterana, que tomara parte en la guerra contra la subversión. Alguien podría decir que la oportunidad de relacionarse más cordialmente con el elemento nuevo del Ejército, ha sido dejada de lado por el Presidente.
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