INTERNACIONALES: LA CRISIS INSTITUCIONAL EN BOLIVIA

Mayor clima de inestabilidad en Bolivia : el Congreso rechaza la convocatoria de Mesa

El Congreso rechazó el jueves la convocatoria del presidente Carlos Mesa a un "Encuentro Nacional por la Unidad" a varios sectores "para salvar la integridad del país", supuestamente como emergencia de la aprobación en ese cuerpo de una Ley de Hidrocarburos a la que se opone el Ejecutivo.

21 de Julio de 2010
La resolución aprobada por el Congreso señala que el Legislativo "declina su participación" a la reunión que fue fijada por Mesa para el lunes en la ciudad de Sucre, al sur, capital legal del país. El Congreso ha pedido al mandatario que "formalice sus observaciones" a la Ley de Hidrocarburos, requisito para tratarlos en su seno de manera que si ellas fueran aprobadas por dos tercios de los votos se integrarían al texto legal. Pero Mesa no hizo llegar las observaciones concretas, por lo que el Legislativo no tiene materia que tratar. "La observación conceptual" que hizo el presidente implica el rechazo de la nueva Ley de Hidrocarburos, lo que es una" franca contradicción con los resultados del referéndum de julio de 2004", dijeron los legisladores en una declaración el miércoles. En aquella consulta los bolivianos se manifestaron mayoritariamente por la recuperación de la propiedad de los hidrocarburos en boca de pozo, por una mejora en los ingresos para el país y por la posibilidad de exportar gas natural. El Congreso postergó para el jueves su decisión de asistir al diálogo nacional convocado por el mandatario en el marco de una agenda donde estaban incluidas, además de la ley de hidrocarburos, la definición de una fecha para el referéndum sobre autonomías regionales, la elección de prefectos (gobernadores) y la asamblea constituyente. Mesa rehusó promulgar la ley y dijo en un mensaje el martes que la norma aprobada por el Congreso "divide al país", por lo que llamó a un diálogo de unidad para reformular su contenido. El mandatario no precisó por qué la nueva norma divide al país. La legislación cuestionada mantiene en 18% las regalías que deben pagar las petroleras, pero crea un impuesto a la producción de carburantes del 32%. Había recibido el respaldo de la generalidad de las regiones, aunque algunos partidos y los sindicatos radicalizados la rechazaron porque exigen la nacionalización de los hidrocarburos o al menos un incremento hasta el 50% de las regalías. El Comité Cívico de Santa Cruz, la región más rica, dijo en un comunicado que no asistirá a la cita convocada por Mesa porque la agenda no debe incluir temas que ya están definidos, como la elección de prefectos (gobernadores) que debe realizarse en agosto. Los comités cívicos de las otras ocho regiones todavía no han tomado una decisión. Entre las pocas instituciones representativas que anunciaron que asistirán al encuentro está la Iglesia Católica. También respondió afirmativamente el partido cocalero Movimiento al Socialismo (MAS), del diputado Evo Morales. El Tribunal Constitucional rehusó la invitación porque dijo que es "un tribunal de administración de Justicia y no tiene que ver con acuerdos de carácter político", según su portavoz, José Antonio Rivera. Pero la Corte Suprema de Justicia confirmó su asistencia. Sólo tres partidos de 12 han anticipado su participación, uno la ha rechazado, otro la condiciona y el resto aún la evalúa. La Confederación de Pueblos Indígenas aceptó la invitación, lo mismo que la Confederación de Empresarios Privados. Se anticipó que funcionarios de la ONU serán moderadores del debate. También han rechazado participar los sindicatos radicales que están llamando a iniciar una protesta desde el lunes por la nacionalización de los hidrocarburos, según dijo el dirigente Jaime Solares. La polémica sobre el destino de las ingentes reservas de gas profundizó la polarización social y regional en Bolivia desde hace casi dos años y provocó la caída del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada en octubre de 2003. Por esa misma causa, el presidente Carlos Mesa anunció su renuncia a principios de marzo, pero ella fue rechazada por el Congreso.
El Nuevo Herald