SOCIEDAD: ANTE EL ESPACIO QUE LA PRENSA DIO AL ARRESTO DEL MAYOR MERCADO

El Presidente da marcha atrás y retira castigo a militar

El Presidente Néstor Kirchner percibió que la sanción de 20 días de arresto al mayor Pedro Mercado era inadecuada e instruyó al Ministro Pampuro y al Jefe del Ejército, Roberto Bendini, para que retiren el castigo al uniformado. Tal sanción tuvo lugar tras el envío de una crítica carta a La Nación, por parte de su esposa.

21 de Julio de 2010
Difícilmente se sepa con absoluta certeza quién estuvo detrás de la sanción pedida para el mayor Pedro Mercado, cuya esposa había criticado ácidamente al Presidente por sus relaciones con Hebe de Bonafini, su desprecio por la Iglesia y por su aparente postura en pro del aborto. Pero es difícil suponer que tal medida "ejemplar" haya sido tomada por el Ministro de Defensa Pampuro o por el mismo Jefe del Ejército, Roberto Bendini. Y es que, en círculos políticos es vox populi que ni el ministro ni el titular del Ejército suelen tomar este tipo de decisiones por cuenta propia -una sensación que también alcanza a muchos ministros, que se ven atemorizados, ante la posibilidad de un llamado de atención del Presidente-. Normalmente, toda noticia relacionada con los castigos a militares por parte de la Administración civil, logra escasa o nula difusión. Pero en el caso particular de Mercado, el conflicto logró filtrarse a la prensa rápidamente, y tal difusión obligó al Presidente Kirchner a rever una medida cuya arquitectura aparece como diseñada por él mismo. Fuertes rumores de malestar dentro de las filas del Ejército -especialmente entre la oficialidad joven- con respecto al incidente, tal vez hayan influído en tal retroceso. Pocas horas atrás, quedó en evidencia el hecho de que el castigo no sólo era excesivo, sino que contribuía notoriamente a alimentar la imagen de escaso apego a la discusión democrática que ya muchos ciudadanos tienen del Presidente. Y es que, la sanción pedida para el uniformado hubiese sido correcta si él mismo hubiera realizado la declaración, pero dado que fue su esposa la autora de la misiva publicada en La Nación, el castigo solicitado no sólo aparecía como inadecuado, sino que tomaba un cáriz antidemocrático y silenciante del derecho de libre expresión. A este respecto, cabe preguntarse qué sucedería con este derecho si el Presidente lograra consolidar su aparentemente elevada imagen pública, a través de una victoria arrasadora en los comicios del 23 de octubre. El episodio que nos ocupa no debe ser analizado a la luz de la escasa deferencia e importancia que el Presidente proyecta hacia las Fuerzas Armadas, sino que el criterio para el análisis debe centrarse en la tendencia -ciertamente real- del Presidente a "no tolerar" opiniones contrarias a la propia.
El Ojo Digital Sociedad