Voluntarios vigilan la frontera en Estados Unidos para evitar ingreso de mexicanos ilegales

Voluntarios del Proyecto Minuteman se habían pasado la noche expandiendo su línea al sudeste de esta comunidad fronteriza. Algunos se sentaron en sillas, otros se mantuvieron observando el desierto con binoculares. Alma Barth, portavoz del departamento del alguacil en el condado Cochise, donde los voluntarios concentran sus esfuerzos, dijo que todo había estado "muy tranquilo, lo que es bueno para nosotros". Autoridades del orden han expresado temores de que el proyecto lleve a violencia, o a un enfrentamiento accidental entre voluntarios armados y autoridades. Esos voluntarios, muchos de los cuales fueron reclutados en la internet, planean vigilar la frontera en turnos 24 horas al día durante abril y reportar cualquier actividad ilegal a las autoridades. Dave Carpinello, un banquero de Denver que tenía una pistola en la cadera y lucía una camiseta que decía "Yo defiendo la frontera", dijo que estaba allí por preocupación de que terroristas ingresen a través de la frontera. "Para mí, no se trata tanto de la inmigración ilegal", dijo Carpinello, que se pasó el fin de semana en el desierto. "Cualquier persona puede volar a México y entrar caminando a este país. Eso es escalofriante". Funcionarios de la guardia fronteriza dijeron que los voluntarios se han mostrado pacíficos, pero aún así han afectado las operaciones de la patrulla fronteriza al tocar sin querer sensores que alertan a los agentes de posibles infiltraciones. Los agentes han tenido que responder a esas falsas alarmas, lo que les saca de sus patrullas normales, dijo Andy Adame, portavoz de la patrulla fronteriza. El tramo entre Arizona y México es considerado el más vulnerable de las 2,000 millas (3,200 kilómetros) de la frontera. El proyecto toma su nombre de los Minutemen, una milicia campesina que enfrentó a los ingleses en los primeros tiempos de la guerra de independencia de Estados Unidos. El problema de la inmigración mexicana ilegal en Estados Unidos se presenta actualmente como un problema insoluble : diariamente, miles de mexicanos ingresan ilegalmente al gran país del norte, escapando de la miseria de su propio país. En muchos casos se ha informado de ilegales que son deportados varias veces. Muchos mexicanos finalmente terminan llenando cárceles americanas. La ciudadanía estadounidense se ha expresado reiteradas veces contra la inmigración ilegal, ya que ésta produce mayor desempleo y bajas en los salarios -principalmente de la construcción-, pero se ha señalado que es prácticamente imposible frenar la nueva ola migratoria desde el vecino del sur.