Bush a Kirchner : es imperativo contener a Chávez

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, derribó el protocolo y en una inusual charla telefónica que se prolongó por veinte minutos, expresó al jefe del Estado argentino, Néstor Kirchner, su preocupación por la situación regional, en especial, la política del mandatario venezolano Hugo Chávez y la inestabilidad institucional boliviana. Si bien Bush felicitó a Kirchner por la marcha de la economía argentina en los últimos dos años y le trasmitió que, de seguir por este camino, "los capitales extranjeros van a llegar" al país, las cuestiones que se abordaron en el diálogo fueron más relativos a la política de la región y a la necesidad de un esfuerzo conjunto para "fortalecer las instituciones democráticas". El principal desvelo de Bush es la situación en Venezuela, por la manifiesta intención del presidente Hugo Chávez de comprar armamentos y helicópteros militares rusos, hecho criticado ya la semana pasada por Washington. La posible adquisición de Mig-29s es también seguida muy de cerca. En tal sentido, y buscando el apoyo nacional, dadas las buenas relaciones que mantiene Kirchner con Chávez, el presidente de Estados Unidos admitió que "el consejo argentino es escuchado" por el resto de los países de América latina. El interés de Bush fue receptado de inmediato por Kirchner, quien se comprometió a mantenerse en contacto directo con el gobierno venezolano, según el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan. El vocero señaló también que Bush tiene interés de "discutir" el tema venezolano con otros países de la región y a través de la Organización de los Estados Americanos. La situación de Venezuela es un tema recurrente en la política de Bush, que no disimula su malestar por la posibilidad de que Chávez adquiera miles de fusiles rusos y armamento sofisticado, como lo señaló el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, en Brasilia. Pocas horas atrás, la Administración Bush también expresó su desagrado al gobierno español debido a una venta complementaria de armas -corbetas y lanchas patrulleras- que se agregan a la ya conocida "lista de supermercado" de Hugo Chávez. A nadie escapa ya el hecho de que Venezuela se encamina a convertirse la primera potencia militar en la región. Un dato a tener en cuenta es que el llamado a Kirchner se produjo 48 horas antes de la reunión que mantendrán el canciller argentino Rafael Bielsa y la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, en Washington. En esa reunión, los temas hemisféricos estarán incluidos, particularmente la posición de Estados Unidos sobre Cuba y Venezuela, las negociaciones para crear un área de Libre Comercio en América (ALCA) y la situación de Bolivia y Haití. Por otra parte, Bush destacó, además, "el papel importante" que desempeña una Argentina "próspera y sólida", en América latina y, en ese sentido, felicitó a Kirchner por su colaboración, en defensa del presidente Mesa, para buscar la estabilización de las instituciones en Bolivia y el papel de sus Fuerzas Armadas en las tareas de mantenimiento de la paz en Haití. El conflicto boliviano y la participación argentina son de gran interés para los estadounidenses, que se muestran especialmente preocupados en detener la influencia del líder cocalero Evo Morales y su posición poco constructiva frente al proceso democrático de Bolivia. Asimismo, en círculos estadounidenses se estudia con bastante detalle la financiación por parte de Chávez del movimiento de los cocaleros en Bolivia -que en Washington consideran ya muy evidente-. En otro orden de temas, el presidente estadounidense subrayó su compromiso "con una cumbre exitosa" -a propósito de la que tendrá lugar en Mar del Plata en Noviembre- y "dijo que tiene muchas ganas de visitar Argentina". Los elogios de Bush a la marcha de la economía argentina se producen un día después de que se conocieran nuevas presiones del FMI hacia la Argentina, aunque los voceros oficiales no informaron que el tema haya sido abordado. El lunes, el Departamento de Estado denunció en un informe un "retroceso serio" en el respeto a los derechos democráticos en Venezuela, especialmente respecto a la libertad de expresión y la independencia judicial. Chávez rechazó ese documento y también el hecho de que Estados Unidos "condicione" tener relaciones "decentes" con Caracas a que su gobierno "respete los derechos humanos". Otra de las preocupaciones que asoman en Estados Unidos es la promoción por parte de Chávez de una "ley mordaza", que castigará con penas de hasta 3 años de prisión a periodistas que "ofendan al presidente" con sus expresiones en los medios.