En lo que consignó una jornada legislativa cargada de tensión y dramatismo político, el Congreso de los Estados Unidos de América aprobó, este 16 de julio, el Acta GENIUS (Guiding and Establishing National Innovation for U.S. Stablecoins Act of 2025), junto con legislación coimplementaria -Actas CLARITY y Anti-CBDC.

La aprobación de los proyectos representa un hito significativo en la regulación de las criptomonedas en los EE.UU., particularmente en el concierto de las denominadas stablecoins, esto es, activos digitales diseñados para retornar una cotización estable -por lo general, anclada al dólar estadounidense. Por su parte, el Acta GENIUS, patrocinada por el senador Bill Hagerty (Republicano, en representación del estado de Tennessee) ya en mayo de 2025, había sido aprobada por el Senado en junio pasado con un margen de 68-30; hoy, tras superar obstáculos procedimentales en la Cámara de Representantes, se encamina a obtener la firma del presidente Donald J. Trump. GENIUS no solo establece un marco regulatorio federal que abarca a la emisión y la operatoria de stablecoins, sino que aborda preocupaciones vinculadas a la seguridad nacional, que cobran forma en el delito federal de lavado de activos y en un empeño pro-estabilizador.
La letra de ley complementaria como CLARITY, que tiene por finalidad aclarar la estructura del mercado de criptoactivos, dividiendo la supervisión entre la SEC (Comisión de Valores y Bolsa) y la CFTC (Comisión de Comercio de Futuros de Commodities), y el Acta Anti-CBDC, que prohíbe la emisión de una moneda digital de banco central (CBDC) para uso minorista, complementan este paquete, que ha sido bautizado informal y preventivamente como 'Crypto Week'. En efecto, el proceso aprobatorio fue por demás turbulento: a priori, un núcleo de legisladores republicanos de línea dura bloqueó cualquier avance procedimental, enumerando reparos en torno a la falta de prohibiciones explícitas a un CBDC. La intervención directa de Trump, sin embargo, quien negoció con los disidentes, habilitó la concreción de una votación con margen de 215-211 para proceder. Naturalmente, la dinámica observada subraya el recurrente peso político específico de la industria cripto, que ha invertido más de US$ 250 millones en campañas electorales con miras a influir en la legislación. El impacto inmediato se sintió en los mercados financieros, registrándose un repunte en las cotizaciones de Bitcoin ($BTC) y acciones emparentadas con el microuniverso cripto, reflejando ello la anticipación de mayor claridad regulatoria y adopción institucional.
Así las cosas, la aprobación arriba en un contexto en el que los criptoactivos han evolucionado de nicho especulativo a componente integral de la economía digital global. Con un mercado de stablecoins valorado en más de US$ 250 mil millones, dominado por emisores de peso como Tether (USDT) y Circle (USDC), la ausencia de un marco regulatorio federal supo nutrir incertidumbre, progresando en idéntica proporción tanto la innovación como variopintos abusos. A la postre, la letra de GENIUS abordó este problema, al exigir taxativamente que las stablecoins se exhiban respaldadas 1 a 1 por reservas en efectivo o por instrumentos conservadores (léase: seguros), como ser los bonos del Tesoro, mediando auditorías ejecutadas con rigor mensual, y la divulgación transparente de información. Se presume que esta plétora de exigencias protegerá a los consumidores frente a colapsos como el de TerraUSD (2022), en tanto fortalecerá la posición del dólar estadounidense en el ecosistema digital, factor que podría ser útil a la hora de contrarrestar cierta influencia exterior -como ocurre con las stablecoins patrocinadas por Pekín.
Acto seguido, legislaciones similares amplían el enfoque protectivo: por caso, CLARITY está llamada a resolver disputas regulatorias, al pautar una clasificación de activos digitales y al habilitar mecanismos de custodia bancaria, mientras que el Acta Anti-CBDC garantizará que el gobierno federal no pueda proceder con la emisión de una moneda digital centralizada que podría allanar el camino para la invasión de la privacidad financiera. En tándem, estos proyectos de ley moldean la intención del Congreso de los EE.UU. en pos de equilibrar innovación y riesgo, en una instancia en la que la adopción de criptoactivos disfruta de un imparable auge. En este proscenio, organizaciones de la talla de BlackRock y Fidelity han lanzado fondos ETF de Bitcoin y Ethereum. No obstante, las voces críticas -Elizabeth Warren, como ejemplo- argumentan que las medidas son demasiado laxas de cara al empeño anti-blanqueo, en tanto podrían permitir a insiders políticos apuntarse pingües beneficios, como sucediera con episodios especulativos con stablecoins asociados a iniciativas como World Liberty Financial.
Las provisiones y el detalle
Al profundizarse en las provisiones específicas, GENIUS establece un régimen regulatorio de naturaleza dual: emisores federales supervisados por la Reserva Federal, y estatales monitoreados por autoridades locales, pero con todos los actores sujetos a estándares federales enmarcados en legislación antilavado (AML) y conocimiento del cliente (Know Your Client; KYC). Ergo, las stablecoins habrán de respaldarse con activos líquidos, prohibiciones frente a tipos algorítmicos no garantizados, en tanto se priorizará el reembolso a tenedores en escenarios de quiebra. Las medidas ceden terreno a la creación de un 'sello de aprobación' regulatorio con potencial para lograr que las stablecoins se vuelvan un instrumento aún más atractivo para realizar pagos cotidianos y despachar remesas, neutralizándose la dependencia de ecosistemas tradicionales como SWIFT. Asimismo, la legislación contempla la seguridad nacional, al prevenir que stablecoins externas accedan a mercados estadounidenses franqueando ejercicios de compliance, maniobra que ha de evaluarse como una réplica a la creciente influencia de la República Popular China en el ámbito de las finanzas digitales.
En paralelo, CLARITY divide el esfuerzo de supervisión: SEC administrará activos digitales considerados como securities, como ser tokens de utilidad con promesas de dividendos, mientras CFTC regulará commodities como Bitcoin. La resultante resuelve eventos de ambigüedad que antaño empujaron a la interposición de demandas contra exchanges puntuales, habilitando la custodia bancaria y, potencialmente, abriendo puertas al ETF de altcoins.
A su debido tiempo, el Acta Anti-CBDC prohíbe explícitamente que la Fed emita CBDCs para enajenación al menudeo, argumentándose riesgos de vigilancia estatal, aunque permite variantes de uso mayorista para operaciones de interbanking. Colectivamente, las provisiones buscan amplificar el esfuerzo innovador, al tiempo que mitigaría la aparición de riesgos sistémicos -como ser, el potencial de las stablecoins para propiciar corridas bancarias, en el caso de no encontrarse reguladas.
El proceso de redacción involucró meses de negociaciones de constitución bipartidista, con enmiendas críticas a efectos de abordar preocupaciones sobre intereses en stablecoins (ejercicio prohibido, con el fin de evitar la generación de un contexto de competencia con los depósitos bancarios) y protecciones contra fraude. En el Senado, el apoyo de Demócratas moderados como Kirsten Gillibrand ha resultado determinante, mientras que en la Cámara, Republicanos como Patrick McHenry suscribieron a la aprobación del paquete. En la jornada del martes, trece legisladores del GOP habían bloqueado el avance, citando la ausencia de una prohibición total a CBDC. Como ya se dijo, la intervención del presidente fue decisiva, sobre todo para sumar el respaldo de figuras críticas como Marjorie Taylor Greene y Chip Roy.
Consecuencias económicas, e implicancias para el escenario financiero
Las consecuencias para los mercados ya pueden evaluarse como profundas y polifacéticas. En primer término, la claridad regulatoria contribuirá a la reducción de la incertidumbre que antaño disuadió a instituciones y organizaciones de ingresar en el teatro de operaciones cripto. A partir de GENIUS, los bancos podrán emitir stablecoins, potencialmente liberando US$ 3,5 billones (en inglés, trillions) atrapados en capital; a su vez, ello facilitaría la concreción de pagos transfronterizos y reduciría los costos de las remesas. En simultáneo, la aprobación del paquete legislativo podría amplificar la adopción corporativa de criptoinstrumentos, con firmas tales como PayPal o aún Visa expandiendo los distintos usos para stablecoins -habilitando un margen para inyectar mayores niveles de liquidez en mercados financieros.
También se contabilizan objeciones: se ha advertido desde diferentes espacios que la concentración en emisores de peso podría dar lugar a una salida de depósitos en instituciones bancarias pequeñas; si las stablecoins fallaren, ello podría conducir a un concierto de inestabilidad sistémica -nuevamente, emulando a las corridas bancarias. Al habilitar mecánicas de custodia bancaria, CLARITY podría atraer billones de dólares en inversiones institucionales, evidenciando inyecciones masivas en criptoactivos (así sucedió con los US$ 16 billones ETFs con Bitcoin desde el primer mes de 2024.
En términos macroeconómicos, en la práctica, esta colección de leyes fortalecerían al dólar digitalizado, acaso contrarrestando los desafíos planteados por el ecosistema BRICS y por la República Popular China, que avanza con el empeño e-CNY (yuan digital). La aprobación de GENIUS y las letras de ley complementarias podrían apuntalar la generación de puestos de trabajo en el mundillo fintech, estimados en centenares de miles, y aumentar notablemente los PBIs a través de la innovación en IA y energía -como es obvio, las stablecoins abren la puerta a inversiones en tales rubros. Por otra parte, el rostro poco amable del concierto ha de contemplarse: los costos de compliance podrían encarecer el financiamiento de pequeños proyectos, invocando una mayor centralización.
Incidencia en la cotización de criptoactivos
La aprobación del paquete ha retornado un impacto casi inmediato y positivo en las cotizaciones de las criptomonedas. Bitcoin disparó su cotización en más de un 5% a posteriori del voto, quebrando brevemente el techo de los US$ 120 mil. En el ínterin, papeles vinculados al mundo cripto como Coinbase y MicroStrategy se anotaron una suba de entre el 3% y el 7%, revelando un comprensible bullish sentiment. Stablecoins como USDC y USDT acusaron un interesante incremento en sus respectivos volúmenes, con los operadores anticipando una adopción masiva por cuenta de actores mainstream. A mediano plazo, GENIUS podría potenciar los precios de los criptoactivos tras capturar una novedosa inyección de dinero institucional, en tanto algunos analistas comienzan ya a referirse a un Bitcoin cotizando, en breve, a US$ 150 mil. Esas mismas voces anticipan también resonantes incrementos para las criptodivisas ETH, SOL y XRP,con ganancias de entre veinte y cincuenta puntos porcentuales en apenas semanas.
Con información de documentación pública del Congreso de los EE.UU.; Decrypt, CryptoSlate; ChainAnalysis; usuario WatcherGuru (X); think tank Atlantic Council; CoinMarketCap; y TradingView.