INTERNACIONALES: GERMAN GORRAIZ LOPEZ | PUNTOS DE VISTA

¿Hacia la caída en desgracia de Volodymyr Zelensky?

El conflicto ucraniano habría significado el retorno a la Guerra Fría entre Rusia y los Estados Unidos...

06 de Agosto de 2023

 

El conflicto ucraniano habría significado el retorno a la Guerra Fría entre Rusia y los Estados Unidos, y el retorno a la Doctrina de la Contención, cuyas bases fueron expuestas por George F. Kennan en su ensayo 'Las fuentes del comportamiento soviético', publicado en la revista Foreign Affairs en 1947, y cuyas ideas principales se resumen en la cita 'El poder soviético es impermeable a la lógica de la razón, pero muy sensible a la lógica de la fuerza'.

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En este contexto, se incluiría el ingreso de Finlandia y Suecia en las estructuras militares de OTAN y el incremento de fuerzas militares -con cuatro nuevos batallones desplegados en la frontera europea con Rusia- y la réplica por parte rusa con la instalación en Bielorrusia de misiles Iskander-M -dotados éstos de ojivas nucleares múltiples, así como sistemas antiaéreos S-400; siguiéndose la dinámica de la Guerra Fría que remite a la prerrogativa acción-reacción.

Asimismo, asistimos a la quinta fase del despliegue del escudo antimisiles en suelo europeo (Euro DAM) que se iniciara en mayo del 2016 cuando entró en servicio el sistema de defensa antibalística Aegis Ashore en la base de Deveselu (Rumanía), a tan sólo 600 kilómetros de la península de Crimea. Por su parte, la Federación Rusa habría instalado en Kaliningrado los Iskander M. En palabras del politólogo Vladímir Abrámov, 'la provincia de Kaliningrado volverá a desempeñar el papel de pistola en la sien de Europa como hace dos décadas' y, en el supuesto de clausurar la OTAN la salida del enclave soviético de Kaliningrado al Mar Báltico, podría reeditarse la Crisis de los Misiles protagonizada por Kennedy y Kruschev en octubre de 1962, que tendría como epicentro a Kaliningrado.

En este contexto, Vladimir Putin -en un mensaje dirigido a la Asamblea Federal- lanzó la advertencia: Rusia podría, además, utilizar el misil hipersónico Tsirkon; el cual, con una velocidad de Mach 8 y con potencial para ser lanzado desde submarinos, podría alcanzar cualquier Centro de Mando de los Estados Unidos en cinco minutos; y lo propio con el misil crucero Burevestnik.


Volodymyr Zelensky y el nuevo escenario político estadounidense

Respecto de los Estados Unidos de América, la pérdida del control del Congreso por los Demócratas tras las elecciones intermedias de noviembre supondrá que los republicanos fiscalicen la futura asistencia armamentística a Ucrania, estimadas hasta la fecha en US$ 71 mil millones y en vigencia hasta 2024, así como incrementar el rastreo minucioso de dicho armamento para impedir su transferencia hacia el mercado negro -amén de una creciente ola de desafección política respecto de Zelensky, la cual abarcaría todo el espectro político estadounidense.

Así, el candidato demócrata Robert F. Kennedy Jr., en una entrevista en New Statesman, afirmó: 'Los EE.UU. están enviando US$ 113 mil millones a Ucrania, cuando una cuarta parte de los ciudadanos estadounidenses se va a la cama con hambre'.

Por otra parte, el candidato Republicano y ex- presidente Donald Trump aseguró: 'Nunca hemos estado tan cerca de la Tercera Guerra mundial', y que debe haber un 'compromiso total para desmantelar el grupo de poder neoconservador globalista, responsable de arrastrar al mundo a guerras interminables'. Igualmente, el candidato republicano Ron De Santis afirmó: 'Washington contabiliza numerosos intereses nacionales vitales, pero enredarse aún más en la disputa territorial entre Ucrania y Rusia, no es uno de ellos'.

En consecuencia, una victoria del Partido Republicano durante 2024 representaría el ocaso de la estrategia atlantista de Joe Biden y George Soros, empecinados en defenestrar a Putin del poder; la firma de un acuerdo de Paz en Ucrania; y el retorno a la Doctrina de la Coexistencia Pacífica con Rusia. Ello supondría la entronización del G-3 (los EE.UU., Rusia y China) como primus inter pares en la gobernanza mundial, y el final del sueño obsesivo de los globalistas encabezados por Soros y el consorcio Open Societies de conseguir la balcanización de Rusia, 'la ballena blanca que los globalistas llevan décadas intentando cazar'.

En el campo Demócrata, los indicios de senilidad de Biden, una alta inflación y la posible entrada en recesión de la economía el año venidero, habrían hundido la popularidad del mandatario demócrata hasta el 30%, lo que podría facilitar el retorno triunfal de Trump en las presidenciales del 2024.

Sin embargo, Biden guardaría un as en su manga: las reservas estratégica estadounidenses se encuentran en sus máximos, con el coloso chino consignando un desafío creciente a la hegemonía económico-militar americana. Así, tras el fracaso de la revolución de colores teledirigida desde la CIA contra el gobierno iraní (conocida como la 'Revuelta del velo islámico'), Biden se serviría de un inicial ataque sorpresa de Israel a Irán para iniciar una nueva Guerra en Oriente Medio con el doble objetivo de secar las fuentes energéticas de China e incrementar su popularidad cara a las presidenciales del 2024.

Así, el novedoso conflicto en Oriente Medio absorberá toda el presupuesto militar estadounidense durante el próximo Trienio, con lo cual podría acelerarse el encuentro personal entre Biden y Putin hacia fines de 2023 -y que conduciría a un acuerdo de Paz entre Ucrania y Rusia que finiquite el contencioso. El desarrollo es ya considerado por los Estados Unidos como una rémora, en razón del gasto inasumible que conlleva.

Por su parte, el presidente ruso buscará un Acuerdo de Paz que establezca que Ucrania no entrará en la OTAN y que el contencioso ucraniano quede perfilado con la división de Ucrania en dos mitades, quedando el Este del país, incluida Crimea, el Donbás, Zaporiyia y Jersón bajo la órbita rusa, mientras el Centro y Oeste de la actual Ucrania navegarán bajo la tutela de Polonia, con lo que Putin lograría el control total del Mar de Azov y Ucrania aseguraría su salida al Mar Negro, mientras la línea imaginaria que uniría Járkov, Zaporiyia, Bajmut y Rubizhne pasará a ser el nuevo Muro de Berlín de la Guerra Fría 2.0.

Dicho convenio intentará ser torpedeado por la trama liderada por Volodymyr Zelensky, Polonia y los Países Bálticos, con el objetivo de implicar a la OTAN en el conflicto ucraniano. Con ello, el ínclito Zelensky pasará a ser, en la perspectiva norteamericana, un lastre del que convendrá desprenderse con inmediatez, no siendo descartable que sea acusado de corrupción y obligado a exiliarse a suelo estadounidense.


 
Sobre Germán Gorraiz López

Desarrolla análisis relativos a temas económicos y geopolítica. Publica regularmente en su blog "Los Restos del Naufragio". Reside en Navarra, España.