Consumir menos, pagar más: la experiencia de una familia española en la crisis energética europea

Mientras temperaturas más frías castigan a Europa, una familia comparte su historia al respecto de cómo sus miembros deben lidiar con la crisis energética española.


'Tenemos dos maneras de calefaccionar nuestro hogar... Una es con gas; la otra, con electricidad', relata María Teresa Novo al medio estadounidense The Daily Signal, en una entrevista telefónica.

Novo y su esposo, Claudio Di Martino, emigraron desde Venezuela hacia España cinco años atrás, dejando atrás lo que Novo describió como: 'socialismo, y problemas económicos de Venezuela' -solo para terminar topándose con los mismos inconvenientes en su patria adoptiva.

Novo explicó cómo determinan qué opción es menos onerosa, utilizando gas y electricidad para calefaccionar su casa.

La opción eléctrica es 'ligeramente más económica, a pesar de haber aumentado su precio tremendamente durante el último año', declaró la mujer.

'El gobierno... ellos nos cobran impuestos en la factura... y han reducido ese impuesto sobre la energía, desde el 21% al 5%; a pesar de ello, estamos pagando más en electricidad', sentenció Novo.

'En agosto de 2021, consumimmos 520 kilowatts, y pagamos entonces 130 euros. Ya en agosto de 2022, a pesar de reducir nuestro consumo a 446 kilowatts, hemos pagado 159 euros, y a pesar también de la reducción en el impuesto', dijo ella. 'De manera tal que el precio de la electricidad se disparó terriblemente'. A la tasa de conversión actual, las cifras ascienden a US$ 138 y US$ 169, respectivamente.

Los vecinos de Novo y Di Martino -además de otras personas que conocen en el país- también deben enfrentar idéntico problema, vinculado al encarecimiento de las facturas.

'Todo el mundo se está quejando de los aumentos en los costos de la energía... E intentan reducir sus consumos', explica Novo. 'La gente ya no usa secadoras para su ropa. Básicamente, apagan todas las luces que puedan en la casa. No utilizan la calefacción, ni siquiera cuando hace frío'.

'Así que el precio en España se computa por hora en muchas regiones, entonces, esa modalidad parece más eficiente; tras lo cual las personas le toman el tiempo al uso de secadoras y microondas o lo que sea, utilizando esos equipos en los horarios de precios reducidos', dijo la señora de Di Martino. 'Pero, aún así, es poco lo que uno puede hacer'.

Brigham McCown, investigador y senior fellow en el Instituto Hudson, quien a su vez también se desempeña como director en el instituto American Energy Security, explicó las causas de la crisis energética en España.

'Hay algunas similaridades con la crisis energética de España y la que tiene lugar a lo largo de Europa, y así funcionan las cosas. Cada quien está hoy dedicado a una cacería desesperada por novedosas fuentes de energía en el continente, especialmente gas natural', dijo McCown a The Daily Signal. 'Y, a lo largo del Viejo Continente, las personas deben lidiar hoy con una de las crisis energéticas más importantes de la historia, provocada por la invasión rusa de Ucrania'.

'Imagino que la respuesta rápida a la pregunta es que existen dos naciones en Europa que, de alguna manera, se destacan por hacer algo mejor que otras, por distintas razones. Esos dos países serían Francia y España', declara McCown. 'Y, en gran medida, porque ambas naciones han reducido la inflación de la mejor manera en que han podido'.

España anunció un paquete de asistencia de 10 mil millones de euros (aproximadamente, US$ 10.6 mil millones) el pasado martes, con lo cual se busca combatir los crecientes costos de la energía, de los alimentos y el incremento del IPC, tal lo informara la cadena británica BBC.

El paquete de referencia -que ya es el tercero desde que la invasión rusa a Ucrania tuvo lugar en febrero, y que se pondrá en marcha desde este próximo 1ero. de enero- amplía los controles sobre desalojos y cobro de rentas, pone fin a porcentuales de impuestos en artículos tales como leche, panificados y otros alimentos de primera necesidad, en tanto reduce el VAT o IVA en las pastas y aceite para cocinar, del 10% al 5%, consignó The Associated Press.

McCown también es ex presidente de Alyeska Pipeline Service Co., y agregó:

Mientras que a algunos países les está yendo bien, creo que España ha decidido hacer las cosas de modo diferente. Muchos sitios le han implementado un techo a los precios, o bien han subsidiado cosas. Creo que España ha alejado a sus ciudadanos de la inflación... a partir de una serie de medidas en pos de reducir impuestos, aunque también ha impuesto techos a los precios del gas natural.

McCown expuso el modo en que el presente invierno se compara con otras temporadas invernales del pasado en España, en relación a los costos de la energía.

'Quiero decir que, si Usted mira al corto plazo, las facturas de energía han aumentado dramáticamente en España. En promedio, se incrementaron en un 35% desde acontecida la invasión en febrero pasado', dijo el analista.

'Y eso se ve acompañado de la acción de los gobiernos que intentan atacar el problema para impedir esa explosión de precios. El tema para España es que se encuentra relativamente aislada en Europa; esto significa que es rodeada en múltiples zonas por agua', agregó. 'De manera tal que cuenta con una menor interconectividad con otras naciones europeas, y esto consigna que es más difícil que tengan acceso a electricidad desde otras redes'.

Asimismo, McCown observó la forma en que los Estados Unidos de América pueden evitar caer en un concierto similar al español o al de Europa en general.

'Viajo mucho a Europa, amo al continente y a su gente pero, por alguna razón, entre ciertos segmentos del espectro ideológico, las personas se muestran fascinadas por Europa y desean copiar lo que se hace allí', dijo. 'Sin embargo, debe decirse que la política energética europea ha representado un indetenible desastre y, si no somos cautelosos en los EE.UU., terminaremos con el mismo problema, porque la presente Administración americana está copiando al detalle las políticas energéticas europeas, lo cual es un error monumental'.

'Así que, ¿qué podemos hacer? Pues, dejar de hacer lo que hoy estamos haciendo', completó McGown:

Ya podríamos dejar de demonizar a ciertas fuentes de combustible, y volver a lo que incluso el ex presidente Barack Obama calificó como enfoque abarcativo y profundo sobre la energía que combina un mix de combustibles fósiles y energías renovables, tomando lo mejor de lo que se encuentre disponible, basándonos en disponibilidad y precios... a criterio de garantizar que los Estados Unidos de América y sus ciudadanos cuenten con la energía más económica posible.

La Administración Biden no está haciendo eso. Al contrario, se han embarcado en un crecimiento 'renovable' a cualquier precio -situación a la que es doloroso asistir, sinceramente.

Diana Furchtgott-Roth, directora del Centro para Energía, Clima y Medioambiente en el think tank estadounidense The Heritage Foundation, en Washington, D.C., suscribe la visión de McGown.

'Somos muy afortunados aquí en los Estados Unidos, de tener vastas reservas de crudo y gas natural, y hemos de poner el foco en aprovecharlas', declaró Furchtgott-Roth a The Daily Signal en una reciente entrevista vía podcast.

'Deberíamos concentrarnos en desarrollar oleoductos que no solamente transporten esos combustibles allí donde son necesarios en los EE.UU., sino que también puedan ser transportados hacia la costa, para poder exportarlos al Viejo Continente y, de ese modo, ayudar a esas personas, que también precisan de esos productos', agregó, continuando luego:

Así podremos evitar transitar por el mismo sendero que Europa, esto es, si mantenemos nuestro foco en nuestro propio crudo, nuestro gas natural, nuestro carbón; para ello, hemos también de contar con la consiguiente confiabilidad de nuestras redes eléctricas, y precisamos asegurarnos de tener siempre esos combustibles como respaldo, para el momento en que los vientos dejen de soplar, y para cuando el sol no brille.

La Casa Blanca evitó responder a consultas relacionadas, formuladas por The Daily Signal. 


Artículo original, en inglés


- La autora, Samantha Aschieris-Renck, se desempeña como productora senior de noticias, en The Daily Signal (EE.UU.)