INTERNACIONALES: ESTADOS UNIDOS

'Midterms', desafío de magnitud para el presidente y para el Partido Demócrata

No tan ruidosas como las elecciones presidenciales, aunque decisivas a la hora de determinar...

08 de Noviembre de 2022

 

No tan ruidosas como las elecciones presidenciales, aunque decisivas a la hora de determinar qué partido (Demócrata o Republicano) tomará el control del Congreso de los Estados Unidos durante los próximos dos años, los comicios legislativos de medio término o 'Midterms' (desarrollados dos años después de las presidenciales) siempre han sido considerados como el evento más importante en la vida política y social del país.

Midterms, Joe Biden, Partido Demócrata, Congreso de los Estados Unidos
En 2022, este proceso electoral (oficialmente el 8 de noviembre), acapara toda la atención del público y de los medios de comunicación del mundo, en razón de su particular contexto y naturaleza.

 
Un evento sociopolítico de importancia para la ciudadanía estadounidense
 
Con la reelección de los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 35 de los 100 puestos del Senado, los comicios legislativos determinarán si los Demócratas o los Republicanos tomarán el control del Congreso. Adicionalmente, la votación definirá a los gobernadores de 36 estados y tres territorios, y elegirá a alcaldes de numerosas ciudades y funcionarios locales. Mientras tanto, los electores estadounidenses también votan hoy sobre 129 leyes y reglamentos locales.
 
El análisis de las elecciones legislativas intermedias durante las últimas décadas consigna que los resultados de la gestión del país en los primeros dos años del mandato del presidente en ejercicio observan una influencia decisiva en la acción de los votantes. De esta manera, los electores suelen caracterizarse por una tendencia a votar a favor del partido del presidente. Además, los resultados pertinentes aún afectan en parte la estrategia de cada partido en las elecciones presidenciales, pautadas para realizarse dos años después.
 
Debido a la importancia de estas justas, tanto los Demócratas como los Republicanos se muestran muy activos en la campaña, especialmente durante el sprint electoral. Uno de los ejemplos más claros es el hecho de que, hasta el 5 de noviembre, en vísperas de la fecha de votación, tanto el actual presidente Joe Biden como el ex mandatario Demócrata Barack Obama, y el ex presidente Donald Trump (Partido Republicano), consideraban el estado de Pennsyvania como campo de batalla, donde hacían los últimos esfuerzos para convencer a los electores de que votaran por su partido. Asegurar la victoria en las elecciones legislativas intermedias es el objetivo más importante para ambos espectros políticos.
 
 
Desafío para el actual presidente Joe Biden y los demócratas
 
En la actualidad, los Demócratas tienen mayoría en la Cámara de Representantes, con 221 escaños, frente a los 212 puestos de los Republicanos. En el Senado, de 100 asientos, los Republicanos poseen 50, y los Demócratas, 48, con dos congresistas independientes que apoyan el Partido Demócrata (Angus King y Bernie Sanders). Esto significa que, en el Senado, los Demócratas tienen la misma cantidad de escaños que los Republicanos, pero la ventaja radica en que es la vicepresidenta Kamala Harris (Demócrata) quien preside esa instancia, y tiene voz decisiva en caso de empate en la votación. De esta manera, los Demócratas buscarán asegurarse de que la situación en ambas cámaras del Congreso después de los comicios no se modifique, o bien lo haga en favor de su partido.
 
Sin embargo, los resultados de numerosas encuestas de intención de votos realizadas y publicadas justo antes de la fecha oficial de votación mostraron que las posibilidades de victoria de ambas fuerzas políticas son bastante equivalentes. Esto quiere decir que el riesgo de fracaso tanto para los Demócratas como para los Republicanos es equiparable.
 
En ese contexto, la opinión pública estadounidense e internacional ha prestado especial atención a los graves desafíos internos y externos que enfrentan el Partido Demócrata y el actual presidente, Joe Biden. En el andarivel externo, el desafío general y más grande sigue siendo mantener, consolidar y ampliar la influencia asociada con los intereses claves de Washington a escala global, en un contexto de desarrollos desfavorables para el país. Ejemplo de ello son el conflicto Rusia-Ucrania, las tensiones en la península de Corea, el estancamiento de las negociaciones para restaurar el acuerdo nuclear con Irán, el ascenso de China y la autonomía creciente de algunos aliados en Oriente Medio y Europa. En cuanto a los asuntos nacionales, el principal desafío consiste en evitar una recesión económica inminente y, al mismo tiempo, controlar la inflación, que se encuentra en niveles récord en décadas.
 
Según los analistas, fue la incapacidad de lograr resultados claros en el manejo de los desafíos anteriores, la cual provocó un retroceso considerable del apoyo de los electores al Partido Demócrata en los últimos tiempos. Por lo tanto, el período que se avecina para el presidente Biden y los Demócratas se volverá más desafiante si no logran los resultados esperados en las elecciones de medio término. Incluso en caso de una victoria, el Presidente y su partido podrían enfrentar el riesgo de un caos postelectoral, similar al de las elecciones presidenciales de 2020, cuando Donald Trump se negó a admitir la derrota y, según los medios, provocó un motín en el Capitolio el 6 de enero de 2021. En este sentido, amén de la fecha oficial de votación del 8 de noviembre, la opinión pública estadounidense e internacional seguramente seguirá con especial atención el acontecer postelectoral de estos comicios.


 
Publicado originalmente en VOV World (Voice of Viet Nam)