INTERNACIONALES: JAMES JAY CARAFANO

Sobre el viaje de Nancy Pelosi a Taiwan: una oportunidad perdida

Antes que comentar sobre el posible resultado, o sobre las consecuencias de la visita a Taiwan...

03 de Agosto de 2022

 

Antes que comentar sobre el posible resultado, o sobre las consecuencias de la visita a Taiwan por parte de la Vocero de la Cámara de Representantes en el Congreso de los EE.UU., Nancy Pelosi, hemos de arremangarnos y tomar nota sobre la oportunidad perdida a la hora de enviar una firme señal hacia Pekín.

Nancy Pelosi, Taiwan, China, TaipeiEl arribo de Pelosi a Taiwan, pensado en formato de excursión legislativa a Asia, generó no poca controversia y confusión. Naturalmente, no existía razón alguna que impidiera a un miembro del congreso estadounidense trasladarse hacia esa geografía.

Los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos tienen todo el derecho de visitar Taiwan. Más aún, ha quedado ya bastante claro que la visita de la legisladora del Partido Demócrata a Taipei no daría lugar al inicio de una Tercera Guerra Mundial.

Con todo, el hecho es que sólo se trató de una visita. El impacto de la misma fue efímero. Probablemente, el relato sobre el episodio se diluya durante los próximos días.

En efecto, los chinos parecen haber disfrutado la oportunidad de acosar a los Estados Unidos de América. Después de todo, a lo que los chinos prestan siempre especial atención es a lo que los EE.UU. 'hacen'; no a lo que los Estados Unidos 'declaran'. Bien vale la pena preguntarse por qué, si es que el propósito original era perturbar a Pekín, de todos modos, ni el presidente Joe Biden ni miembro alguno de su Administración hicieron algo que comportara un impacto mayor.

Piénsese sobre ello. China es el principal desafío de los Estados Unidos en el concierto internacional. El régimen comunista en China es el mayor peligro para los Estados Unidos. Esos chicos en Pekín en realidad sueñan con un mundo sin los EE.UU. Las amenazas consignadas por Rusia y por Irán son signiticativas, allí donde exacerban el peligro encarnado por China. Los Estados Unidos deberían contar con una estrategida de carácter decisivo, que resguarde al país frente a la amenaza china.

De tal suerte que uno pensaría que cada paso que Washington da al momento de lidiar con China debería ser cuidadosamente meditado, meticulosamente planificado, y portador de una finalidad que allane el camino para acciones concretas en el futuro -procedimiento similar al ajedrez, en el que cada jugador prepara el terreno para que, eventualmente, se produzca el jaque mate. Esto no fue lo que sucedió en este caso.

La marcha y contramarcha entre la Vocero de la Cámara y la Casa Blanca en mucho se asemejó a una comedia de enredos. La Administración se desvivió buscando los puntos de vista sobre los cuales comentar. Biden se mostró como un niño pequeño aleccionado por una maestra, cuando conversó con la persona más poderosa en Pekín, esto es, el líder del Partido Comunista.

En el reciente intercambio mantenido entre el Secretario General Xi Jinping y Biden, en ocasión de una teleconferencia, Xi se abrazó a lo concreto, consignando que, si los Estados Unidos se decidían a jugar con fuego (en clara referencia a Taiwan), terminaría incendiándose. En contraste, la lectura de la Casa Blanca permite inferir que Biden replicó con citas inocuas sobre la política de una sóla China.

Esa réplica es tan insuficiente como poco efectiva. La debilidad demostrada por el presidente estadounidense en esa comunicación es una clara muestra de lo que ha sido la frágil aproximación de la actual Administración frente a Pekín, a lo largo de los últimos doce meses.

Entre todos los ejemplos que podrían representar un desorganizado involucramiento con China, una disputa por Taiwan sería el peor. Taiwan es importante para los intereses de los Estados Unidos, no porque sea una democracia, ni porque se caracterice por su rol central en la producción de semiconductores; sino porque Taiwan tutela una estratégica y crucial locación estratégica en la 'principal cadena de islas'.

Si la China comunista controlare Taiwan, los Estados Unidos verían impedido su acceso a una de las más importantes rutas aéreas y para el transporte marítimo, para el comercio, y para las comunicaciones en el cuadrante Indo-Pacífico. Los submarinos nucleares chinos contarían entonces con un santuario para sus operaciones, volviéndolos inmunes contra la Armada de los Estados Unidos. Este proscenio consignaría un catastrófico golpe para los Estados Unidos como potencia global con proyección asiática.

La libertad y la seguridad de Taiwan son asuntos de gravísima relevancia. Ciertamente, el tema amerita un tratamiento muy superior al costumbrismo amateurista de la política exterior estadounidense de tiempos presentes.

Claramente, la Administración Biden salió mal parada aquí. No representa ello sorpresa alguna, conforme la política exterior de la Administración ha venido tropezando sin cesar, desde la caótica retirada de Afganistán. En consecuencia, nadie ha de sorprenderse si oportunidades extraviadas como la mencionada, junto a otros errores, terminan convirtiéndose en la norma antes que en la excepción.

Tristemente, si acaso hemos aprendido algo sobre la visita de Pelosi a Taiwan, es que los Estados Unidos precisan contar con una política exterior superadora, más enfocada y notoriamente más proactiva.



Artículo original, en inglés


 

Sobre Dr. James Jay Carafano

Poseedor de master y doctorado en la Universidad de Georgetown, Carafano es un reconocido experto en temáticas de seguridad nacional y desafíos en política exterior. Es vicepresidente de Estudios en Políticas de Defensa y de Política Exterior en la Fundación Heritage, y Director del Instituto Kathryn y Shelby Cullom Davis de Estudios Internacionales. Es también historiador e investigador; su publicación más reciente es "Wiki at War: Conflict in a Socially Networked World" ('Wiki en Guerra: el Conflicto en un Mundo Socialmente Interconectado', 2012), obra que examina el impacto revolucionario del Internet en la seguridad nacional. Es Teniente Coronel del Ejército de los Estados Unidos. Recientemente, se ha desempeñado -asesorando en temas sobre los cuales es experto- en el equipo de transición del presidente estadounidense Donald Trump.