POLITICA ARGENTINA: SERGIO JULIO NERGUIZIAN

Argentina: la inminencia de la catástrofe

Poco antes de dejar la Argentina -donde supo desempeñarse como corresponsal...

16 de Diciembre de 2021

 

Poco antes de dejar la Argentina -donde supo desempeñarse como corresponsal-, cierto periodista británico nos compartió la siguiente sentencia: 'Ustedes, en este país, no se aburrirán nunca'.

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Alberto Fernández, Frente de Todos, Kirchnerismo, Fracaso de Alberto FernándezVértigo. En nuestro país, el tiempo se desplaza a una velocidad superior a la media mundial. El efecto, no por tolerado, deja de ser escalofriante: los hechos del pasado reciente pronto se visualizan como un pretérito profundo y vaporoso en el que los denodados esfuerzos de la memoria se estrellan casi siempre contra la imposibilidad de la minuciosa reconstrucción. A su vez, la fuente incesante del futuro nos provee cada semana de pronósticos lúgubres que parecen confirmar el siniestro adagio según el cual 'A la larga, los pesimistas aciertan'.

Empujado por un instinto de supervivencia, a rechazar la idea de que el país sea un gigantesco pabellón psiquiátrico con cuarenta y seis millones de pacientes, el atormentado testigo del presente debe abocarse a la tarea de descubrir la racionalidad escondida en la conducta de la sociedad argentina. Pero pronto emergen serias dificultades que entorpecen la búsqueda. Un listado puede sugerir la ilusión de que el abordaje pretende una prolijidad elemental:

1. Las expresiones 'sociedad argentina' o 'los argentinos' presentan notorias complejidades al momento de consignar su fangosa extensión significativa. Las pistas serían las siguientes:

a) Se refiere a la opinión de la mayoría, estimada a partir de la encuesta nacional que implican tanto las PASO como las elecciones generales;
b) Aluden a la opinión calificada de las voces con autoridad, tanto de los medios más trascendentes (desde cualquier plataforma) como a la de sujetos de la vida pública, como políticos, intelectuales, dirigentes de empresa y sindicales, y miembros de las iglesias;
c) Se trata de conceptos vagos e imprecisos, suficientemente ambiguos como para ser utilizados como herramientas de persuasión o captación de voluntades, y no como descripción de la realidad sensible.

Deviene en altamente probable que las opciones confluyan en una melánge en la que lo único verificable es el uso deliberado (la pretensión práctica inmediata) de ambas expresiones. En cualquier caso, la sociedad argentina (los argentinos) ha desarrollado, a lo largo de al menos los últimos ochenta años, la idea que que siempre algún hecho grave y disruptivo está al caer. Aparece aquí la noción de 'inminencia': se vive la impresión de que el acontecimiento se producirá en breve lapso y que, en cada caso, una nutrida y compleja serie de razones abonan ese estado de los espíritus. La mayoría de los miembros de las clases con alguna instrucción o formación mínima dispone de una caja de herramientas para racionalizar la probabilidad o, en su defecto, la inexorabilidad del hecho amenazante. Una diversa variante del tormento que sufre la sociedad argentina (nuevamente, los argentinos) consiste en el hecho trascendente no profetizado. La designación de Francisco, la muerte del fiscal Alberto Nisman o la candidatura de Alberto Fernández, entre decenas de ejemplos similares, terminan por configurar una psique colectiva que transcurre sus días entre la presunción del hecho grave inminente (que puede o no producirse) y el estupor y la confusión transitoria que generan los cisnes negros del folclore nativo.


Usos prácticos del FMI, el COVID y algunas condenas
 
La deuda argentina con el Fondo Monetario Internacional representa el 12 por ciento del total de las obligaciones internacionales pendientes de pago, algo así como U$S 320 millones de dólares, cifra que la sociedad argentina (los etcéteras) mantiene atesorada en cajas y cuentas distribuídas por todo el planeta. La epidemia parece preparar un contraataque en los próximos meses, tanto o más virulento que los asaltos perpetrados en los inviernos pasados. La debilidad del Presidente Fernández (obligado a compartir el unipersonal Poder Ejecutivo Nacional) provee material abundante para la anticipación apocalíptica. A la hora de presentar los problemas, ejemplos de empleo astuto (interesado o inteligente) de las situaciones serían los que siguen:
 
1. 'Una vez más, el país se dispone a aceptar las siempre humillantes condiciones que la usura internacional le ha impuesto, cada vez que se vio obligado a renegociar su deuda externa. La llave maestra será, una vez más, la reducción del gasto público, lo que representará menos ayuda a las clases desamparadas y una estampida del costo de los servicios públicos. En definitiva, la postergación de la emancipación nacional y la condena a perpetuar la situación de dependencia económica. Sin embargo, la tensión social que habrá de generarse contiene, en sí misma, la paradójica alternativa de resolver la cuestión por la vía de la resistencia violenta, con su inevitable costo en vidas y bienes'.
 
2.'El COVID no es una epidemia más, de las tantas que ha sufrido la Humanidad. Nos encontramos frente a la primera manifestación concreta de que el planeta ha entrado en un ciclo de deterioro y descomposición que presenta los rasgos propios de un desarrollo que ha superado el plazo en el que la acción humana pueda revertir la catástrofe ambiental. Los intereses en juego son de tal magnitud, que resulta improbable que se tomen medidas drásticas a efectos de evitar la colisión con la realidad. Antes, bien; todo parece indicar que las élites del Gobierno Mundial han tomado ya la decisión de abandonar el planeta a su suerte, más allá de algunas decisiones intrascendentes para consumo popular. Preparan en cambio, un plan de contingencia para salvar de la hecatombe a un reducido número de privilegiados, los cuales tomarán a su cargo la tarea de reiniciar la vida en la Tierra, una vez que el colapso haya concluido su plan de destrucción'.
 
3. 'La idea de un Presidente meramente formal, maniatado por una cofradía que le ha obsequiado el honor pero no la autoridad, es insostenible en el tiempo. Jaqueado por el costo intolerable que las condiciones impuestas por el FMI significarán para las clases más vulnerables, expulsadas del sistema y sin esperanza de inserción futura, por un lado, y la virulencia con que la epidemia se abalanzará sobre el país, en un contexto de fracaso de los planes de vacunación prescriptos y un estado de desobediencia colectiva, el Presidente recibirá la estocada final: sentencias de condena para prominentes figuras del Gobierno precipitarán los acontecimientos. Una vez más, la Argentina ingresará en una crisis terminal de su vida institucional, y será difícil que la Providencia, como lo hiciera en 2001, se esmere en impedir la amplificación del caos'.

Las premoniciones, aún aquellas que adelantan infiernos dantescos, son recibidas por los argentinos (la sociedad argentina) con una mezcla curiosísima de indiferencia, resignación y una suerte de pánico estandarizado, un temor domesticado por el hábito y por la tenacidad de la costumbre.

Hartos de un país divertido en base a imprevisibilidad de la vida cotidiana, los argentinos (la sociedad argentina) parecen aspirar al tedio de las sociedades evolucionadas del planeta


 
Sobre Sergio Julio Nerguizian

De profesión Abogado, Sergio Julio Nerguizian oficia de colaborador en El Ojo Digital (Argentina) y otros medios del país. En su rol de columnista en la sección Política, explora la historia de las ideologías en la Argentina y el eventual fracaso de éstas. Sus columnas pueden accederse en éste link.