INTERNACIONALES: PETER BROOKES

Armas nucleares: China busca alcanzar la paridad con los EE.UU., o incluso superarlos

Luego de un verano que trajo extraordinarias malas noticias en relación al crecimiento exponencial...

02 de Octubre de 2021

 

Luego de un verano que trajo extraordinarias malas noticias en relación al crecimiento exponencial de las fuerzas nucleares estratégicas chinas, declaraciones compartidas públicamente hace poco por parte de funcionarios del gobierno de los Estados Unidos corroboran que Pekín no sólo está reconstruyendo su arsenal atómico, sino que también ha procedido a diversificarlo, considerando el desarrollo de armamento novedoso y no tradicional -así como también, probablemente, reconfigurando su doctrina de disuasión nuclear.

China, Nuevos silos para misiles balísticos intercontinentalesEn los hechos, se asiste a un extenso compendio de malas nuevas en muy pocos meses -lo que se completa con el panorama de la ya tensa relación entre Pekín y Washington, en lo que respecta a distintas cuestiones.

Toda vez que los detalles que se hacen públicos sobre la materia son escasos, recientemente, dos funcionarios de carrera en Washington observaron que China se propone desarrollar una colección de novedosas armas nucleares, en un formato probablemente similar al modelo empleado por Rusia.

Moscú se ha dedicado a desarrollar nuevas -exóticas, ha dicho- armas estratégicas, en los últimos años.

El listado de Moscú incluye el desarrollo de un misil balístico intercontinental desplegable desde vehículos supersónicos, un torpedo intercontinental de ojiva nuclear, un misil-crucero potenciado por energía atómica, y armas hipersónicas para ser desplegadas en el aire y en el mar.

China parece estar siguiendo el sendero ruso, en estos menesteres.

En julio pasado, el representante permanente de los Estados Unidos en la Conferencia para el Desarme en Ginebra, Suiza, el Embajador Robert Wooddeclaró lo siguiente, en relación al Ejército Popular de Liberación chino: 'Buscan desarrollar armas similares a los sistemas de lanzamiento desarrollados por los rusos'.

De ser cierta la afirmación, Wood probablemente se haya referido al Poseidón, novedoso torpedo propulsado por energía nuclear ruso, y al nuevo misil-crucero propulsado por idéntica tecnología, el Burevestnik, vectores ambos que están siendo desarrollados para superar las defensas estadounidenses actuales, en alcances denominados intercontinentales.

Al referirse a las características que hacen al desarrollo de un misil propulsado por energía nuclear, un ex funcionario de la Administración Trump describió vívidamente al Burevestnik como un 'Chernobyl volador', en razón del muy probable efluente nuclear que liberaría a la atmósfera en su trayectoria hacia su objetivo, naturalmente, dañando a aquellos espacios que sobrevuele en el proceso. 

Haciéndos eco de las palabras de Wood, la Subsecretario de Estado americano para el Control de Armas y la Seguridad Internacional, Bonnie Jenkins, comentó en septiembre al respecto del desarrollo nuclear sin precedentes de la República Popular China, afirmando en oportunidad de llevarse a cabo una conferencia en OTAN:

La escalada registrada en el desarrollo nuclear de China, la cual se ha visto acelerada durante el pasado año, ahora incluye novedosas capacidades nucleares, y un incremento masivo de sus fuerzas desplegadas en silos de misiles intercontinentales. 

Infortunadamente, las noticias son aún peores.

En rigor, los problemas no solo remiten a nuevas armas nucleares, como tampoco exclusivamente a los silos de misiles balísticos intercontinentales.

Este mes, Frank Kendall -Secretario de la Fuerza Aérea estadounidense- compartió en una conferencia su convencimiento de que China, a partir de su robusta expansión nuclear, apunta a dotar a Pekín de una 'capacidad de facto para la ejecución de un ataque preventivo'.

A los entendidos en la materia, la declaración no les resultó sorpresiva.

Investigadores civiles revelaron durante el verano estadounidense que Pekín estaba construyendo, aproximadamente, unos 300 nuevos silos para misiles balísticos intercontinentales. Si tales silos fueran finalmente dotados de los más modernos misiles chinos, que cuentan con la capacidad para portar hasta diez ojivas nucleares por misil, China podría igualar -si no superar- la capacidad nuclear operacional de los Estados Unidos de América y de la Federación Rusa.

Considérese al plan de Pekín como un ejercicio en pos de consolidar la paridad.

Asimismo, Pekín podría abandonar su tradicional doctrina nuclear, basada en el criterio de 'disuasión mínima'. Aquélla doctrina, junto al relativamente pequeño arsenal atómico tutelado por la nación asiática, fue diseñado para que Pekín pudiera replicar ante un enemigo, tras ser atacada, con una segunda oleada de misiles -recurriendo a su componente nuclear sobreviviente. Sin embargo, esa prerrogativa no le hubiese permitido ejecutar un primer ataque devastador contra un eventual oponente (ejemplo: los EE.UU. o Rusia), en razón del limitado número de fuerzas nucleares disponibles.

Aquélla postura de disuasión mínima ha sido complementada ahora con una política de 'no utilización unilateral', la cual consigna que el país no decidirá emplear armamento estratégico como primera medida, en un conflicto dado. Aún cuando China afirma que se abraza a esa determinación, la extraordinaria ampliación y diversificación de sus fuerzas nucleares parece haber puesto en pausa esa estrategia.

En teoría, el crecimiento del arsenal nuclear chino podría obsequiarle capacidad para el ataque preventivo, alentando a Pekín a hacer a un lado su política de no utilizar ese armamento en primera instancia y, potencialmente, respaldarse en una opción nuclear preventiva de carácter devastador contra un adversario -con el propósito de impedir una respuesta nuclear o convencional de un tercer país.

Este detalle es particularmente significativo, en especial al tenerse en consideración la recurrente competencia que involucra a la propia China, a los Estados Unidos de América, y a Rusia.   

Aún cuando resta conocer más información detallada en relación a las capacidades estratégicas chinas y a los posibles cambios en la doctrina nuclear de esa nación, el hecho de que Pekín haya potenciado su arsenal estratégico consigna la intención de su liderato político de plantarse de igual a igual no sólo versus Rusia, sino también frente a los Estados Unidos. 



Artículo original, en inglés

 

Sobre Peter Brookes

Es Analista Senior en temáticas relativas a seguridad nacional en la Fundación Heritage, Washington, D.C. En la actualidad, Brookes ejerce su tercer período como miembro designado en el congreso estadounidense de la Comisión de Revisión de Seguridad y de Economía entre Estados Unidos y la República Popular China. Anteriormente, se desempeñó en la Administración del ex presidente George W. Bush como secretario adjunto de Defensa para Asuntos de Asia y del Pacífico, en donde fue responsable por la política de Defensa de EE.UU. de 38 países y cinco alianzas bilaterales en el continente asiático.