ECONOMIA INTERNACIONAL: NATALIA MOTYL

Argentina: llegan los DEG; ¿se van los problemas?

En poco tiempo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) girará los US$4.355 millones...

06 de Septiembre de 2021

 

En poco tiempo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) girará los US$4.355 millones que le corresponden a la Argentina por el 0,67% que tiene de participación como miembro del organismo. Estos activos de reserva internacional no equivalen a nueva deuda, sino que vienen a engrosar las reservas y podrán ser utilizados por los gobiernos para operar en el mercado cambiario, abonar vencimientos de deuda, o amortiguar el impacto de la crisis. 
 
Fracaso de Martín Guzmán, Kristalina GeorgievaRecordemos que, a principios del corriente mes, el FMI aprobó un giro de US$650 mil millones a los países con el objetivo de que utilizaran ese dinero para engrosar reservas y amortiguaran el impacto de la pandemia que el año pasado afectó al 90% de los países del mundo. 
 
Obviamente, a la Argentina la novedad le viene como anillo al dedo ya que, en septiembre, el país deberá afrontar un pago de US$8.332 millones, suponiendo que refinancia deuda local, son US$2.236 millones que debe hacer frente a organismos bilaterales y multilaterales. De format tal que los US$4.335 millones seguramente serán empleados para hacer frente al pago de la deuda con el FMI.
 
Otro aspecto a tener en cuenta es que, adicionalmente, los fondos servirán para nutrir a las reservas externas que venían reduciéndose a lo largo de las últimas semanas, garantizando un colchón para el Banco Central en un año electoral. Es más, desde que asumió el actual gobierno, se perdieron un total de US$ 5.270 millones en reservas netas. En agosto -que sólo computa datos hasta el 17 del corriente-, se perdieron US$502 millones en apenas dos semanas. 
 
Cabe enfatizar que el mini plan oficial consistía en arribar a las elecciones sin una debacle en el mercado cambiario que impactara negativamente sobre el bolsillo de la ciudadanía. Por ende, las intervenciones del BCRA mantuvieron en relativa estabilidad el mercado cambiario en éstos meses. Las compras de dólares por parte del BCRA que destinó a comprar bonos y abastece al mercado de Contado de Liquidación permitieron morigerar las presiones sobre éste mercado y, en parte, esa tranquilidad se trasladó a todos los dólares financieros. 
 
Sin embargo, a medida que se aproximan septiembre y noviembre, el BCRA deberá intervenir más el mercado cambiario para sostener la cotización del dólar estadounidense. Así, en agosto, las reservas internacionales totalizaron los US$41.989 millones, unos US$593 millones menos con respecto a julio. Por su parte, las reservas netas totalizaron en agosto los US$6.672 millones, US$14 millones menos que en el último dato de julio. Cabe recordar que para calcular las reservas netas se le resta al stock bruto, el Swap con China (US$20.082 millones), los depósitos del Gobierno (US$11.247 millones), Obligaciones con organismos internacionales (US$3.150 millones) y contrapartida de aportes del gobierno Nacional a organismos internacionales (US$839 millones).
 
De esta manera, los DEG también vienen a otorgarle poder de fuego al BCRA para seguir con su política y mantener estable el dólar, en un contexto en el cual la incertidumbre y la desconfianza reinan. Es necesario enfatizar que elecciones hay en todo el mundo, pero sólo en la Argentina ello impacta seriamente en una corrida en contra de la moneda local. Ello, en virtud de que ya desde hace varios años, los sucesivos gobiernos deben lidiar con una crisis de confianza que se profundiza por falta de reformas económicas estructurales.
 
La Argentina posee cada vez menos margen de maniobra fiscal y de margen monetario. Se trata de uno de los países más vulnerables de la región, con escasas perspectivas de mejora. Cada vez que el viento cambia de rumbo, los mercados lo perciben.
 
Se desconoce cuál es el rumbo que tomará la Argentina luego de las elecciones; en consecuencia, el público adquiere divisa extranjera y se resguarda frente a devaluaciones futuras. La deuda remunerada llega al 136% de la Base Monetaria; la totalidad de esa deuda contraída por el BCRA habrá de ser pagada en algún momento, con intereses. De no encararse las reformas pro-mercado necesarias, ese concierto terminará con la inyección masiva de pesos argentinos que nadie quiere en el sistema, lo cual llevará a profundizar aún más la caída en su valor real. 
 
Obviamente, como hace alusión el título del artículo, más allá de que los DEG suponen un aire fresco, lo cierto es que no solucionan los problemas: es dinero que desaparecerá en muy poco tiempo
 
En rigor, la Argentina deberá lidiar, en los próximos meses, con un contexto internacional más desfavorable, en el cual los precios de las commodities se estabilizarán, se analizará el avance de la Variante Delta, y se acentuará una crisis geopolítica en razón de los eventos de Afganistán. Adicionalmente, a nivel local el gobierno hará frente a la crisis de gobernabilidad producida por el Olivos Gate, y a las consecuencias post-electorales en ciernes -factores que amplían la nebulosa en los mercados.
 
Todo lo cual se agrega a las problemáticas de siempre y que evidencian su origen en la raíz fundamental de la Argentina: el abultado déficit fiscal. Por tanto, hasta que el país no encare las reformas estructurales que se precisan para, así, retornar niveles aceptables de confianza a los mercados -el único camino genuinamente no recesivo-, los fondos que el gobierno reciba en concepto de regalo no supondrá mejoras comprobables para ciudadano argentino alguno. 


 
Sobre Natalia Motyl


Motyl se desempeña en la Fundación Libertad y Progreso. Es especialista en comercio exterior y analista de negocios. Sus trabajos son publicados también en el sitio web en español del think tank estadounidense The Cato Institute, en Washington, D.C.