ECONOMIA INTERNACIONAL: ROBERTO CACHANOSKY

Argentina: el gobierno no tiene un proyecto de crecimiento económico, sino uno de poder político autocrático

No debería sorprender el incremento en la cotización del dólar blue o paralelo...

26 de Junio de 2021

 

No debería sorprender el incremento en la cotización del dólar blue o paralelo sobre el fin de la semana pasada, la calificación de MSCI en que prácticamente dice que la Argentina no existe para el mercado financiero. Como tampoco deberían sorprender a nadie la evolución del resto de los indicadores económicos, los cuales ya consignaban que aquélla suba tendría lugar en algún momento.
 
Fracaso económico de Martín Guzmán, Alberto FernándezLa economía argentina observa un fenomenal desajuste macroeconómico que se profundiza con el correr de los meses. Por principio, existe un marcado desajuste en el mercado monetario, fruto del desajuste fiscal. Si bien el Banco Central declara tener US$ 42 mil millones de reservas, la realidad es que la mitad de ese número es el swap con China; es decir que no se trata de dólares de libre disponibilidad. Se contabilizan US$ 11 mil millones en encajes, que son propiedad de los depositantes en dólares en el sistema financiero; el crédito con el BIS, DEGs y otros rubros terminan de reducir las reservas netas a US$ 3 mil millones en un escenario optimista. De alguna manera, este número se confirma cuando la Argentina posterga el pago de US$ 2.400 millones al Club de París. Si el BCRA realmente tuviera las reservas que declara, no estaría complicándose con el Club de París por solo el 5% de sus tenencias.
 
Con las reservas netas de US$ 3 mil millones, está en la obligación de respaldar la base monetaria y el stock de Leliq y pases netos por AR$6,2 billones. Esto significa que el BCRA tiene un dólar por cada $2.067 de base monetaria y deuda remunerada. En otras palabras, si el BCRA quisiera rescatar todo su pasivo en pesos y de Leliq y pases, el tipo de cambio sería algo más de AR$2 mil por dólar.
 
Sin embargo, no es éste el único aspecto que hace al desequilibrio monetario existente. La deuda del BCRA en Leliq y pases devenga un interés anual de AR$1,5 billones, en tanto que en el presupuesto se prevé un déficit fiscal financiero para 2021 de 1,5 billones de pesos. En otras palabras, el gasto cuasifiscal es igual al déficit fiscal.
 
Al desequilibrio monetario y fiscal, es menester agregarle el atraso del tipo de cambio oficial que viene aplicando el BCRA, el atraso en las tarifas de los servicios públicos para tratar de ganar las elecciones, y los controles de precios. Parece ya bastante obvio que semejante impericia a la hora de gestionar la economía puede terminar en otro Rodrigazo, es decir, en un fenomenal aumento del tipo de cambio, de las tarifas de los servicios públicos y disparada inflacionaria, escenario que el mercado podría anticipar antes de los comicios.
 
Si bien el ministro Martín Guzmán sostuvo esta semana que no hay ninguna posibilidad de una devaluación luego de las elecciones -lo cual hizo recordar a la famosa frase 'El que apuesta al dólar pierde'-, el gran interrogante es si acaso el gran ajuste se producirá antes o después de los comicios generales en noviembre.
 
El gobierno cuenta con algunas herramientas para llegar a noviembre evitando una crisis cambiaria, pero eso no quita que luego de las elecciones no haya que enfrentar un ajuste de dimensiones importantes en un contexto de pobreza, indigencia y desocupación nunca antes alcanzado. En definitiva, un ajuste por las buenas o por las malas, con gran pobreza y desocupación.
 
No obstante ello, el problema de fondo no remite exclusivamente a la corrección de los precios relativos (tipo de cambio, tarifas de los servicios públicos, etc.), sino que conduce directamente a la falta de credibilidad que hoy tiene la dirigencia política argentina en su conjunto para atraer inversiones, crear puestos de trabajo y darle un horizonte de prosperidad a la población.
 
El gobierno actual no tiene un proyecto de crecimiento económico; tiene un proyecto de poder político autocrático. Nada se puede esperar hacia el futuro, porque su proyecto político va en contra del contexto institucional que requiere Argentina para atraer inversiones, único motor del crecimiento.
 
Las elecciones de noviembre solo definen si vamos a un proyecto político autocrático rumbo al chavismo o se evita ese camino, pero nada puede esperarse ya de este gobierno, pues ya ha perdido toda credibilidad, si alguna vez la tuvo, para atraer inversiones y hacer crecer la economía.

 
Sobre Roberto Cachanosky

Profesor titular de Economía Aplicada en el Master de Economía y Administración de ESEADE, y profesor titular de Teoría Macroeconómica en el Master de Economía y Administración de CEYCE. Columnista de temas económicos en el diario La Nación (Argentina). Publica regularmente en el reconocido sitio web Economía Para Todos.