INTERNACIONALES: ASIA

Sobre el protagonismo de ASEAN en la libertad de navegación marítima

A lo largo de las últimas semanas, en conversaciones telefónicas bilaterales y en foros multilaterales...

17 de Junio de 2021

 

A lo largo de las últimas semanas, en conversaciones telefónicas bilaterales y en foros multilaterales, dirigentes de muchos países han expresado su respaldo al rol central de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), subrayándose la importancia de la libertad de navegación marítima en el Mar Oriental. Se trata de los firmes compromisos dirigidos a construir una región pacífica, estable y basada en reglas en el marco de la actual complejidad que hace al concierto de la seguridad regional.
 

Oponerse a actividades en detrimento del orden internacional
 
En una conversación telefónica efectuada el pasado 25 de mayo, el ministro de Defensa japonés, Nobuo Kishi, y el primer ministro de Tailandia, Prayut Chan-o-Cha, afirmaron que la visión japonesa de un cuadrante Indo-Pacífico Libre y Abierto observa numerosas aristas en común con la Visión de ASEAN para esa misma región.
 
Portaviones chino, Amenaza china en el Mar del Este, Mar del Sur de ChinaAmbos dirigentes expresaron su apoyo al respeto a los principios consagrados en la Visión de ASEAN para el Indo-Pacífico y a la legislación internacional, incluída la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 (UNCLOS).
 
Previamente, funcionarios de alto nivel en el Japón sostuvieron intercambios telefónicos por separado junto a sus homólogos de Filipinas y Australia, en relación a cuestiones vinculadas a las relaciones bilaterales y seguridad regional. En consecuencia, enfatizaron su compromiso de cooperar estrechamente en el mantenimiento de la paz y la estabilidad regionales, reiterando su fuerte oposición a cualquier acción unilateral para cambiar el status quo en el Mar del Este y el Mar de China Oriental, así como a otras que, eventualmente, pudieran incrementar las tensiones.
 
Mientras, el presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, y su par de Corea del Sur, Moon Jae-in, también emitieron -el pasado 21 de mayo- una declaración conjunta, en la que reafirmaron su respaldo al papel central de la organización del Sudeste Asiático y la formación de la estructura regional liderada por la misma.
 
El documento subrayó que tanto Washington como Seúl se oponen a cualquier actividad que socave, desestabilice o amenace el orden internacional basado en el derecho, y abogan por construir una región del Indo-Pacífico inclusiva, libre y abierta.
 
Las dos partes exhiben un sólido compromiso en pos del mantenimiento de la paz y la estabilidad, del libre comercio y del respeto al derecho internacional, incluída la libertad de navegación y de sobrevuelo en el Mar del Este.
 

Cooperación por la paz y la estabilidad en la región
 
Las declaraciones de rigor sobrevienen en un delicado contexto, en el cual la República Popular China aprobó recientemente su Ley de Guardia Costera e iniciando su implementación; ello ha dado lugar a una marcada preocupación y a objeciones de parte de la comunidad internacional. En virtud de esta nueva legislación, la guardia costera del gigante asiático habilita a sus fuerzas a emplear armas de mano, otras instaladas en barcos, y armamento aéreo para atacar a buques de terceras naciones. Adicionalmente, Pekín permite a esta unidad impedir que otros países construyan edificios o estructuras flotantes en los arrecifes y las islas reivindicadas unilateralmente por China.
 
Sin embargo, la comunidad internacional ha denunciado estas acciones ilegales de Pekín. Japón y Filipinas han remitido sendas notas diplomáticas a Naciones Unidas, a efectos de expresar su férrea oposición, afirmando que dicha norma de la República Popular China pone en riesgo las actividades legítimas de conformidad con el derecho internacional en el Mar del Este. Mientras, los Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania y otras naciones han desplegado navíos a esas aguas.
 
Por su parte, los países que también tienen reclamos territoriales en el Mar Oriental, como Brunéi, Malasia, Filipinas, Taiwán (que pertenece a China) y Vietnam, han expresado sus enérgicas objeciones a esta nueva legislación. Comentaron que esa es una prueba más del intento de Pekín para legalizar su uso de la fuerza al servicio de reclamaciones unilaterales en el Mar del Este.
 
Los dignatarios de los países mencionados declararon que el uso ilegal de la fuerza, o bien la amenaza de utilizarla por parte de China, crearán un pretexto para los conflictos armados, causarán inestabilidad y pondrán en peligro la paz y la seguridad regionales.
 
El Mar del Este es una ruta marítima importante del mundo; su rol no solo comporta un valor estratégico en términos de economía, comercio, defensa y seguridad, sino también en materia geopolítica. En tal sentido, la manutención de un entorno de paz y estabilidad en el citado cuadrante beneficiará a todos los países, presentándose como una responsabilidad compartida a nivel multipartito.
 
Para el asunto del Mar Oriental, ASEAN insiste en su llamamiento a la promoción de la cooperación, del diálogo y edl fomento de la confianza en la región, así como plantea la necesidad de garamntizar la aplicación plena y efectiva de la Declaración sobre la Conducta de las Partes Concernientes en el Mar del Este (DOC), de cara a desarrollar un eficiente y vinculante Código al respecto (COC), en consonancia con el Derecho Internacional y UNCLOS.
 
Tal postura de la agrupación del Sudeste Asiático ha recibido el apoyo de la comunidad internacional con un fuerte compromiso de cooperación, por el mantenimiento de la paz y la estabilidad comunes.

 
Publicado originalmente en VOV World (Voice of Viet Nam)