INTERNACIONALES : JAMES DI PANE & ALEX JUND

Por qué esta disputa en el Mar del Sur de China interesa a los EE.UU.

Las tensiones entre China y las Filipinas aumentan en el Mar del Sur de China.

13 de Junio de 2021

 

Las tensiones entre China y las Filipinas aumentan en el Mar del Sur de China. El eventual desarrollo de este conflicto comportará efectos de largo plazo en la lucha de poder entre China y otras naciones de la región, al tiempo que remite a importantes implicancias para los Estados Unidos de América.

Mar del Sur de China, Agresión china, Pekín, FilipinasUn total de 220 milicianos chinos y barcos pesqueros de ese país se avalanzaron, el pasado 20 de marzo, sobre el Arrecife Whitsun -región compuesta por corales en el Mar del Sur de China, reclamada tanto por Pekín como por Manila.

El Arrecife Whitsun se sitúa en la zona económica exclusiva de las Filipinas. Establecidas en 1982 por Naciones Unidas, las zonas económicas exclusivas otorgan a un país control total sobre un área de hasta 200 millas náuticas desde sus costas, incluyendo derechos oficiales para la explotación petrolera y pesquera.

En respuesta a la operación ilegal que China desarrolla con sus navíos en aguas de las Filipinas, Manila incrementó su presencia militar en el área.

De acuerdo con el Centro para Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS), 13 navíos miliares filipinos llevaron a cabo un total de 57 visitas a áreas en disputa, desde el 1ero. de marzo al 25 de mayo próximo-pasado. En los diez meses previos, solo tres navíos filipinos habían visitado las áreas de referencia.

Aún cuando Filipinas interceptó y alejó a los navíos chinos, Pekín jamás cesó sus acciones intimidatorias en la región.

Aún cuando la agresión comunista china en el Mar del Sur de China podría sonar como un problema lejano, Estados Unidos tiene mucho en juego allí, en lo que respecta al andarivel económico. De no plantearse un desafío al accionar chino, los reclamos extremos de Pekín podrían influir negativamente en el comercio internacional.

China exhibe el propósito de incrementar su dominio en el Mar del Sur de China, porque ese cuadrante es una crítica zona de tránsito para un tercio de navíos comerciales en todo el globo. Asimismo, ese mar es rico en fauna marina y recursos petroleros.

Dado que China afirma ser titular de la mayoría del Mar del Sur de China, se ha propuesto violar el territorio marítimo de terceros países en Asia. Estas naciones, incluyendo a las Filipinas, cuentan con sus propias zonas económicas exclusivas. Ciertamente que no le dan la bienvenida a las agresivas actividades chinas en materia de pesca y patrullaje, mientras que cortes internacionales han fallado en contra de los reclamos de Pekín.

A efectos de argumentar su oposición, China se a respaldado en tácticas de zona gris, que habilita a las naciones a consolidar objetivos de seguridad sin recurrir a la violencia. A través de esas tácticas, China ha logrado potencir pacíficamente sus objetivos en el Mar del Sur de China.

Desde 2013, China ha estado construyendo islas articiales en la zona, y luego reconvirtiéndolas a bases militares -particularmente en las Spratly y las Paracelso. Esto amplificó el dominio chino en el Mar del Sur de China, al comparárselo con los hecho por otros países en ese cuadrante. Así, pues, Pekín está saliéndose con la suya, sin disparar un sólo tiro.

A criterio de contrarrestar el creciente poderío chino en la región, Estados Unidos habrá de continuar respaldando la libertad de navegación, que permite que navíos se movilicen y operen en acuerdo con normas internacionales -porción esencial del comercio y el intercambio. La Armada de los Estados Unidos y su Fuerza Aérea llevan a cabo operaciones de libertad de navegación con frecuencia, las cuales suelen desafiar los reclamos marítimos excesivos de terceros países y, en el proceso, estableciendo lo que es un comportamiento apropiado bajo la ley internacional.

Más recientemente, en el mes de febrero pasado, Estados Unidos llevó adelante una operación de libertad de navegación en el Mar del Sur de China. La manutención de una presencia americana en la zona de la mano de misiones esporádicas servirá para reducir la presencia de la República Popular China allí.

El comportamiento chino hacia Filipinas subraya que Pekín se propone dominar la región, recurriendo a la ya comentada táctica de zona gris. Aún cuando los EE.UU. no pueden resolver en soledad esa compleja disputa, la presencia de sus fuerzas armadas garantizará que la región se mantenga abierta y libre -lo cual también redundará en beneficios para los propios Estados Unidos.



Artículo original, en inglés

 

Sobre James Di Pane

Di Pane se desempeña como asistente investigativo en el Instituto Davis para la Seguridad Nacional y la Política Exterior, en el think tank estadounidense The Heritage Foundation, en Washington, D.C. Sus informes son publicados regularmente en el sitio web The Daily Signal.