INTERNACIONALES : JOHN MARULANDA

Colombia: encuestas y percepciones

La última encuesta Invamer trae algunos resultados que se podían esperar como la respuesta...

30 de May de 2021

 

La última encuesta Invamer trae algunos resultados que se podían esperar como la respuesta a la pregunta 'En general, ¿cree Usted que las cosas en Colombia están mejorando o empeorando?'.  El 81% contestó 'Empeorando', y sólo un 14% cree que la situación tiende a mejorar.


Seguridad y estadísticas

En este escenario, y en lo concerniente a la seguridad, los resultados sobre opinión favorable o desfavorable de algunas instituciones, se mantiene la tendencia estadística, con tres instituciones conceptuadas como las más apreciadas por la ciudadanía, o al menos por el universo nacional, representado por 9.866.662 personas entrevistadas. En esta medición de abril-mayo, las Fuerzas Militares cedieron su permanente primer puesto a la clase empresarial, la cual alcanzó un 62 % de favorabilidad y un 32% de desfavorabilidad. El segundo lugar en simpatía lo registra la Iglesia, con un 59% favorable y un 35% desfavorable; el tercer lugar, las fuerzas armadas, con un 58% favorable y un 37% desfavorable. La Policía Nacional, que ha llevado la carga principal y más pesada de este embate desestabilizador, se mantiene por debajo de los sindicatos y la JEP, con un 56% de aprobación y un 40% de desaprobación.

Palacio de justicia de Tuluá, Colombia, Terrorismo urbanoEs interesante apuntar que, en esta misma edición de la encuesta trimestral, se decidió medir un antes de las protestas (23-37 de abril), un durante (28 abril-8 mayo) y un después de las protestas (hasta el 22 de mayo), aunque en el momento de escribir esta columna, la perturbación subsiste especialmente violenta en el Valle del Cauca, geografía en donde hace pocas noches se procedió al incendio del edificio de justicia. Durante los tramos diseñados por la encuestadora, la mayor favorabilidad inicial registrada fue de la fuerzas armadas, con 58 -57-58% en cada segmento, seguida por la Iglesia -con 52-59-59%-, y por los empresarios -47-50- 62%. Por primera vez, los militares no son la institución mas apreciada por los colombianos, en casi veinte años.


Percepciones inquietantes

Una lectura de esta fresca edición de encuestas y el recuento de todas las anteriores que datan de dos décadas atrás, nos muestra una sociedad que confía mayormente en sus soldados, sus sacerdotes y sus empresarios; es una sociedad conservadora. De ahí el riesgo advertido, ante los desafueros actuales, de una reacción violenta que lleve a Colombia a una verdadera desestabilización. L.as multitudinarias manifestaciones pacíficas de la ciudadanía caleña, que están en desarrollo en otras ciudades y se verán en Bogotá este fin de semana, contrastan con un anémico impulso de los capataces gremiales a sus huestes que son menos del 1% de la población. El gobierno maniobra con mesas de negociación, emplea la mínima de fuerza necesaria y se recupera lenta pero seguramente de la primera batalla mediática que perdiera estruendosamente. Las redes sociales ofrecen una creciente desfavorabilidad (51%) en la encuesta que nos ocupa.

Las células de terrorismo urbano del ELN y FARC, causantes de los mayores desafueros durante estas difíciles jornadas, son rechazadas 92 y 90% respectivamente. Su patrocinador y amigo Nicolás Maduro, de acuerdo al mismo estudio de opinión, registra un 92% de desfavorabilidad, nada mal teniendo en cuenta en ha llegado a estar en un 98% de rechazo.

La izquierda extrema en Colombia se solaza soñando con patuleas revolucionarias entrando victoriosas al Palacio de Nariño, en medio de vítores y laureles. Recrea Fideles y Danieles en sus afiebradas mentes. Y juega con candela, en la ingenua creencia que saldrá indemne del incendio. Ese escenario está en el manual de los educadores en el odio y los incitadores a la ira, aunque la historia demuestra las consecuencias desastrosas de ese catecismo político. La realidad percibida, el gut feeling, es el de un país agitado que, de este trance, saldrá fortalecido en democracia, y una izquierda que de nuevo será condenada al ostracismo político. Sin embargo, nada más peligroso que un facineroso acorralado, y no puede descartarse una acción desesperada que provoque una reacción incontrolable de una sociedad cansada, necesitada, dispuesta a llegar a medidas extremas por su supervivencia.

Es notorio lo que hoy sucede en Colombia, si no fuera por la ruina económica y el marcado desgaste social frente a este nuevo embate marxista-leninista-castrista por apoderarse de la joya de la corona latinoamericana.


 
Sobre John Marulanda

Licenciado en Filosofía e Historia de la Universidad Santo Tomás de Aquino, y Abogado de la Universidad de la Gran Colombia, Marulanda se desempeña como consultor internacional en seguridad y defensa. Es Coronel (R) del Ejército de Colombia.