ESTADOS UNIDOS: THOMAS SPOEHR

Que el Departamento de Defensa no sea el Departamento de la Distracción

Uno de los caracteres esenciales que hacen a un líder es su capacidad de organizar a las personas...

03 de Abril de 2021

 

Uno de los caracteres esenciales que hacen a un líder es su capacidad de organizar a las personas -esto es, saber cómo dirigir los esfuerzos de las mismas, y dónde localizar recursos. El fracaso a la hora de establecer prioridades claras conduce a un desperdicio del esfuerzo o, peor aún, a un fallo en la misión determinada. Una máxima sobre los líderes reza: 'Si todo es importante, entonces nada lo es'.

Lloyd Austin, Joe Biden, Estados Unidos, DefensaNadie debería envidiar el trabajo de Lloyd Austin, designado Secretario de Defensa por el presidente estadounidense Joe Biden. Con la amenaza china hoy presente en los discursos de cada uno de los miembros del congreso, Austin tendrá las manos muy ocupadas al momento de diseñar una estrategia tendiente a contrarrestar las agresivas maniobras de Pekín en el Pacífico. Asimismo, también los riesgos originados en Corea del Norte, Irán y Rusia exigen inmediata atención.

A efectos de guiar el esfuerzo inicial de la Administración Biden, la Casa Blanca publicó recientemente un documento-guía de varias páginas sobre la estrategia de seguridad interina. Infortunadamente, si Usted fuera un secretario de Defensa con interés de contar con detalles al respectode cómo una gestión desea dar forma a las políticas de defensa del país, Usted quedaría bastante poco satisfecho tras repasar ese estudio.

Mientras que muchos creen que una armada aún más fuerte será importante para contener a China, curiosamente, la referida guía ni siquiera menciona a esa rama de las fuerzas armadas.

¿Acaso se listaron allí algunas reflexiones sobre la flamante Fuerza Espacial, o a otros desafíos significativos que los EE.UU. deben enfrentar en el plano espacial? Pues, no.

¿Algún apunte sobre el rol de la Fuerza Aérea? Nada.

¿Y qué hay del cambio climático? Bingo! Acertó Usted: el documento se refiere a ese tópico unas catorce veces.


El COVID-19 se lleva nueve menciones, y tres veces la 'justicia racial' y la 'igualdad'. Tenga el lector en mente, que aquí hablamos de guías para la seguridad nacional.

Diez días después de haber llegado a la presidencial, Joe Biden le puso firma a una orden ejecutiva que convoca a 'poner la crisis climática en el centro de la política exterior de los Estados Unidos, y de su seguridad nacional'.

El cambio climático es real y, conforme muchos lo han apuntado, puede conducir hacia procesos de inestabilidad global y podría ser la chispa que encienda la mecha del conflicto entre naciones. Pero también pueden ser motivo de conflictos un rápido crecimiento poblacional, las disputas concernientes a derechos pesqueros soberanos, o reclamos conflictivos en torno de áreas petroleras superpuestas.

Otras problemáticas de orden nacional que amenazan el bienestar de los Estados Unidos -y que exigen igual atención- incluyen el crecimiento de los índices de obesidad, el hambre entre los jóvenes, y la epidemia de opiáceos.

Sin embargo, las amenazas contra la seguridad nacional son diferentes. No más importantes, aunque esencialmente distintas de otros poblemas del andarivel nacional. Cuando Administraciones previas intentaron caracterizar el combate contra las drogas ilegales como una 'guerra' e involucraron al Pentágono, existió una razón por la que ello nunca estuvo del todo correcto: se trató de una confluencia entre un problema nacional y una amenaza contra la seguridad nacional.

Dada su naturaleza, las amenazas contra la seguridad nacional de los EE.UU. representan peligros cercanos para la seguridad del país. Al no lidiar con ellas, las consecuencias pueden conducir a un escenario de profundos y perniciosos cambios en el estilo de vida americano.

El Departamento de Defensa, dados sus orígenes en el Ejército Revolucionario de George Washington, tiene la misión de resguardar a la nación frente a amenazas contra la seguridad nacional. Toda vez que otra serie de misiones prioritarias se se superponen -aún cuando no estén directamente vinculadas a la seguridad nacional-, eventualmente la misión principal será menos efectiva.

Esto no significa que el Pentágono no deba atender a cuestiones relativas al medio ambiente, ni que se rehúse a explorar fuentes alternativas de energía cuando éstas sean plausibles y prácticas. En efecto, existen muy buenas razones en lo militar que subrayan la importancia de la eficiencia de los combustibles para determinadas misiones. Pero existe allí una diferencia entre referirse al cambio climático como una 'consideración' y tratarlo como una misión diferenciada.

En igual sentido, es perfectamente apropiado para las fuerzas armadas estadounidenses el administrar locaciones perentorias de vacunación contra el COVID-19, con muchos de sus miembros asistiendo en los diferentes hospitales del país. Pero sería algo completamente distinto encomendarle a los militares esa misión como permanente.

Cuando la Administración Biden eleva la consideración del combate contra el cambio climático, encumbrándola como una misión primaria para el Pentágono, lo que hace es sobrecargar a unas fuerzas armadas que ya se encontraban batallando a diario para atender a sus tareas más tradicionales.

A tal efecto, podría ser útil preguntarse si acaso el combate contra el cambio climático es una prioridad para el presidente chino Xi Jinping, o para el primer mandatario iraní, Hassan Rouhani.



Artículo original, en inglés


 

Sobre Thomas Spoehr

El autor lleva a cabo y supervisa actividades de investigación en temáticas de defensa nacional, como ser presupuestos, adquisición de equipamiento, estrategia y política gubernamental, en su rol de director del Centro para la Defensa Nacional en el think tank estadounidense The Heritage Foundation. Sus artículos son publicados en inglés en el sitio web The Daily Signal.