ECONOMIA INTERNACIONAL: JAMES M. ROBERTS

Con los peronistas en el poder, la inflación aumenta, y la libertad económica retrocede en la Argentina

Los resultados de la edición 2021 del Indice de Libertad Económica...

02 de Marzo de 2021

 

Los resultados de la edición 2021 del Indice de Libertad Económica -desarrollado por el think tank estadounidense The Heritage Foundation, en Washington, D.C.- serán anunciados próximamente. Pero puede observarse un dato anticipatorio: la libertad económica en la Argentina, que había registrado una considerable mejoría durante los cuatro años del ex presidente Mauricio Macri, ha comenzado -una vez más- a retroceder, en el año en que el partido peronista retornó al poder en la Casa Rosada.

Alberto Fernández, Crisis Argentina, PeronismoOtrora una de las naciones más ricas del planeta, la Argentina es el segundo país más grande de América del Sur. Sus vastos recursos agrícolas y minerales son acompañados de una población altamente educada. Sin embargo, este país se ha visto azotado por un extenso historial de inestabilidad económica, en función de las décadas durante las cuales el peronismo se ha hecho del poder.

Conforme lo informaran los analistas de Heritage en su oportunidad, el coronel Juan D. Perón -admirador de Hitler y Mussolini- se hizo del poder en 1943 a raíz de un golpe militar en la Argentina, con respaldo de los sindicatos. El y sus esbirros desplegaron las mismas tácticas fascistas y grupos de matones, mientras sus ídolos se consolidaban en el poder.

Eventualmente, Perón erigió un amplio Estado de bienestar, a efectos de cooptar la lealtad futura de los votantes, poniendo en marcha una brutalmente eficiente maquinaria política 'peronista'; ésta rigió de facto la Argentina durante gran parte de las décadas subsiguientes.

Martín Guzmán, Economía argentina, Crisis ArgentinaEn el proceso, Perón nacionalizó industriasl, estableció empresas estatales ineficientes y corruptas, impuso políticas tendientes a la 'sustitución de importaciones' -originadas en el marxismo-, creó un monopolio gubernamental con el fin de controlar la totalidad de las exportaciones, encarceló a opositores políticos, y censuró a críticos de los medios de comunicación.

Los peronistas Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, hoy presidente y vicepresidente respectivamente -siendo la segunda predecesora del primero- dieron inicio a su período de cuatro años, en diciembre de 2019. Su partido controla ambas cámaras del congreso. Fernández de Kirchner y su difunto esposo, Néstor Kirchner, se habían hecho del control de la presidencia desde 2003 hasta 2015.

En 2020, el gobierno cerró un acuerdo preliminar con tenedores de bonos, a efectos de resolver la más reciente de sus ya nueve crisis de deuda soberana. No obstante, la desilusión entre los ciudadanos argentinos ha crecido, en virtud de la frágil economía nacional y de la crisis de deuda pública, aún no resuelta.

Esa desilusión, en rigor, tiene su base en décadas de mala administración económica y de corrupción bajo gobiernos peronistas. El eslogan peronista se respalda en altos impuestos y amplificación del gasto público. Ahora, la Argentina ha sido nuevamente aislada de los mercados globales de capitales; el banco central -que ya no es independiente- se dedica estrictamente a imprimir pesos para financiar los recurrentes déficit del gobierno justicialista.

El medio The Economist informó, durante el pasado otoño septentrional, que, a pesar de 'los controles de precios, el índice de inflación excede al 36% anual'. De acuerdo a la agencia Reuters, el elevado índice inflacionario ha persistido durante 2021.

En palabras del profesor de economía Steve Hanke -de la Universidad Johns Hopkins-, la tasa real de inflación en la Argentina durante los últimos seis meses, ha sido hasta cuatro veces superior a las estadísticas oficiales que el instituto nacional de estadísticas gubernamental publica periódicamente.

Infortunadamente, la agenda presente del gobierno peronista en funciones, la cual tiene por meta revertir muchas de las reformas consolidadas por la anterior Administración, involucra controles de divisas y de exportaciones, la expropiación de firmas vinculadas a sectores clave de la economía, y la proliferación de nuevos subsidios. Es probable que estas políticas continúen degradando la libertad económica de múltiples modos y en distintas áreas, particularmente en lo que respecta a la languidenciente libertad monetaria.

A criterio de revertir genuinamente esta tendencia negativa, y de depositar al país nuevamente en un sendero de crecimiento sostenible -con mayor libertad económica y prosperidad-, un futuro gobierno habrá de hacerse del control de la presidencia, pero también del parlamento. Dependerá de los ciudadanos argentinos elegir a una Administración que porte esos objetivos, y con capacidad para ejecutar las profundas y dolorosas reformas estructurales requeridas para hacer a un lado el tóxico y acumulativo impacto compartido por el peronismo en la Argentina.



Artículo original, en inglés

 

Sobre James M. Roberts

Es Analista en temáticas de Libertad Económica y Crecimiento en el Centro para Comercio Internacional y Economía (CITE). Responsable de tareas de investigación, desarrollo y análisis del Indice de Libertad Económica (desarrollado en conjunto entre la Fundación Heritage y The Wall Street Journal). Sirvió durante 25 años en el Departamento de Estado, desempeñándose en el servicio exterior en las embajadas de los Estados Unidos en México, Portugal, Francia, Panamá y Haití