INTERNACIONALES: JOHN MARULANDA

América Latina: tiempos 'interesantes'

Gane quien gane la presidencia en los Estados Unidos de América, la gran prensa...

09 de Noviembre de 2020

 

Gane quien gane la presidencia en los Estados Unidos de América, la gran prensa aumentó su pérdida de credibilidad, mientras que las encuestadoras continúan arruinando su negocio. Mientras esta historia termina de resolverse, repasemos el panorama del patio trasero de la Casa Blanca, convertido ahora en avanzada de sus rivales.


Vieja historia
 
La estrategia que busca desestabilizar la región, es más de lo mismo. En los años sesenta del siglo XX, el comunismo puro y duro, desde Cuba y con el concurso de Rusia y China, entrenaron, motivaron, equiparon y dirigieron guerrillas en países pobres y periféricos, animando los conflictos de la posguerra en casi todos los países de Latinoamérica. Lo llamaron Guerra Fría. La intentona fracasó, no sin dejar una estela de muerte y destrucción. La reacción de varios gobiernos terminó en dictaduras; Venezuela conjuró la insurrección, combinando acción militar con negociación y, en Colombia, élites políticas tradicionales prolongaron esa viciosa guerra durante medio siglo. Finalmente, los narcoterroristas farcianos 'entregaron las armas', de acuerdo a la interpretación de los burócratas de Naciones Unidas, pero lograron un éxito político maquinado en La Habana por el secretario del partido comunista de España. Hoy, las narcoFARC combinan descaradamente la retórica congresional con la lucha armada 'marquetaliana', en un peligroso anacronismo binacional.
 
Latinoamérica, Terrorismo, Socialismo, ProgresismoLa revuelta sigue siendo motivada por el comunismo, ahora con otros nombres ('el gran triunfo del demonio en nuestros días es convencer al mundo de que no existe', escribió Vallejo-Nágera). El objetivo es el mismo de los sesenta: someter nuestra muy rica región al socialismo parasitario cubano y, de contera, al moderno imperialismo chino. Pero existen nuevos elementos que pueden imprimirle un giro inesperado al asunto. Citaré solamente cuatro importantes.
 

El nuevo cuento
 
Uno. Acorde con la realidad de un 80% de moradores urbanitas, la revuelta hoy es básicamente citadina. Hasta el empoderado indigenismo es protagonista urbano. La Guerra Popular Prolongada de Mao y el minimanual del guerrillero urbano de Marighela, ahora aplicados por Black Bloc, Antifa, BLM, 'capuchos' y células transnacionales, adquieren novedosa complejidad en las calles.
 
Dos. La tecnología. Redes sociales, plataformas de mensajerías instantáneas, deep web, 5G, IA, modelan la sedición actual. Oír al eln trasmitiendo desde una emisora móvil en la frontera (en FM 95.5) y ver los capos de las FARC exhibiendo fusiles de asalto y radios handy en medio de la selva, se me antoja románticamente vintage.
 
Tres. La decisiva presencia del narcotráfico. De hecho, el Crimen Organizado Transnacional se mueve tras bambalinas en toda esta intentona, envileciendo a sus dirigentes y bases, convirtiéndolos en criminales, así haya jueces y magistrados mamertos que los ennoblezcan y jóvenes, 'Cretinos digitales', como los llama Desmurget, que les crean.
 
Un cuarto e inesperado elemento, es el COVID-19, que está trastocando patrones económicos y sociales y promete variar algunas dinámicas políticas. Si bien las guerrillas sesenteras operaron en las ciudades, se vincularon con redes de ilicitud y usaron medios de comunicación modernos; faltaba más: ninguna actuó en medio de una pandemia como esta.
 
En Chile, la lucha empieza precisamente ahora, después que la violencia callejera arrinconó al Presidente Sebastián Piñera, hasta obligarlo a plantear una nueva constitución. Hay que sacar a Piñera, y 'El secreto es no soltar la calle', dice una militante. En Perú, el narcoELN merodea por Loreto; Sendero asesinó a un capitán y a un soldado, e hirió a cuatro más en el VRAEM. Y Vizcarra enfrenta un segundo juicio político.

En Ecuador, un nuevo llamamiento indigenista a tomarse las calles de Quito se encuentra hoy en proceso, y se insiste en sacar a Lenín Moreno.

En Colombia, algo sucedió y la minga indígena que se tomó a Bogotá y quería juzgar a Iván Duque, inesperadamente se replegó a sus resguardos, en donde florecen las mayores plantaciones de coca del mundo. Los mismos embaucadores de siempre, pendejos botónicos, anuncian un nuevo paro, mientras jueces prohíben a la policía usar gases lacrimógenos y una gran inconformidad ciudadana en contra de los desafueros callejeros cobra fuerza. ¿Qué pensarán en Washington sobre esta turbulencia en sus fronteras?
 
Como reza el antiguo adagio chino, estamos viviendo 'tiempos interesantes'.

 
Sobre John Marulanda

Licenciado en Filosofía e Historia de la Universidad Santo Tomás de Aquino, y Abogado de la Universidad de la Gran Colombia, Marulanda se desempeña como consultor internacional en seguridad y defensa. Es Coronel (R) del Ejército de Colombia.