Es hora de clausurar los bancos centrales, y dolarizar
Los bancos centrales emiten moneda, y ejercen amplia discrecionalidad...
Previo al auge de la banca central (el nacionalismo monetario), el mundo estaba dominado por áreas monetarias unificadas, o bloques, el más grande de los cuales era el bloque de la libra esterlina. Ya desde 1937, el gran economista austriaco y ganador del Premio Nobel Friedrich von Hayek advirtió acerca de la moda de la banca central; señaló el economista que, de prorrogarse el sistema de bancos centrales, éste conduciría al caos monetario y a una amplificación de las crisis bancarias. Sus advertencias fueron justificadas. Las crisis monetarias y bancarias han plagado al sistema financiero internacional con cada vez mayor fuerza y frecuencia. De hecho, para la gran mayoría de los países de mercados emergentes con bancos centrales, los flujos de dinero caliente son frecuentes, así como también las crisis bancarias domésticas y del tipo de cambio. ¿Qué se puede hacer? La naturaleza de los bancos que tienen licencias generales proveen la clave para entender cómo el sistema integral funciona de manera fluida. Cuando las carteras de estos bancos exhiben equilibrio, a ellos les resulta indiferente -en el margen- desplegar su liquidez (prestando o pidiendo prestado) en el mercado doméstico, o bien hacerlo en el extranjero. Conforme la liquidez (el potencial de creación de crédito) de estos bancos se modifica, ellos evalúan las tasas de retorno ajustadas al riesgo, tanto en el mercado doméstico como en el internacional, y ajustan sus carteras en consecuencia. La liquidez en exceso es desplegada a nivel doméstico si los retornos ajustados para el riesgo a nivel local exceden aquellos en el mercado internacional. Es desplegada a nivel internacional, si los retornos ajustados para el riesgo en el mercado internacional exceden aquellos del mercado doméstico. Este proceso se pone en reversa cuando los déficits de liquidez surgen en los bancos panameños.
El sistema bancario de Panamá, que opera sin un banco central como prestamista de última instancia, ha demostrado ser extremadamente resiliente. De hecho, ha sobrellevado una importante crisis política entre Panamá y EE.UU. en 1988, y logró una sólida recuperación para principios del 2000.
La mayoría de los bancos centrales en los países emergentes producen monedas basura, crisis bancarias, inestabilidad, y miseria económica. Estos bancos centrales deberían haber sido clausurados y colocados en un museo, hace ya mucho tiempo.
Profesor de Economía Aplicada y co-director del Institute for Applied Economics, Global Health, and the Study of Business Enterprise en la Universidad Johns Hopkins en Baltimore. El profesor Hanke es también Académico Titular en el Cato Institute en Washington, D.C.; profesor distinguido en la Universidad Pelita Harapan en Jakarta, Indonesia: Asesor Titular en la Universidad Renmin del Instituto de Investigación Monetaria Internacional en Beijing, China; Consejero Especial para el Centro de Estabilidad Financiera en New York; miembro del Consejo de Asesoría Internacional del Banco Nacional de Kuwait (presidido por Sir John Mayor); miembro del Consejo de Asesoría Financiera de los Emiratos Arabes Unidos y editor contribuyente de la revista Globe, Asia.