INTERNACIONALES: DEAN CHENG

Asia tiene su propia era espacial

Entre otras cosas, el 2020 se ha caracterizado por una importante revalorización...

23 de Julio de 2020

 

Entre otras cosas, el 2020 se ha caracterizado por una importante revalorización de la Era Espacial, casi como si se tratara de una Era Espacial 2.0.

Satélites y lanzadores chinosA diferencia de la primera, que fuera netamente dominada por dos superpotencias, hoy se asiste a una Era Espacial más democrática, conforme cada vez más y más naciones toman parte de numerosos aspectos que hacen a los vuelos al espacio. Muchas de ellas pertenecen al continente asiático.

Esta semana hemos visto cómo Corea del Sur ha desplegado su primer satélite militar, convirtiéndose la República de Corea en el décimo país en desplegar un satélite dedicado estrictamente a comunicaciones militares.

Adicionalmente, los Emiratos Arabes Unidos y la República Popular China continúan trabajando en sus respectivas misiones a Marte.

La sonda al-Amal ('Esperanza') de Emiratos Arabes Unidos fue lanzada en un cohete japonés del tipo H-2, desde el centro de lanzamiento nipón Tanegashima. Orbitará Marte durante dos años, al tiempo que examinará la atmósfera del planeta rojo.

Mientras tanto, se ha programado el lanzamiento de la sonda china Tianwen-1 para este jueves 23 de julio. Se trata de la primer nave china en trasladarse hacia otro planeta (siendo que ese país ya completó una misión a la luna), incluirá un módulo de aterrizaje y un rover del tamaño de un pequeño carro de golf.

Asimismo, China ha completado ya su Sistema de Navegación Satelital Beidou. Con el lanzamiento del trigésimotercer satélite, Beidou hoy proporciona datos de posicionamiento, navegación y de timing -en el orden global. La red Beidou es la tercera en lo que respecta a posicionamiento global en formato de constelación, luego del GPS de los Estados Unidos y del Sistema de Navegación Satelital Global de la Federación Rusa.

Sin embargo, no todos los esfuerzos espaciales han resultado exitosos. El cohete chino Kuaizhou-11, de combustible sólido y administrado por la firma comercial ExPace, fracaso al intentar lanzar dos satélites comerciales chinos.

El Kuaizhou, basado en el sistema que también se ha destinado para el lanzamiento de armamento antisatélite de China (ya testeado en 2007), consigna el claro esfuerzo chino a efectos de ampliar sus esfuerzos industriales espaciales más allá de las dos firmas estatales que ha controlado durante las pasadas cinco décadas.

Las distintas agrupaciones de satélites y de plataformas de lanzamiento espaciales subrayan el carácter cada vez más interrelacionado de la Era Espacial 2.0. La surcoreana ANASIS-II, por caso, ha sido construída por Lockheed Martin, basada en el bus (o chásis) Airbus, y lanzada por un propulsor Falcon-9 de SpaceX.

En rigor, hoy día un país no necesita contar con la capacidad para construir sus propios satélites y plataformas de lanzamiento, ni invertir en instalaciones para lanzamiento y rastreo, para explotar el espacio para propio beneficio.

Más y más naciones pueden hoy -y lo harán- comprar equipamiento y servicios ofertados por una amplia matriz de proveedores, concentrándose más en aplicaciones espaciales tales como comunicaciones y observación, antes que en operaciones estrictamente ejecutadas en el espacio exterior. 

Para los Estados Unidos, los cielos se volverán cada vez más poblados -aunque también rebosarán de oportunidades.



Artículo original, en inglés

 

Sobre Dean Cheng

Analista e Investigador en la Fundación Heritage (The Heritage Foundation), Washington, D.C., en temas políticos y de seguridad. Como experto en capacidades militares y espaciales de la República Popular China, Cheng se ha especializado también en el estudio de la política exterior y de Defensa chinas, en particular sobre la relación de Pekín con el resto de Asia y con los Estados Unidos de América.