INTERNACIONALES: JUAN DAVID GARCIA RAMIREZ

China versus Hong Kong: el retorno de la desconfianza

Treinta y un años después de la masacre de Tiananmén en Pekín...

03 de Julio de 2020

 

Treinta y un años después de la masacre de Tiananmén en Pekín, y de la foto del Hombre del Tanque, que trajera reconocimiento mundial para el fotógrafo estadounidense Charlie Cole (luego acreedor del premio World Press Photo), el Partido Comunista Chino no parece haber modificado en lo absoluto su postura en torno de las libertades civiles y políticas de los ciudadanos, conforme es natural en todo régimen totalitario. Más aún, Pekín se ha radicalizado, dejando atrás algunos de los compromisos más importantes que en las décadas precedentes adquirieron sus líderes frente al concierto internacional.

Hong Kong, nueva Ley de Seguridad Nacional, Represión chinaAsí como el rechazo y condena de la represión ocurrida en los sucesos de 1989 no produjo, en la dictadura por entonces regida por Deng Xiaoping, cambios ostensibles en la actitud de China, tampoco luce muy viable que la novedosa Ley de Seguridad Nacional, aplicable a la Región Administrativa Especial de Hong Kong a partir del 1 de julio de 2020, sea derogada, o que el presidente Xi Jinping anteponga los reclamos de Occidente al interés nacional del país, solamente buscando evitar el aislamiento global y probables sanciones comerciales, financieras o energéticas.

En la perspectiva de los oficiales chinos, la legislación tiene por objetivo el garantizar la estabilidad política y social de China, y restablecer la seguridad y el orden -amenazados por peligrosos disidentes. Argumentan los primeros que, como cualquier ley parecida que haya sido promulgada en estados democráticos, la de Hong Kong involucra definiciones respecto de la sedición, del terrorismo, la subversión y la connivencia con potencias extranjeras. Sin embargo, es sabido que el alcance y el significado de estos delitos en China, Cuba o Irán, son diferentes a los que rigen en sociedades abiertas. Cítese como ejemplo, el hecho de que una persona porte una camiseta con mensajes a favor de la independencia de Hong Kong, o bien porte una pancarta alusiva a la persecución sistemática de los opositores, habrá de hacer frente a un juicio sumario en la China continental, sin que le sea garantizado derecho a la defensa alguno, y sin posibilidad de contestar o recurrir las pruebas que se presenten en su contra. Adicionalmente, si el jurado de conciencia estima que los crímenes cometidos son graves, al acusado le aguardará una segura ejecución, esto es, la pena de muerte.

En su libro China, de 2012, Henry Kissinger se hacía eco del Desarrollo Pacífico, estrategia planteada por el ex consejero de Estado Dai Bingguo, a efectos de proyectar al país asiático hacia un futuro de prosperidad y desarrollo, en donde el único camino posible para China sería la integración en un orden internacional globalizado, como también la cooperación y la morigeración de los conflictos, buscando superar los tiempos turbulentos de la Era Mao Tse-Tung, regente que supo percibir cualquier acercamiento de China hacia Occidente como un retorno a la humillación. Asimmismo, Kissinger se mantuvo optimista y confiado en la promesa formulada por Deng, al respecto de que China no intentaría imponerse sobre las otras grandes potencias ni tampoco ejercitar su supremacía en el concierto global, y que Pekín se mostraría abierta a la vigilancia y supervisión de sus pares.

Sin afirmar que la superpotencia esté interesada propiamente en un conflicto global, sí puede consignarse como un hecho que la República Popular China está dando un marcado giro en su política exterior, marginando el modelo 'Un País, Dos Sistemas', y asumiendo -en virtud de la nueva ley para Hong Kong- el control político sobre la Región Administrativa Especial.

Las consecuencias de esa medida se verán en adelante, con la capacidad potencial de proyectarse también sobre Taiwán, territorio beneficiando por un grado superior de autonomía, y en control de fuerzas militares propias. En rigor, a partir de este avance, China deberá ser observada desde la desconfianza y la cautela.


 
Sobre Juan David García Ramírez

Columnista regular en el periódico El Colombiano (Medellín) y en El Quindiano (Armenia, Colombia). También se desempeña como analista político para diversos programas radiales y televisivos en América Latina, compartiendo apuntes y notas sobre temas políticos vinculados a Colombia, y asuntos internacionales.