INTERNACIONALES: MARIO PAZMIÑO SILVA

Ecuador: la infodemia, vector más peligroso que el coronavirus

El surgimiento del coronavirus en Wuhan, China, en diciembre del 2019 y su propagación...

13 de Abril de 2020

El surgimiento del coronavirus en Wuhan, China, en diciembre del 2019 y su propagación a nivel global -transformándose luego en pandemia, conforme la designación de la Organización Mundial de la Salud (OMS)- dio lugar, a su vez, al surgimiento de otro fenómeno, el cual se da en llamar infodemia. Este factor, a su vez, motoriza la aparición de una cifra superior de contagiados y decesos -acaso más que el propio vector COVID-19.

Infodemia, Ecuador, CoronavirusLa infodemia consiste en la saturación de noticias o de información no contrastada -incluso falsa- que tiene lugar en instancias de crisis o de grave conmoción mundial o nacional. En las audiencias, la desinformación contribuye a la edificación de un escenario de incertidumbre, el cual rápidamente puede desenvolver en una escalada, a través de redes sociales o medios de comunicación tradicionales, poniendo en peligro o riesgo inminente a la población.

La desconfianza se presenta como el eje principal de esta pandemia informática o ciberpandemia, terreno en el que los usuarios no están en capacidad de determinar su origen, o si los informes emitidos son certeros o falsos. Este proceso desinformativo se enmascara a través de supuestos técnicos, trolls u otras variables desestabilizadoras, cuyo propósito es propiciar causar caos y desconcierto entre la población, explotándose los momentos de crisis social.

La infodemia utiliza a los medios de comunicación como principales vehículos de contaminación. En tal sentido, emergen periodistas o comunicadores sociales cuya meta es aprovechar el sensacionalismo, no permitiéndose tiempo para contrastar debidamente las informaciones; a la postre, esta omisión actúa como primera línea de contagio. El problema está dado por la insistencia de los medios en contar con la 'primicia', aún cuando sus elementos desconocen que han ingresado en el macabro y potencialmente peligroso juego de la desinformación.

En América Latina, Ecuador no ha quedado al margen de los efectos de este novedoso formato de pandemia desinformativa. Han aparecido, en este país, individuos en franca competencia por convertirse en nuevos ‘Cuenteros de Muisne’. En tal concierto, se habló de mayores cifras de contagiados en las diferentes provincias y barrios, mientras que una marcada cantidad de curanderos informáticos se mostraron en redes sociales con el objeto de promocionar elíxires, brebajes o infusiones que, lejos de ayudar, apuntalaron la percepción de caos social y contribuyeron a una acentuación de la crisis sanitaria. El factor común a estos personeros del desconcierto es que se presentan como bendecidos con el don de la predicción y la sanación. Recetan medicinas sin prestar el menor atisbo de atención a los eventuales efectos colaterales de su irresponsabilidad.

Así, pues, en Ecuador, la desinformación está provocando más muertes y contagios que la propia pandemia generada por el nuevo coronavirus. La imagen internacional, en el ínterin, queda gravemente afectada a raíz del accionar clandestino de estos cibernautas irresponsables, consolidándose la proyección del país como una nación salida de la era de las cavernas, en la que cadáveres de ciudadanos son abandonados junto a botaderos de basura. En consecuencia, la sensación de pánico se ha incrementado notablemente en tiempos de cuarentena: el público se ha vuelto adicto al morbo que se destila con recurrencia en sitios web promotores de fake news. Acto seguido, la expansión del fenómeno de la infodemia adquiere un carácter geométrico.

Finalmente, el país no solo se ve en la necesidad de lidiar con las falsas noticias; también ha de ocuparse al sinnúmero de ataques informáticos originados en diferentes sitios web cuyo fin es propiciar desestabilización, por vía de la explotación de titulares apócrifos y del falso rumor. En todo concepto, esos canales irregulares no ocultan su intención de posicionar protervos intereses políticos de ex funcionarios públicos bien identificados que se fugaron del territorio nacional, a criterio de no tener que hacer frente a procesos judiciales.

El gobierno no ha podido contrarrestar ese agudo esfuerzo desinformativo. Ergo, la cifra real de decesos, contagios y recuperados se ha vuelto afectada por la falta de credibilidad, o bien por la incertidumbre. Cada funcionario, actuando individualmente, se cree dueño de la potestad más absoluta, a efectos de presentarse ante los medios de comunicación para informar o desinformar. Las ruedas de prensa organizadas por funcionarios, en este contexto, terminan contribuyendo a la amplificación de la incertidumbre.

La infodemia, y la crisis sanitaria que afecta al país desde febrero del 2020 -con la que lidia actualmente el COE- se exhibe en estado de completo desborde. Esta infortunada novedad ya puede percibirse como una grave amenaza contra la seguridad nacional del Ecuador, en tanto amerita la urgente convocatoria del COSEPE -órgano autorizado por la Constitución para hacer frente a un concierto de crisis como la actual.


 
Sobre Mario Pazmiño Silva

Mario Pazmiño Silva es Coronel (R) del Ejército del Ecuador. Cuenta con un Master en Seguridad y Desarrollo. Es Presidente del Centro de Análisis e Investigación Internacional, Consultor Internacional en Seguridad y Defensa. Oficia de Analista para diferentes medios de comunicación sobre temas de Terrorismo e Inteligencia, y desarrolla publicaciones para distintos medios de comunicación en América Latina. Su correo electrónico, aquí.