INTERNACIONALES: VICTOR DAVIS HANSON

Los referentes de generaciones anteriores hoy parecen colosos

Muchas de las historias que versan sobre dioses y héroes en la mitología griega fueron compilados ...

14 de Octubre de 2019

 

Muchas de las historias que versan sobre dioses y héroes en la mitología griega fueron compilados durante la Edad Oscura de Grecia. Tribus empobrecidas compartían tradiciones orales cuyo origen se remonta a la caída de las civilizaciones palaciegas de la Grecia micenaica.
 
Los griegos de esa Edad Oscura intentaron dotar de sentido a las extensas ruinas de los olvidados palacios monumentales de sus antepasados, los cuales aún se mantenían en pie.
 
Segunda Guerra MundialNosotros, ya en el siglo XXI, comenzamos a repasar nuestros propios logros épicos perdidos, y nos preguntamos por esos colosos sin nombre que hemos dejado atrás cuales monumentos que no podemos ya replicar; o a quienes incluso citamos con poca frecuencia, o bien lo hacemos con motivo de burla.
 
¿Acaso creería alguien que los ciudadanos estadounidenses contemporáneos podrían construir otro ferrocarril transcontinental en seis años?

Los californianos de la actualidad intentaron construir una línea férrea de alta velocidad. Pero, tras más de una década de incompetencia gubernamental, juicios, costos superados y recurrentes trabas burocráticas, se han dado por vencidos. El resultado es una línea a medio construir por encima del cielo de la ciudad de Fresno -sin haberse desplegado siquiera un metro de vías.
 
¿Quiénes fueron aquellos colosos de los años sesenta, responsables de haber construído nuestro sistema ferroviario interestatal?
 
Las rutas de california se encuentran hoy en un estado similar al que el que tenían cuando se construyeron, aunque la población se ha triplicado. Poco se agregó al sistema de autopistas, ya fuere porque hemos olvidado cómo construir buenas rutas, o porque hemos preferido gastar el dinero en derechos adquiridos, de orden redistributivo.
 
Cuando California debió reemplazar la cuarta parte del Bay Bridge de San Francisco -dañado durante el terremoto-, ello se convirtió en un desastre, con once años de peleas, costos sobrepasados, y etcéteras. Sin embargo, hace 82 años, nuestros ancestros construyó cuatro veces el largo de las piezas que debieron reemplazarse hace poco, y lo hicieron en menos de cuatro años. Les llevó apenas dos años diseñar el Bay Bridge en su totalidad, y adjudicar los contratos.
 
Nuestra generación actual se tomó cinco años, solo para planificar el reemplazo de una sola sección. En dólares ajustados por inflación, hemos invertido seis veces el dinero en un cuarto del largo del puente, y hemos exigido que trece agencias garantizaran la aprobación. En 1936, sólo una agencia supervisó todo el proyecto de diseño y construcción del puente.
 
California no ha construído una represa de importancia, en cuarenta años. En lugar de ellos, los funcionarios discuten en torno del agua almacenada y distribuída por nuestros antepasados, quienes diseñaron el Proyecto Estatal de Agua para California y el Proyecto para el Valle Central (California State Water Project, y Central Valley Project, respectivamente).
 
Los californianos de hoy contarían con poca agua y alimentos sin esos enormes sistemas de distribución y, sin embargo, suelen ignorar e incluso maldecir a la generación que supo construir los sistemas que hoy nos salvan la vida.
 
Estados Unidos fue a la Luna en 1969, con computadoras e ingeniería supuestamente primitiva. ¿Alguien cree que hoy podríamos lanzar una misión similar? Ningún ciudadano estadounidense ha vuelto a poner un pie en la Luna durante los últimos 47 años, y ello podría no volver a suceder, por otros cincuenta más.
 
Alguna vez, Hollywood nos obsequió hits impresionantes, hermosos westerns, majestuosas piezas de film noir, y comedias clásicas. Ahora, todo se ha convertido en una réplica permanente de superhéroes salidos de cómics, o remakes patéticas de viejos clásicos.
 
Nuestros escritores, directores y actores han extraviado las habilidades de nuestros antepasados. Pero también son cobardes y, en general, se han convertido en una raza aburrida, presentando bromas sobre género y clase que no son interesantes ni tienen gracia. ¿Cree alguien, acaso, que las actuales ceremonias de los Oscar son más entretenidas y dignas que las del pasado?
 
Hemos estado combatiendo en Afganistán, sin resultado, por más de dieciocho años. Nuestros abuenos ayudaron a ganar la Segunda Guerra Mundial y a derrotar a las potencias del Eje, en cuatro años.
 
En lo que a educación respecta, ¿cree acaso alguien que un graduado universitario en 2020 sabría la mitad de lo que sabía un graduado en 1950?
 
En los años cuarenta, los jóvenes leían a William Faulkner, F. Scott Fitzgerald, Pearl Buck y John Steinbeck. ¿Se parecen a algo de aquéllo nuestros novelistas actuales? ¿Acaso la generación de recién egresados de las escuelas hoy día podrían ser capaces de completar la lectura de 'La Buena Tierra' o 'Las Uvas de la Ira'?
 
En efecto, las redes sociales son algo impresionante. El internet nos ofrece acceso inmediato al conocimiento global. Nos hemos convertido en una sociedad más tolerante, al menos en la teoría. Pero Facebook no es la Represa Hoover, y ciertamente, Twitter no puede compararse con el Canal de Panamá.
 
Nuestros antepasados fueron temerarios constructores y pioneros. Hoy día, nos hemos convertido en reguladores estatales, auditores, burócratas, fiscales, abogados defensores, y adictos a las redes sociales. Aquélla generación, en la distancia, creó cosas. Hoy día, nosotros nos dedicamos mayormente a demorarlas, a perder el tiempo, o a quejarnos.
 
Mientras caminamos entre los desperdicios, las jeringas descartadas y el excremento en las aceras de nuestras fétidas ciudades; mientras nos transportamos, inconmovibles, en vías de transporte anticuadas y saturadas; y mientras exteriorizamos nuestros caprichos en Twitter o en los pórticos de nuestras otrora prestigiosas universidadese, hemos de preguntarnos: '¿Dónde estaban esas personas que nos legaron estos extraños monumentos, y que hoy no podemos siquiera emular ni comprender?'.
 
Al comparárselos con nosotros, los integrantes de aquélla generación hoy parecen colosos.


Artículo original, en inglés, aquí

* El autor, Victor Davis Hanson (Twitter: @VDHanson), es historiador en el Instituto Hoover y en la Universidad de Stanford, y autor del libro intitulado 'Las Segundas Guerras Mundiales: Cómo se Combatió y Ganó en el Primer Conflicto Global'. Publica periódicamente en The Daily Signal (Estados Unidos).