De cómo Polonia, ex integrante del Pacto de Varsovia, se convirtió en ejemplo para aliados de OTAN
Tomasz Szatkowski consigna una anomalía, por partida doble. Es el más joven embajador...
VARSOVIA, Polonia.- Tomasz Szatkowski consigna una anomalía, por partida doble. Es el más joven embajador ante OTAN, y representa a uno de los siete miembros de la alianza de 28 naciones que pagan la cuota completa a la hora de respaldarla.
La política de OTAN exige a los países miembros que inviertan al menos un 2% de su PBI en Defensa. Y Polonia lo hace, planeando incluso invertir un 2.5% hacia 2030.
Polonia ha estado incrementando su presupuesto para Defensa durante años, dada su proximidad a una agresiva Rusia -y a la historia que comparten ambas. En el siglo XX, la nación europea fue invadida tanto por Alemania como por Rusia.
'Esta es la lección que hemos aprendido, por las malas, a saber: que uno debe invertir en su propia seguridad', señaló Szatkowski -de 41 años de edad-, quien ocupa ese puesto ante OTAN desde julio pasado, al medio estadounidense The Daily Signal.
En su periplo hacia suelo polaco a comienzos de septiembre, con miras a conmemorar el octagésimo aniversario del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, el vicepresidente estadounidense Mike Pence recordó a los aliados de Washington que deben hacerse cargo de sus obligaciones en el seno de OTAN.
Compartir la carga es significativo porque, en conformidad con el acuerdo firmado por los Estados-miembro de OTAN, si uno de ellos es atacado, el resto habrá de acudir en su asistencia.
'OTAN, a pesar de sus debilidades, no es una alianza perfecta, pero es la mejor que fuera creada en la historia de la civilización occidental', puntualizó Szatkowski. 'Por lo tanto, también hemos de mantenerla. Y tenemos que invertir en ello. Es natural que nosotros hagamos lo que nos corresponde, si esperamos que otros salgan eventualmente en nuestra defensa'.
‘Realidades geopolíticas cambiantes'
De los 28 miembros de OTAN, sólo los Estados Unidos de América, la Gran Bretaña, Grecia, Estonia, Latvia y Lituania invierten un 2% o más de su PBI en sus fuerzas armadas, de acuerdo a cifras oficiales de OTAN. Esto consigna una mejora desde 2016, oportunidad en la que sólo cuatro naciones hacían frente a esta responsabilidad.
'Sólo un puñado de miembros de OTAN pueden decir que hacen frente a sus compromisos en materia de inversión. Estados Unidos tiene razón al insistir en este punto', afirma Daniel Kochis -analista senior en Asuntos Europeos en el think tank estadounidense The Heritage Foundation- a The Daily Signal. 'Sin embargo, no hay nada en el Tratado del Atlántico Norte de 1949 que exprese que las garantías de seguridad de la alianza sean condicionales frente a cierto nivel de inversión en defensa por parte de sus miembros'.
Kochis observó que, en años recientes, la inversión en Defensa se ha incrementado, con unos US$ 41 mil millones adicionales invertidos por los aliados de OTAN, entre 2016 y 2018. Aún cuando sólo siete países cumplen con esa obligación, dieciséis no lo hacen, cuando debieran invertir un 20% de sus presupuestos globales respectivos en la adquisición de nuevo equipamiento.
'Mientras que no son suficientes los Estados-miembro de OTAN que hacen frente al 2% comentado, sí es alentador que una mayoría de países, 24 en total, tienen planes de llegar a ese 2% exigido para 2024; lo cual constituye una suerte de reconocimiento ante realidades geopolíticas cambiantes y, quizás, al hecho de que el mensaje estadounidense ha tenido una llegada coherente', agregó Kochis.
La necesidad de compartir responsabilidades presupuestarias oficia como un esquema de contención, en la opinión de algunos ciudadanos polacos como Jarey Baster -residente de Tarnobrzeg, ciudad situada al sudoeste de Polonia. 'No es justo que el pueblo polaco pague su cuota de OTAN, mientras que otras naciones no lo hacen', señaló Baster a The Daily Signal. 'No queremos pagar lo que deben abonar Alemania o Francia. Pero sí queremos pagar lo que nos corresponde a nosotros'.
En oportunidad de la visita del presidente polaco Andrzej Duda a la Casa Blanca en junio pasado, su par estadounidense Donald Trump anunció planes con miras a desplegar unos dos mil soldados estadounidenses en Polonia, que se agregarán a los cuatro mil ya presentes allí -iniciativa que fue contemplada a la luz de la necesidad de disuadir ante cualquier eventual agresión de parte de Rusia.
Polonia ha ofrecido invertir US$ 2 mil millones en la construcción de bases militares para albergar a esas tropas. Asimismo, el gobierno polaco está adquiriendo 32 jets de combate F-35A a los Estados Unidos.
Trump expresó que sería de su agrado relocalizar tropas que actualmente se encuentran estacionadas en Alemania, país que, a pesar de contar con la economía más sólida en Europa, no hace frente a sus obligaciones con OTAN, por cuanto apenas invierte el 1.36% de su PBI en Defensa.
'La amenaza representada por Rusia'
Paulina Michalczyk, residente de Poznan -al oeste de Polonia- reconoce estar preocupada frente a la posibilidad de un mayor gasto militar, y ante la perspectiva de que una cifra superior de soldados estadounidenses incrementen el nivel de agresividad de la Federación Rusa.
'No estamos en guerra. No nos encontramos amenazados por país alguno. Rusia es una amenaza. Y siempre lo ha sido', señaló Michalczyk (de 29 años de edad) a The Daily Signal mientras visitaba Cracovia. 'Lo que sucedió en Crimea [Ucrania] fue bastante malo. Pero, si los rusos empezaran a hacer algo, creo que la asistencia de los soldados estadounidenses sería vista como muy positiva para nosotros', dijo Michalczyk al respecto de la anexión rusa de la Península de Crimea en 2014. 'Pero, por ahora, la situación está más o menos tranquila'.
Polonia se convirtió en miembro de NATO en 1999 y, aún cuando sabe apreciar lo que NATO significa, el país fue alguna vez un protagonista central en la alianza soviética conocida como el Pacto de Varsovia, en épocas de la Guerra Fría.
Previo a ocupar oficialmente su puesto como embajador ante OTAN en julio pasado, Szatkowski sirvió como subsecretario de defensa nacional, desde 2015 hasta 2019. Sus responsabilidades se centraron en asuntos internacionales, la organización de la cumbre de OTAN de 2016 en Varsovia, y la negociación con los Estados Unidos al respecto del incremento de la presencia militar de ese país en territorio polaco.
'Provengo de una familia de raíces militares y patrióticas', señaló Szatkowski. 'Así es que, en mi perspectiva, siempre me interesé por mi carrera militar. Pero mi visión no es buena, y no fue posible. Así que me dediqué al derecho'. Obtuvo su grado en la Universidad de Varsovia previo a marchar al extranjero para completar estudios, en el Reino Unido y en los Estados Unidos.
'Entonces, hacia el final de mi carrera universitaria, me dediqué a seguir mi pasión, y mis intereses', expresó Szatkowski. 'Esos intereses siempre se centraron en asuntos de seguridad nacional. Por aquél entonces, los cursos para civiles que se interesaban en temas de seguridad nacional no estaban mayormente desarrollados'.
Szatkowski obtuvo luego un posgrado en estudios de guerra en el King's College de Londres. Completaría después un curso de entrenamiento para responsables de personal en la Escuela Naval para Posgraduados en Monterey, California, y un curso en programación de políticas para la Defensa y administración estratégica en la Academia de la Defensa en el Reino Unido.
Desde entonces, ocupó puestos de consultoría para miembros del Partido Ley y Justicia en Polonia, en el parlamento polaco y, tiempo más tarde, en el Parlamento Europeo.
‘Inversiones y riesgos’
Cuando el partido Ley y Justicia perdió el poder en los comicios de 2010, Szatkowski dejó el gobierno y, eventualmente, fundó un think tank que llevó el nombre de Centro Nacional para Estudios Estratégicos (National Center for Strategic Studies), que dirigió desde 2013 hasta 2016.
El think tank polaco trabajó en conjunto con el Centro para Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias (Center for Strategic and Budgetary Assessments), organización no-gubernamental con base en Washington, tomando parte también en la organización y ejecución de los primeros juegos de guerra conjuntos entre EE.UU. y Polonia.
'Tenía yo muchas ganas de importar algunos de los mejores análisis en materia de Defensa que vi en los Estados Unidos, imprimiéndole mayor calidad al debate en torno de estos temas', agregó Szatkowski.
Luego de que Ley y Justicia recuperó su llegada al poder en las elecciones de 2015, a Szatkowski le fue propuesto trabajar durante un año para el Ministerio de la Defensa Nacional. Pero, según recuerda el propio Szatkowski, ese año se convirtió en cuatro, antes de que fuera designado en el puesto de OTAN durante el verano pasado.
'OTAN necesita seguir demostrando su compromiso en la defensa colectiva', consigna James Carafano, vicepresidente para temas de seguridad nacional y política exterior en The Heritage Foundation, para The Daily Signal. 'No hay mensaje más sólido para enviar al presidente ruso Vladimir Putin, que aquel que explicita los riesgos que cada nación tiene al invertir en un propósito, por ejemplo, la obligación que los Estados-miebro OTAN tienen con la alianza'.
Los líderes políticos y jefes de Estado de OTAN se reunirán entre el 3 y 4 de diciembre próximos en Londres, con la meta de conmemorar el septuagésimo aniversario de OTAN. Es muy probable que la arenga a compartir las cargas presupuestarias se convierta en eje central de la conversación.
'El cónclave de Londres ofrecerá a los miembros la oportunidad de consolidar sus compromisos en el plan 30-30-30-30, que exige que OTAN cuente con treinta batallones, treinta escuadrones de jets de combate, treinta navíos listos, todos para ser desplegados en treinta días', sentenció Carafano, quien completaría luego:
Esta iniciativa se referirá a cuestiones vinculadas a la preparación previa, optimizando la credibilidad de las capacidades disuasivas de la alianza en materia convencional. Si los aliados dedicaran el ciento por ciento de sus esfuerzos a estas metas, entonces los debates y las acusaciones sobre financiamientos inferiores a lo indicado perderían su caracterización política, resolviéndose por sí solos. En lugar de ello, los líderes políticos podrán enfocarse en capacidades concretas que atraerán la atención del presidente Putin.
Lucas se desempeña como corresponsal en la Casa Blanca, para el sitio web estadounidense The Daily Signal (Washington, D.C.). Es autor del libro 'Tainted by Suspicion' (Contaminados por la Sospecha).