ESTADOS UNIDOS: DAKOTA WOOD

Estados Unidos y el legado de Ross Perot

El escenario se deterioraba rápidamente en Irán, durante 1978. El shah había abandonado el poder...

10 de Julio de 2019

 

El escenario se deterioraba rápidamente en Irán, durante 1978. El shah había abandonado el poder, el primer ministro no se hallaba en capacidad de detener los levantamientos sociales ni de morigerar las revueltas políticas, y los mulás -liderados por el ayatolá Khomenei-, comenzaron a movilizarse agresivamente para hacerse del control del gobierno.
 
Ross Perot, Electronic Daya SystemsLa firma de Ross Perot, Electronic Data Systems (EDS) se hallaba a la vera de firmar un contrato con el gobierno iraní, consensuado durante el mandato del Shah Pahlavi. Pero, mientras los riesgos para los empleados se incrementaban, Perot decidió retirar a su personal, en vistas del empeoramiento de la situación.
 
Pero mucho antes de que los ciudadanos estadounidenses pudieran ser evacuados hacia fines de diciembre, sin embargo, dos miembros del staff de Perot fueron puestos bajo arresto y encarcelados.
 
Perot, siempre priorizando el bienestar de sus empleados, solicitó de inmediato la asistencia del gobierno estadounidense. Cuando nadie se acercó para responderle -en una maniobra clásica de él, cuando había vidas en juego-, Ross Perot pasó a la acción.
 
Como hombre de las fuerzas armadas, y habiendo trabajado muy cerca de militares desde su graduación en la Academia Naval (1953), Perot buscó la asistencia de un altamente especializado Boina Verde, Arthur Simmons, y organizó su propia misión de rescate, ideada principalmente por empleados de Electronic Data Systems -todos los cuales eran ex uniformados con experiencia en combate. Perot incluso se acercó al sitio de conflicto, como miembro encubierto de aquel equipo.
 
El equipo de Perot pudo motorizar una revuelta popular contra la odiada prisión de Ghosr, en la que su staff había sido detenida; a posteriori, logró rescatar a esas personas con éxito. Luego de ello, Perot se trasladó a través de Irán, en un peligroso periplo cuya meta era alcanzar la segura frontera de Turquía.
 
Ese fue el Ross Perot que todos conocieron -portador de una pasión por hacer cosas, sin importar los obstáculos.
 
Su compromiso de vida, que se sintetizó en un apoyo permanente por los militares de Estados Unidos en todo el mundo, se vio teñido de idéntica pasión, decisión, patriotismo y amor por su país.
 
A lo largo de su vida, Perot siempre es esmeró en ganar respaldo público por las fuerzas armadas estadounidenses. Su propósito coincidió con mejorar la calidad de vida de los militares, subrayar el destacado rol que les toca en el resguardo del país y de su pueblo, y lograr reconocimiento para los sacrificios llevados a cabo por esos hombres de armas.
 
En 1970, intentó enviar suministros y obsequios de Navidad para prisioneros de guerra retenidos por Vietnam del Norte (aunque tales artículos fueron rechazados por los norvietnamitas, conforme era de esperarse).
 
Ross Perot financió un desfile en honor de los prisioneros de guerra liberados por Vietnam del Norte cuando el conflicto llegó a su fin, de tal forma que aquellos hombres pudieran retornar a suelo patrio, reconocidos y valorados por la ciudadanía.
 
El hombre de negocios otorgó becas para los hijos de los militares que resultaron muertos en la Operación Eagle Claw (Garra de Aguila) de 1980, intento fallido para rescatar a los rehenes estadounidenses tomados por el régimen iraní de los mulás.
 
Asimismo, Perot donó caballos para la policía montada de Nueva York, y personalmente financió protección armada para agentes antinarcóticos que habían recibido amenazas de muerte, como resultado de haber trabajado para perseguir a peligrosos pandilleros dedicados al contrabando de drogas.
 
Amén de aquéllo, estableció la Fundación Perot para financiar investigaciones médicas que atendieran a las enfermedades contraídas por personal militar estadounidense que sirvió en la Operación Tormenta del Desierto.
 
Dados estos esfuerzos y muchos otros más, Perot recibió reiterados reconocimientos de parte de numerosas organizaciones que apreciaron el servicio dado a su país, a sus compatriotas y, especialmente, a las fuerzas armadas americanas. Entre esos reconocimientos, Perot se hizo acreedor del Premio Raoul Wallenberg, el Premio Winston Churchill, los Premios Patrick Henry y Eisenhower, y el Premio de la Secretaría de los Asuntos para Veteranos (dado su apoyo a veteranos de guerra y a hombres de las fuerzas armadas).
 
Ross Perot también fue nombrado Boina Verde honorífico por el Centro de Guerra Especial John F. Kennedy, y recibió la Medalla al Distinguido Servicio Público -el más alto reconocimiento que los militares ofrecen a civiles-, por parte del Departamento de la Defensa.
 
En efecto, Perot fue un exitoso hombre de negocios y, en todo concepto, la figura política extrapartidaria más relevante en la historia de los Estados Unidos de América.
 
Pero fue la humanidad de Ross Perot, el amor por aquellos que sirvieron a su país, y su compromiso para hacer lo necesario con la meta de apoyar a otros, lo que lo convirtió en una figura tan especial como memorable.
 
Tras emprender otra noble batalla contra el cáncer, sucumbió a los 89 años de edad -aunque siempre manteniendo el buen humor y su perspectiva positiva frente a la vida-, dejándonos un ejemplo difícil de imitar frente a lo que toda persona puede hacer, si cuenta con el coraje, la convicción y la claridad necesarias para entender aquello que es necesario hacer. Siempre con el foco puesto en la más noble de las causas: el servir a los demás, y pasar a la acción para hacer la diferencia.


Artículo original, en inglés, aquí

 
Sobre Dakota Wood

Es Analista Senior en Programas para la Defensa en el Centro Douglas y Sarah Allison de Estudios sobre Política Exterior, en la Fundación Heritage. Sus trabajos también son publicados en español en la web Heritage Libertad.