INTERNACIONALES: CARLOS ANDRES GOMEZ RODAS

Colombia y el inadvertido trasbordo ideológico

Los expertos en el interesante y estratégico asunto de la guerra psicológica...

05 de Junio de 2019

Y pretenden curar la herida de mi pueblo livianamente, diciendo: "¡Paz, paz!", cuando no hay paz.

Jeremías 8, 11
 
El problema no son las Malvinas reales, sino las Malvinas mentales.
 
Anónimo

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Los expertos en el interesante y estratégico asunto de la guerra psicológica afirman que uno de los objetivos principales de las partes enfrentadas en esta contienda por las mentes y las conciencias es lograr que quienes están neutrales se les unan, y que los opuestos, luego de pasar a la neutralidad, terminen haciendo parte de su facción, lo cual se hace mediante sofisticados procesos de disuasión y persuasión que apuntan a cambiar, radicalmente, los valores, las actitudes y los comportamientos de las personas implicadas. Podría decirse, incluso, que en un conflicto, la guerra psicológica es, por lo mismo, más importante que la guerra material y que los resultados de esta dependen, la mayoría de las veces, del desarrollo de aquélla.
 
Narcoterrorismo, Juan Manuel Santos, FARC, Terrorismo internacional, GenocidioEn 1965, el pensador brasileño Plinio Corrȇa de Oliveira publicó Baldeação ideológica inadvertida e Diálogo (Trasbordo ideológico inadvertido y Diálogo), interesante obra en la que se tocan variadas disciplinas de las ciencias humanas, pero, fundamentalmente, la lógica, la psicología, la retórica y la dialéctica, teniendo como fin explicar el funcionamiento del método que da título al libro, el cual se sintetiza en 'actuar sobre el espíritu de otro, llevándolo a cambiar de ideología sin que éste lo perciba' (2016, 44).
 
Son muchos los que han usado el concepto de trasbordo ideológico o de trasbordo ideológico inadvertido, muchos también son los que se lo atribuyen a sí mismos, a sus amigos cercanos o a sus maestros, pero lo cierto es que quien acuñó y desarrolló esta importante noción fue el Doctor Plinio, para ser rigurosos con la historia y dar los créditos a quien, verdaderamente, se los merece.

Esta noción se integró al lenguaje de académicos, políticos, militares, periodistas y analistas de todo tipo, dada su capacidad de definir un proceso que resulta fundamental para las ciencias humanas, pues quien maneja los hilos que mueven la mente humana tiene la posibilidad de conducir el curso de la historia, incluso, sin necesidad de exponerse ni revelar su identidad, tan solo mediante la introducción en los medios de mensajes, slogans, imágenes, lemas y melodías que, paulatinamente, vayan dirigiendo a la opinión pública a la aceptación y aprobación de una forma de pensamiento que antes rechazaba o condenaba.

Teniendo esto claro, resulta acertado afirmar y denunciar ante la comunidad internacional que Colombia viene siendo víctima de un verdadero trasbordo ideológico inadvertido que la viene conduciendo, desde hace casi diez años, a una posición favorable a los acuerdos de impunidad firmados entre el gobierno inicuo de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ignorando la voluntad del pueblo que, cada vez más, cansado psicológicamente, resignado o temeroso de una vuelta a las armas de los terroristas, va cediendo en los principios, disminuyendo su combatividad y compromiso en la lucha contra la imposición de la falsa paz o, peor aún, ve a sus enemigos en aquellos que le advierten el peligro y se amista con quienes, realmente, son el peligro.

Un excelente ejemplo de lo anterior se encuentra en el proyecto BioAnorí, realizado por la Escuela de Administración, Finanzas-Instituto Tecnológico (EAFIT), el Centro para Estudios en la Salud (CES), la Universidad de Antioquia, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Colciencias, las Empresas Públicas de Medellín (EPM), FARC y Corantioquia, en el que un grupo de profesores, científicos, líderes sociales y excombatientes de las FARC (si es que, en sentido estricto, son excombatientes) se internaron durante quince días en uno de los últimos bosques nativos continuos de Colombia, con 52.000 hectáreas de extensión, ubicado en el municipio antioqueño de Anorí, al nordeste de este  departamento colombiano, con el fin de explorar la biodiversidad de este bosque y clasificar nuevas especies.

De ninguna manera se pretende criticar aquí la labor científica y ecológica de la expedición realizada en BioAnorí, pero sí se quiere advertir sobre el uso de actividades como esta para romper las barreras de horror con respecto a los criminales de las FARC, cuya imagen va siendo lavada de modo inadvertido y pasan de ser los enemigos de la civilidad, la paz y el orden a ser inofensivos expedicionarios y amigos de la naturaleza. Las palabras de uno de los profesores participantes del proyecto confirman el éxito del trasbordo ideológico aquí operado:

'Esta expedición es muy bonita desde el punto de vista que estamos trabajando juntos hombro a hombro con exguerrilleros de las Farc, personas campesinas de la zona y con nosotros los investigadores. En mi caso personal porque yo estuve secuestrado por el frente 41 de las Farc, hace 15 años en la Serranía del Perijá (en la frontera con Venezuela), tratando de hacer una expedición como estas y hoy, 15 años después, logro conectarme de nuevo con ellos en unos términos muy diferentes, menos hostiles y no como víctimas de esta guerra que hemos tenido en Colombia y precisamente vamos como coinvestigadores a aprender de todo lo que las Farc conoce del monte, que ellos aprendan un poquito de nosotros y este conocimiento conjunto haga parte de la exploración de Colombia' (Diego Calderón. Biólogo-ornitólogo de la Universidad de Antioquia).

No es este el espacio para hablar de los delitos y de las penas de los exguerrilleros que participaron en esta expedición y, seguramente, es necesario admitir que no son ellos los máximos responsables de los crímenes cometidos durante el conflicto armado colombiano, tampoco se pretende hacer una arenga contra el perdón, que es uno de los mayores gestos y signos de humanidad, eso es elogiable, pero, lo cierto, indiscutiblemente, es que las entidades que organizaron y patrocinaron este proyecto, como tantas otras con iniciativas diferentes que tienen el mismo objetivo, están limpiando la cara de un grupo terrorista que sigue dañando a Colombia, ante la mirada de nacionales e internacionales, para legitimar moralmente su impunidad y su participación política, lograda, en lo jurídico, con mermelada, y, en lo mediático y político, por medio del trasbordo ideológico inadvertido.

Sería absurdo decir que se quiere advertir a estas organizaciones de algo que no perciben. Por supuesto que no. Sus directivos son conscientes del proceso inmoral y sofístico con el que contribuyen y, por eso, responderán en juicio ante el tribunal de la historia, pero sí se desea advertir a la comunidad colombiana y extranjera que debe estar alerta ante el lavado de cerebro que, más tarde o más temprano, tendrá a las FARC gobernando y a sus militantes como pacíficos y amigables “guardabosques”.
 

Referencias
 
- Corrȇa de Oliveira, Plinio. Trasbordo ideológico inadvertido y Diálogo. Trad. Alfredo Mac Hale. Medellín: Centro Cultural Cruzada, 2016.
- Sagrada Biblia. Versión crítica sobre los textos hebreo y griego. Trad. Jose María Bover y Francisco Cantera Burgos. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1957.
- https://misiononucol.exposure.co/bio-anori-una-expedicion-de-reconciliacion-y-vida


 
Sobre Carlos Andrés Gómez Rodas

Gómez Rodas es Licenciado en Filosofía y Letras y Doctor en Filosofía (Universidad Pontificia Bolivariana; en Medellín, Colombia). Miembro del Centro de Estudios Clásicos y Medievales Gonzalo Soto Posada (CESCLAM). Coautor de los dos tomos del libro '100 Preguntas y Respuestas para Comprender el Conflicto Colombiano'. Es colaborador regular en El Ojo Digital (Argentina) y en el Centro Cultural Cruzada y Razón+Fe (ambos de la República de Colombia).