INTERNACIONALES: JUAN CARLOS HIDALGO

Venezuela: por qué esta podría ser la última oportunidad para remover a Nicolás Maduro del poder

Todo no está resuelto, tras los enfrentamientos registrados la pasada semana en Caracas, Venezuela...

09 de May de 2019


Todo no está resuelto, tras los enfrentamientos registrados la pasada semana en CaracasVenezuela, que se dieron luego de que del presidente interno Juan Guaidó declarara contar con el respaldo de las Fuerzas Armadas, y llamara a la ciudadanía venezolana a unirse en un último esfuerzo para remover a Nicolás Maduro del poder. Se trató del reto más importante al régimen de Maduro desde que consolidara su dictadura en 2017, pero el levantamiento no ha logrado su objetivo—no por ahora, al menos.

Guaidó, Narcodictadura de Nicolás Maduro y cubanos, La Habana, CubaInfortunadamente, incluso contando con el respaldo de algunos miembros de los militares, la corrupción inherente al sistema socialista de Venezuela constituye una férrea defensa contra un levantamiento democrático.

Algunos observadores culpan a Guaidó y a su mentor, Leopoldo López—quien estuvo bajo arresto domiciliario pero fue liberado por los funcionarios de inteligencia a cargo de su custodia—por sobreestimar su jugada. Sin embargo, lo cierto es que se desconocen las circunstancias exactas en torno a las cuales ellos tomaron la decisión de convocar a un levantamiento cívico-militar.

En tal contexto, la libertad de Guaidó está cada vez más amenazada, luego de que el régimen eliminara su inmunidad parlamentaria y amenazara con encarcelarlo. Las protestas que ha liderado durante los últimos meses —aunque han sido masivas— fueron en gran medida pacíficas, y no constituyeron una amenaza contra la narcodictadura de Maduro. Conforme la economía continúa colapsando, con apagones que duran días enteros que hacen que todo se paralice, el público está ingresando en un franco estado de supervivencia, preocupada cada vez más por garantizarse alimentos y agua, antes que en deponer al régimen. En este punto muerto entre Maduro y las fuerzas democráticas de Venezuela, el tiempo está del lado del régimen.

Coordinar y ejecutar un levantamiento militar exitoso en Venezuela es extremadamente difícil.
Los militares de más alto rango conforman una organización criminal profundamente involucrada en la corrupción, la extorsión, el contrabando y el tráfico de drogas. Un general incompetente dirige el menguante, aunque todavía rentable, negocio del petróleo—la producción colapsó hasta llegar a 732.000 barriles al día en marzo, mostrando un declive marcado y consistente desde 2013. El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de América ha denominado a varios generales como jefes de cárteles de droga: una porción considerable, sino la gran mayoría de la producción de cocaína de Colombia ahora pasa por Venezuela. En consecuencia, los incentivos para que los altos rangos de las Fuerzas Armadas se cambien de bando, a pesar de las ofertas de amnistía, son casi nulas.


La influencia cubana en Venezuela

Pero se registra un creciente descontento entre las tropas. Después de todo, los familiares de los uniformados no son inmunes a la crisis humanitaria. Alrededor de 1.000 soldados venezolanos han desertado, ingresando a Colombia solamente este año. Sin embargo, se conocen informes que refieren que sus familias en casa han sido amedrentadas y hasta torturadas, elevando los costos de posicionarse en contra del régimen. Finalmente, el reto más importante se resume en la presencia de miles de operativos cubanosinfiltrados en las Fuerzas Armadas—un hecho que ha sido reconocido por el Presidente Donald Trump y disputado por el diplomático cubano Carlos Fernández de Cossío. La dictadura de décadas de antigüedad es el aliado más cercano de Maduro, y de acuerdo a la totalidad de lo que se ha informado, la Habana está realmente a cargo en Caracas. Cuba cuenta con uno de los servicios de inteligencia más sofisticados e implacables del mundo. Los soldados venezolanos son vigilados de cerca y el precio de cualquier señal de deslealtad es alto: encarcelamiento y tortura.

Las fuerzas democráticas de Venezuela están conscientes de las probabilidades. También saben que los eventos de la semana pasada consignan un punto de quiebre para ellos. A pesar de ser reconocido por más de 50 naciones como el presidente legítimo del país, Guaidó podría ser encarcelado en cualquier momento. Esta podría ser la última oportunidad para sacar a Maduro del poder en el futuro cercano. A pesar de la bienvenida presión de gran parte de la comunidad internacional, particularmente de los Estados Unidos, el futuro de Venezuela reposa en las manos de los propios ciudadanos venezolanos.

O bien aquéllos responden a la dramática convocatoria de Guaidó en pos de deponer a la dictadura, o bien arriesgarán a padecer la opresión y la miseria durante muchos años más.


 

Sobre Juan Carlos Hidalgo

Es Analista de Políticas Públicas para América Latina en el Cato Institute. Escribe frecuentemente sobre temas de actualidad, y sus trabajos han sido publicados en los principales periódicos latinoamericanos como La Nación (Argentina), El Tiempo (Colombia), El Universal (México) y El Comercio (Perú). También ha sido entrevistado en medios internacionales como BBC News, Al Jazeera, CNN en Español, Univisión, Telemundo, Voice of America, entre otros. Es graduado en Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional de Costa Rica y obtuvo su Maestría en Comercio y Política Pública Internacional en George Mason University.