INTERNACIONALES: JAMES PHILLIPS

Estados Unidos designa a la Guardia Revolucionaria iraní como organización terrorista en el extranjero

En lo que consignó una histórica decisión, este lunes, el Secretario de Estado americano Mike Pompeo...

09 de Abril de 2019


En lo que consignó una histórica decisión, este lunes, el Secretario de Estado americano Mike Pompeo anunció la designación del Cuerpo de la Guardia Islámica Revolucionaria de Irán (en la foto, el General de Brigada Hossein Salami, comandante del núcleo) como organización terrorista en el extranjero (FTO). Se trata, en rigor, de la primera oportunidad en la que Estados Unidos obsequia esta designación a un órgano gubernamental. La medida habilitará a Washington para que motorice mayores sanciones contra el tiránico régimen iraní, lo cual se enmarca en la política exterior de 'máxima presión' de la Administración Trump.

General Hossein SalamiLa Guardia Revolucionaria iraní oficia de escudo y espada de la revolución islámica en ese país, desde el año 1979. Se le ha acusado de atacar a los enemigos de Irán en el extranjero, respaldando la red de proxies o subsidiarios terroristas de Teherán, y de aplastar a la oposición política que trabaja a nivel doméstico contra los personeros de la revolución.

La pasada semana, el Pentágono dio a conocer una evaluación actualizada de un informe que responsabilizó a la Guardia Revolucionaria de Irán por habilitar a fuerzas proxy iraquíes por asesinar a 603 elementos de las fuerzas militares estadounidenses en Irak. La cifra representa un 17% sobre el total de decesos acusado por el personal estadounidense, desde 2003 hasta 2011. Asimismo, la Guardia Revolucionaria controla el programa iraní de misiles balísticos, los aspectos militares de su programa nuclear, y segmentos críticos de la economía de Irán -tutelada por el Estado.

La referida designación como organización terrorista en el extranjero se hará efectiva el próximo lunes, instancia en la que el gobierno de los Estados Unidos de América contará con instrumentos adicionales para implementar sanciones contra la Guardia Revolucionaria, y contra toda aquella entiedad foránea que haga negocios con ella, contra sus subsidiarias, y contra sus compañías que hagan las veces de fachada. Este conjunto de procedimientos permitirá que Washington golpee con más fuerza a sectores clave de la economía iraní, provisto que la Guardia Revolucionaria se encuentra íntimamente emparentada con la actividad petrolera en ese país, en la construcción, y en las industrias para la Defensa. En su rol de Director de la CIA en 2017, Pompeo estimó que la Guardia Revolucionaria controlaba al menos un 20% de la economía en la República Islámica de Irán.

El renovado esfuerzo de sanciones logrará obstaculizar el empleo de recursos a la hora de exportar terrorismo, lo cual, a su vez, ayudará a optimizar la seguridad de los Estados Unidos y la de sus aliados regionales. De igual manera, la decisión de la Casa Blanca beneficiará al pueblo iraní, que en rigor se presenta como víctima de la cúpula de la Guardia Revolucionaria. 

Adicionalmente, las sanciones incrementarán la presión contra firmas extranjeras que continúan haciendo negocios con Teherán. Tales compañías privadas se enfrentan ahora a un horizonte de persecución judicial en los tribunales estadounidenses, por proporcionar asistencia material para el terrorismo, si acaso se involucran en actividades comerciales con entidades iraníes afiliadas a la Guardia Revolucionaria.

El presidente estadounidense Donald Trump se explayó sobre este punto, en un comunicado de la Casa Blanca hecho público el pasado lunes, en el que advirtió: 'Si Usted está haciendo negocios con la Guardia Revolucionaria de Irán, pues entonces está financiando al terrorismo'.

El mandatario también aprovechó para comunicar que habrá más sanciones contra Irán:

Esta acción envía un mensaje contundente a Teherán, en el sentido de que su respaldo por el terrorismo comporta serias consecuencias. Continuaremos incrementando la presión financiera, y elevando los costos para el régimen iraní, dado su apoyo por actividades terroristas, hasta tanto abandone su comportamiento maligno y carente de respeto por la legislación.

Esta presión extra sobre la economía iraní someterá al régimen iraní a mayores cuotas de estrés, siendo que ya debe lidiar con el descontento de la ciudadanía. La Administración Trump aspira a que un régimen más duro de sanciones presionará a Irán para que modere su política exterior agresiva, o bien arriesgue a ser derrocado por su propio pueblo.


Artículo original, en inglés, aquí

 

Sobre James Phillips

Analista senior en el Centro Douglas y Sarah Allison para Estudios de Política Exterior en la Fundación Heritage. Ha desarrollado numerosos trabajos sobre asuntos relativos al Medio Oriente y sobre terrorismo internacional desde 1978. Es columnista en medios televisivos norteamericanos y ha testificado en comités del congreso estadounidense en relación a temáticas de seguridad internacional.