INTERNACIONALES: THOMAS SPOEHR

Por qué la suspensión de ejercicios militares con Corea del Sur es una decisión incorrecta

La Administración Trump acaba de tomar una decisión que podría debilitar la preparación militar...

04 de Marzo de 2019

La Administración Trump acaba de tomar una decisión que podría debilitar la preparación militar de los Estados Unidos y de Corea del Sur, ante un eventual conflicto con Corea del Norte.

Ejercicios Militares, Estados Unidos, Corea del Sur, Corea del NorteEl pasado sábado, el Pentágono y el Ministerio de Defensa de Corea del Sur anunciaron la cancelación de los ejercicios militares conjuntos que las dos naciones llevan adelante en cada primavera. Como justificativo, el Pentágono citó su 'deseo de reducir las tensiones y de respaldar nuestros esfuerzos diplomáticos con miras a consolidar una desnuclearización completa de la Península de Corea de una manera definitiva y verificable'. En rigor, se asiste a una decisión errónea, que involucra las razones equivocadas.

Hasta hoy, los extensivos ejercicios militares conjuntos de EE.UU. y Corea del Sur solo habían sido suspendidos, decisión que comportaba aspectos cuestionables pero que, al menos, era plausible dado que las conversaciones nucleares con Pyongyang se hallaban en proceso.

El novedoso anuncio, por su parte, es diferente, conforme cancela los ejercicios de modo permanente. Sobreviene tras la cumbre entre el presidente Donald Trump y el presidente norcoreano Kim Jong Un, que no compartió progresos en torno de la desnuclearización -lo cual, a su vez, tornó en más inexplicable aún la decisión del Pentágono.

Los ejercicios, conocidos por sus nombres Foal Eagle y Key Resolve, fueron diseñados con el objeto de 'incrementar la preparación de las fuerzas armadas a la hora de proceder a la defensa de Corea del Sur, proteger a la región, y mantener la estabilidad en la Península de Corea'. Foal Eagle involucra ejercicios sobre el terreno y, en los últimos años, tomaron parte de ellos un aproximado de 10 mil tropas estadounidenses y 20 mil surcoreanas. Key Resolve, mientras tanto, es un ejercicio administrado por ordenadores, diseñado para entrenar al personal que se desempeña en bases militares, e involucró a 12 mil soldados estadounidenses y a 10 mil de Corea del Sur. Ambos ejercicios fueron llevados a cabo durante décadas.

Los Estados Unidos y Corea del Sur han pospuesto la totalidad de los ejercicios, desde la Cumbre de Singapur de 2018, instancia en la que el presidente estadounidense Trump anunció que suspendía los 'juegos de guerra' mientras las negociaciones nucleares se llevaban a cabo. El jefe de Estado americano publicó en la red social Twitter: 'Interrumpiré los 'juegos de guerra' mientras duren las negociaciones; tal fue mi pedido, porque son EXTREMADAMENTE CAROS, y comparten una señal negativa en momentos en que se lleva a cabo una negociación de buena fe. Asimismo, eran provocativos'.

Un típico ejercicio militar observa un costo de alrededor US$ 14 millones -lo cual no consigna una cifra trivial, pero es sumamente necesaria a la hora de ejercitar la coordinación militar junto a aliados, y optimizar las imperfecciones que eventualmente pudieren surgir en el escenario complejo de las operaciones. En los planes de guerra para Corea, fuerzas estadounidenses y de Corea del Sur se muestran plenamente integradas, pero esta coordinación operativa exige prácticas constantes. Precisamente, muchos adjudican crédito a la Operación Tormenta del Desierto (Irak, 1991), a los ejercicios llevados a cabo en 1990 por el Comando Central de los Estados Unidos, el cual tomó como ejemplo para la práctica un teatro de operaciones en el que se despachaban fuerzas hacia el Golfo Pérsico.

Conforme lo citara el analista experto en el think tank estadounidense Heritage Foundation, Bruce Klingner (entendido en temáticas vinculadas a la Península de Corea), 'La decisión del presidente Trump de cancelar los ejercicios militares entre aliados ha sido el obsequio que Corea del Norte esperaba recibir. Washington y Seúl han cancelado al menos nueve de los últimos ejercicios militares, incluyendo los bautizados como Freedom Guardian, Ulchi, Taeguk, dos ejercicios Programados para la Armada, un ejercicio de artillería en el Mar Occidental, ejercicios por mar y tierra en el Mar Oriental, el ejercicio Vigilant Ace, y Foal Eagle'.

La mejor fuerza armada tiene poco valor, a no ser que reciba el entrenamiento idóneo. Y, al cancelarlo -no solo suspenderlo-, Estados Unidos cede unilateralmente en su nivel de preparación. El pasado mes, el comandante de las Fuerzas de los EE.UU. en Corea, General Robert Abramstestificó ante el congreso estadounidense que se encontraba pocupado modificando ejercicios en Corea a los efectos de reducir su 'timing de tamaño y alcance', a criterio de 'mantenerse en armonía con las exigencias diplomáticas y políticas pero sin sacrificar los niveles de preparación, evitando que estos últimos se acerquen a estándares inaceptables'.

Sin embargo, Abrams también informó no haber detectado cambios similares en las fuerzas armadas norcoreanas y su ciclo de entrenamiento, señalando: 'No hemos observado cambios significativos en el tamaño, alcance y timing de la contraparte en sus ejercicios'. De manera tal que, en esencia, Estados Unidos ha alterado su régimen de entrenamiento para sus fuerzas militares.

La cancelación de los ejercicios de la primavera tomándose como argumento el factor costo, es una economía falaz. Tomar esta decisión en medio de un ciclo de entrenamiento norcoreano que no se ha visto alterado y siendo que Corea del Norte no ha reducido sus capacidades nucleares, es errado. Por qué la nación más poderosa del globo cancelaría los ejercicios que, en sí mismos, garantizan su nivel de preparación frente al resguardo de un aliado, a criterio de satisfacer a un dictador como Kim Jong Un, es ciertamente un misterio.



Artículo original, en inglés, aquí

 

Sobre Thomas Spoehr

El autor lleva a cabo y supervisa actividades de investigación en temáticas de defensa nacional, como ser presupuestos, adquisición de equipamiento, estrategia y política gubernamental, en su rol de director del Centro para la Defensa Nacional en el think tank estadounidense The Heritage Foundation. Sus artículos son publicados en inglés en el sitio web The Daily Signal.