INTERNACIONALES: NILE GARDINER

Brexit: la ausencia de acuerdo en el Parlamento, gran noticia para el Reino Unido y para los Estados Unidos

La primer ministro británica Theresa May sufrió, pocos días atrás, una catastrófica derrota.

22 de Enero de 2019

La primer ministro británica Theresa May sufrió, pocos días atrás, una catastrófica derrota. El martes de la pasada semana, la Cámara de los Comunes rechazó la propuesta de la PM -versión para retirarse del convenio con la Unión Europea- por un margen de 230 votos. Entre quienes votaron contra ella, se hallaban 118 miembros conservadores rebeldes, que evaluaron que el acuerdo era una rendición incondicional ante la Unión Europea.

En rigor, se trata aquí de la mayor derrota sufrida por un primer ministro del Reino Unido ante un escenario de votación en la era contemporánea. No quedan dudas: habrá pedidos para que May abandone su puesto. Si termina renunciando, pues entonces habrá de tener lugar una carrera por el liderazgo del Partido Conservador -designándose a un nuevo PM en un plazo de semanas

Brexit, Reino UnidoEl líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, ya exigió un voto de no-confianza en el gobierno, pero es improbable que su iniciativa tenga éxito, provisto que el Partido Unionista Democrático se ha comprometido a mantener al Partido Conservador en el poder. Cualesquiera hayan sido las consecuencias de la votación, lo cierto es que ésta habrá de poner fin -de manera contundente- al convenio negociado con Bruselas y la UE, el cual hubiese atado indefinidamente al Reino Unido a la Unión Aduanera de la UE.

Si acaso May opta por aferrarse a su posición de primer ministro, o si un nuevo liderato toma las riendas del Partido Conservador, el mejor curso de acción para la Gran Bretaña será avanzar con un Brexit 'sin acuerdo', en donde tenga lugar una escisión definitiva y completa ante la Unión Europea.

Un escenario de 'no-acuerdo' colocaría al Reino Unido completamente afuera de la Unión Aduanera y de Mercado Unico de la UE, sin precisarse período de transición. Entonces, el Reino Unido solo haría negocios con la Unión Europea tomándose lo tipificado en las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Mientras tanto, sería ciento por ciento libre para controlar absolutamente sus propias fronteras, y para negociar acuerdos de libre comercio con el país que desee en el globo.

Un 'no-acuerdo' sobre el Brexit es el camino preferible, a los efectos de garantizar que la Gran Bretaña es una nación plenamente soberana, perfectamente capaz de modelar su propio destino en el concierto mundial. Pero también ello consignará beneficios para los Estados Unidos de América.

Un 'Brexit soberano' brindaría un importante ímpetu a las prospectivas de un convenio de libre comercio entre el Reino Unido y los Estados Unidos, promocionándose la libertad económica a ambos lados del Océano Atlántico, y potenciando la relación especial que existe entre ambas economías (la más grande del planeta y la quinta, respectivamente).

Un convenio en tal sentido ya cuenta con el beneplático de la Administración Trump y de Capitol Hill. Podría firmarse hacia finales de 2019.

En junio de 2016, 17.4 millones de ciudadanos británicos votaron en favor de retomar el control de su propio país, ante la UE. Ese sufragio consignó el mayor golpe en favor de la libertad y la autodeterminación que el escenario mundial ha visto en décadas. En la práctica, el Brexit ya tiene vida en la legislación que fuera aprobada de manera abrumadora en el Parlamento británico. Y debe ponerses en marcha el próximo 29 de marzo.

Un Brexit exitoso -respaldado efectivamente en una Gran Bretaña soberana- será fantástica para el Reino Unido, para Europa y para los Estados Unidos de América. En algo más de 70 días, los pueblos estadounidense y británico habrán de celebrar una instancia histórica que contribuirá a acercar aún más a los EE.UU. y al Reino Unido.



Artículo original, en inglés, aquí

 

Sobre Nile Gardiner

Es Director del Centro para la Libertad Margaret Thatcher, en la Fundación Heritage (Washington, D.C.). Es analista especializado en variadas temáticas, como la 'relación especial' entre Estados Unidos y el Reino Unido, Naciones Unidas, el Irak de posguerra, y el rol de Gran Bretaña y Europa en la alianza liderada por EE.UU. contra el terrorismo internacional y Estados autoexcluídos del orden mundial ('rogue states'), como Irán. Gardiner fue nombrado recientemente por el periódico The Daily Telegraph como uno de los cincuenta ciudadanos británicos más influyentes en EE.UU. Sus trabajos son también publicados en la web estadounidense The Daily Signal.