Para EE.UU., las organizaciones criminales mexicanas son la mayor amenaza contra su seguridad nacional
El Administrador en Ejercicio en DEA (la agencia antinarcóticos dependiente del gobierno federal...
11 de Noviembre de 2018
Washington.- El Administrador en Ejercicio en DEA (la agencia antinarcóticos dependiente del gobierno federal de los Estados Unidos de América), Uttam Dhillon (foto), anunció a comienzos del mes de noviembre los resultados definitivos del Informe sobre Amenazas Relacionadas con las Drogas, edición 2018 (National Drug Threat Assessment), el cual explicita al detalle las amenazas que el tráfico de drogas doméstico e internacional representa para EE.UU., y lo propio con el abuso en el consumo de drogas ilícitas.
'Este informe subraya el alcance y magnitud de la recurrente crisis de los opioides en los Estados Unidos', dijo el Administrador Dhillon. 'La información contenida en este informe remite a datos y a inteligencia crítica procedente de nuestros socios en el combate contra el delito, información que fuera recopilada durante el pasado año. El trabajo subraya la necesidad de emplear la totalidad de las herramientas a nuestro alcance, a los efectos de combatir a esta epidemia, razón por la cual habremos de mantenernos ágiles en nuestra misión y, así, combatir a todas las drogas peligrosas vinculadas con el abuso', agregó.
Los datos a los que el informe presta particular atención:
-El abuso de drogas de prescripción continúa siendo el factor responsable por las mayores cifras de muertes acontecidas por sobredosis desde el año 2001. Estas drogas pertenecen al segundo grupo de sustancias sobre las cuales se registra mayor abuso. Ahora mismo, los traficantes están disfrazando a otros opioides como drogas de prescripción, para ganar accesos a estos mercados (páginas 1 a 10 del informe);
-Las muertes por envenenamiento emparentadas al uso de heroína casi se han duplicado entre 2013 y 2016, lo cual se ha visto exacerbado por la recurrente adulteración de heroína con fentanyl y otros opioides sintetizados en laboratorio. La heroína disponible en el mercado estadounidense proviene principalmente de México, donde el cultivo de amapola y la producción de heroínea se han incrementado de manera significativa en años recientes (páginas 11 a 20);
-De todos los opioides, el abuso de fentanyl ilícito y de otros opioides sintéticos ha consolidado el mayor número de muertes en los Estados Unidos. El fentanyl verifica una disponibilidad cada vez mayor en la forma de falsas píldoras de prescripción -que serán vendidas luego, de forma ilegal, en las calles de las ciudades y también serán comerciadas por los propios traficantes, sin la presencia de otras drogas (páginas 21 a 37);
-Las organizaciones criminales mexicanas de proyección transnacional, incluyendo al Cártel de Sinaloa y al Cártel Jalisco Nueva Generación, continúan consignando la mayor amenaza criminal vinculada con las drogas en los Estados Unidos. Los cárteles son la principal fuente de comercialización para las pandillas domésticas responsables por la distribución de estupefacientes en los vecindarios de EE.UU. (páginas 97 a 99);
-Las pandillas con alcance vecinal y nacional, al igual que las pandillas que operan desde las prisiones, siguen dominando el mercado de la venta callejera o narcomenudeo, y lo propio hacen con la distribución de drogas ilícitas en sus respectivos territorios, a lo largo de todo el país. El contrabando de drogas sigue constituyendo el ingreso monetario principal para las pandillas (páginas 107 a 121);
-Las drogas ilícitas, así como también las organizaciones criminales de proyección doméstica y transnacional que las movilizan, siguen consignando una amenaza fundamental contra la salud pública, las fuerzas de seguridad, y contra la seguridad nacional de los Estados Unidos de América. En 2016, aproximadamente 174 personas murieron a diario por acusar envenenamiento con drogas. Esta cifra de muertes ha superado incluso a los decesos vinculados con armas de fuego, accidentes de tránsito vehicular, suicidios y homicidios. La amenaza de los opioides -incluyendo el abuso de drogas de prescripción, de fentanyl y otros opioides, y heroína- comporta un efecto devastador para nuestro país.
En 2017, los opioides sintéticos como el fentanyl tuvieron involucramiento directo en casi 30 mil muertes y, entre 2016 y 2017, la producción mexicana de heroína se incrementó en un 37%. Los cárteles mexicanos continúan desarrollando ingentes cantidades de metanfetamina barata, y la ingresan hacia territorio estadounidense a lo largo de la Frontera Sur. Las confiscaciones en la frontera se incrementaron de 8.900 libras en 2010 (poco más de 4 toneladas), a casi 82 mil libras, hasta el momento, en 2018 (poco más de 37 toneladas).
Las nuevas prioridades de los programas implementados por el Departamento de Justicia y por DEA comportarán un impacto positivo para nuestras comunidades y, a la postre, salvarán vidas de ciudadanos estadounidenses. El Departamento de Justicia ha puesto un agresivo foco en la crisis de los opioides, invirtiendo fuertemente en recurso humano e incrementando el financiamiento, habilitando a agencias de seguridad de orden federal como DEA para que ejecuten operaciones en el terreno y pongan la mira en todo individuo que viole lo tipificado en el Acta de Sustancias Ilegales (Controlled Substance Act).
Durante el pasado año, el Departamento de Justicia y DEA se involucraron en novedosos proyectos e iniciativas para combatir contra este flagelo. DOJ y DEA establecieron el Programa contra el Surgimiento de Opioides Sintéticos (Operation Synthetic Opioid Surge), el cual persigue consolidar una reducción de la oferta de los letales opioides en áreas o geografías de alto impacto, identificando los puntos de venta al menudeo y de distribución (así como también la identidad de los ofertantes), tanto a nivel doméstico como internacional. Asimismo, se han ampliado las fuerzas de tareas conjuntas contra el circuito de la heroína; se ha consolidado la acusación contra dos renombrados traficantes de fentanyl, ambos de nacionalidad china: Jian Zhang y Xiaobing Yan; se ha extraditado a contrabandistas de drogas mexicanos; se han reducido los consolidados de producción por parte de los traficantes; se han identificado todas las formas de fentanyl ilícito; se han asignado fiscales federales especiales para involucrarse en investigaciones que persiguen a responsables en la distribución y venta de opioides; se ha autorizado la asignación de más de 400 oficiales a fuerzas de tareas conjuntas; y se sigue trabajando codo a codo junto al gobierno de la República Popular China, lo cual resulta en la implementación de un mayor número de controles contra análogos del fentanyl y sustancias relacionadas.
Este mes, el Departamento de Justicia anunció nuevas medidas tendientes a desmantelar a las organizaciones criminales transnacionales. La creación de una Fuerza Especial Transnacional contra el Crimen Organizado (Transnational Organized Crime Task Force) junto con fiscales, coordinará los esfuerzos de Justicia en el combate contra el crimen organizado transnacional. Esta fuerza especial se enfocará en las principales organizaciones criminales de proyección transnacional, entre las cuales se cita a MS-13 o Mara Salvatrucha, el Cártel de Jalisco Nueva Generación, el Cártel de Sinaloa, el Clan del Golfo, y el Hezbolá libanés -la mayoría de los cuales ya han sido involucrados en el informe DEA de referencia.
El informe contiene información detallada, originada en distintas fuentes; se explicitan datos sobre tendencias en el uso y el contrabando de drogas de prescripción, heroína, metanfetamina, cocaína, marihuana y centenares de drogas sintéticas. Variables de análisis empleadas por las fuentes son: confiscación de sustancias, nivel de pureza de la droga, análisis de laboratorio, información relativa al involucramiento de grupos criminales organizados, y datos específicos proporcionados a la Administración por parte de agencias y fuerzas de seguridad a lo largo de todo el territorio estadounidense.