INTERNACIONALES : DEAN CHENG

Más allá de las protestas de Pekín, la venta de armamento estadounidense a Taiwan es una decisión correcta

El próximo-pasado 24 de septiembre, el gobierno de los Estados Unidos de América anunció...

02 de Octubre de 2018

El próximo-pasado 24 de septiembre, el gobierno de los Estados Unidos de América anunció una nueva etapa en la comercialización de armamento para Taiwan. Valuada en US$ 330 millones, la venta consiste mayormente de repuestos y equipamiento con el objeto de respaldar a la fuerza aérea de Taiwan, incluyendo sus F-16 y C-130. Se trata de la segunda mayor entrega de equipo a Taiwan durante la gestión Trump, tras la venta de junio de 2017, que involucrara la entrega de misiles de largo alcance y torpedos pesados, por un total de US$ 1.4 mil millones.

Sin que ello represente sorpresa, Pekín denunció, rápidamente, la acción. El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores chino afirmó: 'La venta de armamento estadounidense a Taiwan viola seriamente la legislación internacional y las normas básicas que hacen a la gobernancia de las relaciones internacionales'. El funcionario de Pekín advirtió que Estados Unidos 'interfirió con los asuntos internos de China, perjudicando a la soberanía de Pekín y perturbando aspectos de seguridad, y lo propio con los vínculos sinoestadounidenses, las relaciones entre ambas fuerzas armadas, así como también perturbó la paz y la estabilidad a lo largo del Estrecho de Taiwan'.

F-16, Taiwan, Estados Unidos, Amenaza chinaEl anuncio de comercialización de armamento se conoció poco después de la lenta escalada en los choques entre los Estados Unidos y China en materia de aranceles, sino también apenas se comunicó la imposición de sanciones de parte de Washington contra el Ejército Popular de Liberación (PLA) de la República Popular China. Dado que los chinos adquirieron jets de combate del tipo SU-35, y misiles tierra-aires de la clase S-400 a Rusia, EE.UU. anunció las respectivas sanciones. Ello, tomando en cuenta los considerandos del Acta de Sanciones Para Contrarrestar a los Adversarios de EE.UU. (Countering America’s Adversaries Through Sanctions Act; 2017) contra el Departamento de Desarrollo de Equipos del PLA y contra su director, el Teniente General Li Shangfu.

Los chinos, mientras tanto, cancelaron un encuentro oficial que había sido consensuado entre el Vicealmirante Shen Jinlong (jefe de la armada china) y John Richardson, Jefe de Operaciones Navales de EE.UU.; el cónclave fue cancelado por Pekín con apenas 48 horas de antelación. Asimismo, los chinos negaron el acceso del navío estadounidense USS Wasp al puerto de Hong Kong. Aún no es claro si acaso estas acciones de parte de Pekín son una protesta contra las sanciones americanas, o si acaso se asiste a un deterioro general de los vínculos entre la República Popular China y los Estados Unidos de América.

Finalmente, la venta de armamento americano ayudará a Taiwan a defender una imagen de mínima credibilidad a la hora de plantear su propia defensa, especialmente en el aire. Conforme China ha incrementado su presión contra Taiwan (por ejemplo, empleando diplomacia financiera para erosionar el status político taiwanés), el lograr que Taiwan alimente su capacidad para tener a su propio espacio aéreo bajo control será crítico. Tales acciones son parte del mosaico que hace al esfuerzo estadounidense en torno de respaldar a Taiwan, incluyendo el Acta de Viajes para Taiwan de 2018 -decisión del entonces presidente electo Donald Trump, quien ni bien asumió decidió hablar telefónicamente con la presidente taiwanesa Tsai Ing-wen, y la reciente apertura de un nuevo edificio para uso diplomático en Taipei.

En rigor, la política estadounidense sobre Taiwan es de una importancia fundamental. En su rol de socio crítico de Taipei, Estados Unidos habrá de contener el avance chino sobre la isla. De no hacerlo, otro lo hará. Y es una iniciativa que cuenta con una larga tradición bipartidista en EE.UU., seguida al pie de la letra por todo presidente, desde Richard Nixon y Jimmy Carter. Sin importar la esperada objeción del Ministerio de Relaciones Exteriores chino a la venta de armamento, Estados Unidos tiene la obligación de respaldar los compromisos diplomáticos asumidos por sus últimos nueve jefes de Estado.

Después de todo, la política estadounidense frente a China debe ser diseñada por políticos estadounidenses, y no interpretada por funcionarios chinos.



Artículo original, en inglés, en éste link

 

Sobre Dean Cheng

Analista e Investigador en la Fundación Heritage (The Heritage Foundation), Washington, D.C., en temas políticos y de seguridad. Como experto en capacidades militares y espaciales de la República Popular China, Cheng se ha especializado también en el estudio de la política exterior y de Defensa chinas, en particular sobre la relación de Pekín con el resto de Asia y con los Estados Unidos de América.