INTERNACIONALES : DANIEL KOCHIS

Suecia: los resultados de los comicios, motorizados por el descontento

Los votantes suecos se dirigieron a las urnas este último domingo, en medio de una miríada de preocupaciones...

12 de Septiembre de 2018

Los votantes suecos se dirigieron a las urnas este último domingo, en medio de una miríada de preocupaciones en torno de la expansión de problemáticas relacionadas con el delito y la inmigración. el bloque del centroizquierda, liderado por el conglomerado socialdemócrata del primer ministro Stefan Lofven, se hizo del 40.6% de los votos. Por su parte, la alianza del centroderecha -liderada por el Partido Moderado- le siguió muy de cerca, cosechando un 40.3% de los sufragios, mientras que los Demócratas de Suecia (de políticas populistas) se anotó el 17.6% de las preferencias electorales. Lo cual deja a los bloques del centroizquierda y el centroderecha sin las 175 bancas necesarias para construir una mayoría. El bloque de centroizquierda contará con 144 bancas, mientras que el centroderecha se hará de 142. Los Demócratas por Suecia probablemente contarán, a la postre, con 63 asientos en el parlamento.

Jimmie Akesson, Suecia, Inmigración y terrorismo, Inmigración y delitoLa probable pérdida de 13 bancas por parte de los Social Demócratas consigna un agudo rechazo ciudadano contra el primer ministro Lofven, quien se encuentra en su cargo desde octubre de 2014, y liderando un gobierno de coalición junto al Partido Verde. Los Socialdemócratas han dominado el concierto político sueco desde, al menos, los últimos cien años, llegando a captar siempre el primer puesto en la preferencia de la ciudadanía, desde 1917. Pero, ahora mismo, las cuestiones del aumento del delito y de la inmigración le han bajado el telón a ese reinado de un siglo

Suecia, en rigor, ha venido experimentando cambios de magnitud desde la última elección parlamentaria de 2014. Habiendo acusado un impacto remarcable a partir de la crisis migratoria, Suecia recibió a más inmigrantes per capita desde 2015, al compararse las cifras con cualquier otra nación europea (en 2015, Suecia recibió a 163 mil refugiados). De acuerdo a un simpatizante pro-inmigración, en septiembre de 2015, sentenció: 'Debemos decidir ahora mismo qué tipo de Europa queremos ser. Mi tipo predilecto de Europa recibe a refugiados. Mi Europa no construye muros'. Pero, en noviembre de 2015, el gobierno implementó un giro en sus políticas, afirmando Lofven: 'Necesitamos un alivio'. Ese mismo mes, Suecia reintrodujo controles fronterizos temporarios y, en mayo pasado, los extendió por otros seis meses más.

El masivo flujo de inmigrantes que llegaron a Suecia sobrevino con una oleada de ataques terroristas y delitos. En abril de 2017, un solicitante de asilo que fue rechazado perpetró un ataque, conduciendo un camión y atropellando a varias personas; el saldo fue de cinco ciudadanos suecos fallecidos y casi una docena de heridos. Suecia ha hecho frente a un incremento de ataques de pandillas, lo cual ha contribuído a un dramático incremento de ataques con granadas desde 2014. Al día de la fecha, los titulares de las noticias en Suecia se muestran repletos de relatos sobre la amplificación del delito, incluyéndose a un aproximado de ochenta vehículos particulares incendiados en medio de ataques coordinados -lo cual tuvo lugar el mes pasado en la ciuda de Gothenburg. Tres cuartos de ciudadanos suecos coinciden en que el delito se ha incrementado en los últimos tres años.

Y las estadísticas así lo confirman. De acuerdo al Consejo Nacional para la Prevención del Delito de ese país, 2017 asistió a una cifra de 4.010 delitos más de los que se informaron en 2016. En tanto Suecia ha verificado una disminución en delitos como robo, otros -que incluyen ataques sexuales- se han disparado de manera significativa en el mismo período. Las violaciones se incrementaron en un 10% solamente en 2017.

Asimismo, se verifica una sustancial brecha en materia de desempleo, entre ciudadanos suecos nativos e inmigrantes no europeos en el país. Mientras que la tasa de desempleo promedio asciende al 6.9 por ciento, es del 16 por ciento entre extranjeros nacidos en Suecia, de un 23% entre inmigrantes no europeos, y solo del 4% para los suecos nativos. El espectro populista de los Demócratas de Suecia hizo una fuerte campaña frente a las problemáticas del delito y la inmigración. Estas variables resuenan notablemente entre el público, conforme los Demócratas de Suecia ahora se anotaron 14 bancas en el parlamento.

Pero la campaña no estuvo exenta de controversia. Previo a los comicios, el Partido Moderado -el principal partido de oposición- interpuso una airada queja ante ciertas informaciones difundidas en redes sociales por parte de los candidatos socialdemócratas, muchos de los cuales terminaron renunciando o bien fueron suspendidos. Según informaron los medios de comunicación, aquellos acusaron falsamente al Partido Moderado y a los Demócratas de Suecia de 'sembrar datos negativos contra padres de origen musulmán, para quitarles a sus hijos', y de 'planear la eliminación de la ciudadanía para todo aquel que hubiese llegado al país después de 1970'.

Otras cuestiones, que impactaron en los resultados de las elecciones, involucraron preocupaciones vinculadas a los tiempos de espera para recibir atención sanitaria y a la caída de la performance educativa en esta nación nórdica. Los Demócratas de Suecia están ahora en una posición idónea para ordenar la agenda política. Con todo, previo a los comicios, la totalidad de los otros partidos sentenciaron que no formarían coalición con los Demócratas de Suecia, en virtud de que muchos miembros fundadores de este espectro exhibían vínculos con núcleos neonazis. De tal suerte que los parámetros para la confección de un nuevo gobierno permanecen poco claros.

La cadena británica BBC informó que el líder actual de los Demócratas de Suecia, Jimmie Åkesson (foto), 'llegó a la cima del partido en 2005, y que buscó promocionar una política de tolerancia cero contra el racismo en su movimiento. Numerosos miembros fueron expulsados'. El crecimiento de los Demócratas de Suecia, de un 12.9% en las elecciones parlamentarias de 2014, a un 17.6% en 2018, y el declive del movimiento de los Social Demócratas, pueden ser atribuídos en gran parte al modo en que el gobierno de Lofven lidió con la problemática migratoria, junto a preocupaciones al respecto de que el Estado de bienestar sueco no puede hacer frente a los costos. Los resultados del próximo-pasado domingo fueron los peores para los Socialdemócratas en un siglo.

Adicionalmente, ciertos actores de fuera de la arena política han trabajado para influenciar en la elección. En enero, Anders Thornberg, quien encabeza el Servicio de Seguridad de Suecia (SAPO), expresó en una entrevista que Rusia representaba la mayor amenaza en lo que respecta a interferencia originada en el extranjero.

Un informe originado en la Agencia para la Investigación Dedicada a la Defensa de Suecia publicado en agosto, detectó un crecimiento del ciento por ciento en la creación de cuentas falsas en la red social Twitter, entre julio y agosto. Mientras que algunos bots difundieron respaldo por partidos de extrema izquierda, el estudio halló que las falsas cuentas respaldaban mayormente a los Socialdemócratas. Una razón para fundamentarlo podría ser que los Demócratas por Suecia mantienen su oposición para que el país se inscriba en OTAN, mientras que los partidos del centroderecha se han unido en una proclama para que Estocolmo se acerque a la Alianza Atlántica.

Cualquiera fuere el partido político que forme gobierno próximamente en Suecia, el impacto de los comicios de 2018 -cuyos resultados claramente reflejaron el descontento ciudadano- sin dudas prorrogarán su efecto en el concierto de la dirigencia local.



Artículo original, en inglés, en éste link

 

Sobre Daniel Kochis

Es Analista de política exterior en la Fundación Heritage, en Washington, D.C. Su trabajo es publicado también en el sitio web The Daily Signal.