INTERNACIONALES : JUAN DAVID GARCIA RAMIREZ

¿Seguir a Rappi o a los terraplanistas?

Existen significativas diferencias entre globalización y el globalismo.

07 de Septiembre de 2018
Existen significativas diferencias entre globalización y el globalismo. Con frecuencia, líderes políticos, académicos y expertos con visiones apocalípticas del mundo, confunden ambos conceptos y los entienden como uno solo. La globalización es un fenómeno que remite a la interdependencia económica, política y cultural entre sociedades, que disminuye y relativiza las distancias geográficas, como también las fronteras y límites interestatales, a partir de un mayor intercambio comercial y, en la ola reciente, un flujo constante de información y de conocimiento. El globalismo, por su parte, es una ideología que promueve la disolución o, por lo menos, el debilitamiento de los estados, para abrir el camino a un gobierno mundial, basado en leyes únicas y una cultura homogénea o universal, bajo el disfraz del multiculturalismo. 
Desde este punto de vista, la globalización parecería tener una connotación más positiva y así lo ha demostrado la experiencia histórica, con los distintos momentos globalizadores que se han vivido desde la Antigüedad.

Colombia, RappiLas revoluciones económicas, a la par que grandes adelantos tecnológicos, han permitido a distintas sociedades evolucionar rápidamente. Ahora, la globalización está conduciendo a cambios tan radicales en el trabajo, la educación, la producción industrial y hasta en las interacciones personales, que las predicciones de Thomas Malthus en Ensayo sobre el Principio de la Población, de 1798, resultaron fallidas. Él sostenía que como consecuencia del incremento de la población mundial, los recursos se agotarían y, un siglo más tarde, por la hambruna y otras situaciones, la especie humana se extinguiría. Pues, bien: en un lapso de doscientos veinte años, la población del planeta Tierra pasó de mil millones a casi 7.700 millones de habitantes, y al mismo tiempo, los recursos no solo no se acabaron, sino que también se multiplicaron, gracias a las múltiples soluciones que las cuatro revoluciones industriales ocurridas desde mediados del siglo XVIII, han traído a la humanidad.

Esta semana, dos noticias confirman que la globalización está funcionando, y no únicamente para las grandes potencias del norte, como la antigua Teoría de la Dependencia sugería, sino para todos. La aplicación móvil Rappi (de servicios a domicilio), creada por jóvenes colombianos, se convirtió en la primer startup tecnológica de Colombia en tener una valoración de mercado de 1.000 millones de dólares. En el entorno de la economía colaborativa, las aplicaciones móviles están apalancando a los países emergentes en un modo en que ningún economista se habría imaginado. La otra noticia es sobre Japón: después de varios años de no crecer y de verse desafiado en la carrera de la innovación por China (con su estrategia Made in China 2025), investigadores de la Universidad de Shizuoka están desarrollando, en colaboración con la empresa Obayashi Corporation, un elevador espacial, que facilitaría la conexión con la Estación Espacial Internacional.

Desarrollos como estos se dan todos los días, y a medida que las ideas y los recursos puedan circular con más facilidad a través de las fronteras y por las autopistas de la información, habrá muchísimos más. El reporte Digital Globalization, del think tank estadounidense McKinsey Global Institute, explica que, mientras en el siglo XX predominaba el intercambio de bienes físicos o tangibles y la innovación fluía en una sola dirección, desde los países más avanzados hacia las economías emergentes, en este tiempo es mayor el intercambio de datos e información, y la innovación fluye en múltiples direcciones.

Los escépticos de la globalización, en su afán por ver el mundo en blanco y negro, están quedándose por fuera de los grandes cambios que nos llevarán a un nivel más alto. Ante esto, tenemos dos opciones: creer a la nueva corriente de los terraplanistas, insistentes en su idea de que la Tierra es un disco plano y cubierto por un domo gigante, o sumarse a la marea imparable de innovadores de la que forma parte Rappi

 
Sobre Juan David García Ramírez

Columnista regular en el periódico El Colombiano (Medellín) y en El Quindiano (Armenia, Colombia). También se desempeña como analista político para diversos programas radiales y televisivos en América Latina, compartiendo apuntes y notas sobre temas políticos vinculados a Colombia, y asuntos internacionales.