Si Trump desea imponerse a los líderes del G-7, deberá comenzar por combatir este aumento de impuestos multilateral
El presidente estadounidense Donald Trump ya ha perturbado el encuentro de líderes del G-7...
El presidente estadounidense Donald Trump ya ha perturbado el encuentro de líderes del G-7 de este fin de semana en Canada, tras amenazar con imponer aranceles en perjuicio de otras naciones del grupo. Aún cuando pelearse con los socios comerciales más cercanos de los Estados Unidos consigne una estrategia de alto riesgo, el mandatario americano debería tener a bien extender su librillo de tácticas disruptivas a otro tópico que ha surgido en la agenda del G-7: el 'proyecto de erosión de bases' (en inglés, base erosion project). Específicamente, Trump debería oponerse al boceto recitado en el Chair’s Summary que respalda el proyecto de erosión de bases de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE), que tiene por meta definitiva el incrementar los niveles impositivos en las naciones del Grupo de los Siete.
Conforme lo informara recientemente el think tank estadounidense Heritage Foundation recientemente, el referido proyecto y la resultante Convención Multilareal para la Implementación de Medidas Vinculadas a Tratados sobre Impuestos para Impedir BEPS (Multilateral Convention to Implement Tax Treaty Related Measures to Prevent BEPS) no son otra cosa que el intento más reciente de los reguladores impositivos del globo para aumentar los impuestos sobre los negocios internacionales. La proposición de OCDE busca centralizar y armonizar las reglas impositivas, como método para incrementar, de hecho, las tasas de impuestos y tributos sobre firmas que operan a nivel internacional -la mayoría de los cuales son de origen estadounidense.
La oposición americana al proyecto ciertamente no carece de precedentes. La Administración Obama, en rigor, rehusó firmar el tratado, que hubiese implementado un nuevo régimen impositivo. Tras las histórica reforma de impuestos americana de 2017, Estados Unidos debería continuar avanzando hacia una estrategia que habilite a los negocios para que crezcan y produzcan en territorio estadounidense. La nueva baja en el impuesto a corporaciones en los Estados Unidos (corporate tax rate) y otras reformas sobre los negocios como el 'expensing', convierten ahora a EE.UU. en una de las mejores oportunidades de inversión en todo el mundo.
El proyecto de erosión de bases de OCDE se aferra al planteo inverso. Antes que generar políticas más amistosas para el comercio, construye nuevas barreras, dificultando que firmas privadas se retiren de ciertos sitios para hacer sus negocios en otros. El sendero hacia la prosperidad económica -como es bien sabido- solo puede lograrse a través de reducciones de impuestos, nunca echando mano de mejores mecanismos para recolectar impuestos insosteniblemente elevados para evitar que los negocios huyan hacia otras latitudes.
Aún cuando el Departamento del Tesoro americano aún no ha firmado el proyecto OCDE, bajo la Administración Obama sí promocionó marcos regulatorios con miras a cumplir con requisitos informativos país por país -elaborados por esa organización.
El informe país a país es un novedoso sistema internacional que busca implementar la centralización y el intercambio automático de información sobre contribuyentes en todo el globo. Este nuevo enfoque de revelar información impositiva confidencial sobre contribuyentes en firmas multinacionales otorga una discrecionalidad poco amigable para Estados nacionales hambrientos de subas de impuestos unilaterales en perjuicio de firmas estadounidenses. Trump debería instruir a su Secretario del Tesoro para que denuncie el marco regulatorio que busca imponerse.
Al explicitarse con claridad que EE.UU. no respalda los objetivos de OCDE y del G-7 de subir impuestos, la Administración Trump enviaría una señal contundente a la comunidad internacional: Estados Unidos sí permanece abierto para nuevos negocios.
Artículo original, en inglés, en éste link
* Desarrollado con la colaboración de Adam N. Michel (@AdamMMichel), experto en políticas impositivas y presupuesto federal en el Instituto Thomas A. Roe para Estudios sobre Política Económica en el think tank estadounidense Heritage Foundation (Washington, D.C.).
Es Analista en temáticas de Libertad Económica y Crecimiento en el Centro para Comercio Internacional y Economía (CITE). Responsable de tareas de investigación, desarrollo y análisis del Indice de Libertad Económica (desarrollado en conjunto entre la Fundación Heritage y The Wall Street Journal). Sirvió durante 25 años en el Departamento de Estado, desempeñándose en el servicio exterior en las embajadas de los Estados Unidos en México, Portugal, Francia, Panamá y Haití.