INTERNACIONALES : PHILIP GIRALDI

El dinero de MEK no puede comprar amor

... Pero sí puede comprar políticos.

30 de May de 2018

El culto marxista radical denominado Mojahadeen e Khalq, mejor conocido por su acrónimo MEK, comporta algunos parecidos con el lobby estadounidense-israelí AIPAC (Comité de Asuntos Públicos Americano-israelí, American Israel Public Affairs Committee). Esto debido a que opera en las sombras y, sin embargo, cuenta con la capacidad para golpear mucho más allá de su poder, manipulando a dirigentes políticos y comprendiendo cómo funciona el gobierno de los Estados Unidos en su costado más oscuro. MEK se promociona a sí mismo como abierto simpatizante de una línea dura muy popular que se autopromociona como una 'oposición democrática' que defiende el principio de 'cambio de régimen' para Irán, mientras que también comercia exitosamente sus credenciales reformistas (como ser, por ejemplo, que ya no es un grupo terrorista). Este último esfuerzo, en apariencia, ha convencido a la entonces Secretario de Estado Hillary Clinton, durante 2013, de que ella y el presidente Barack Obama respondieran a la afable campaña del grupo, quitando a MEK del listado oficial de agrupaciones terroristas que periódicamente diseña el gobierno en Washington.

Este cambio de actitud hacia MEK fue resultado de una miríada de factores. En primer lugar, todo mundo en Washington y en el Establishment desprecia a Irán. Y, segundo, la Orden Ejecutiva 13224, que designa a la Guardia Revolucionaria Iraní como una organización terrorista, ipso facto define a cualquier grupo que lucha contra contra ella como uno de los chicos buenos, justificándose el cambio.

Irán, Financiamiento para cambio de régimenMEK es mejor descripto como un culto antes que como un movimiento político, dada su disciplina interna. Sus miembros están, de acuerdo al testimonio de aquellos que, de alguna manera, lograron escapar, sujetos a un adoctrinamiento considerable, que suele describirse más apropiadamente como lavado de cerebro. Aún cuando no terminan yendo a alguna prisión, sus simpatizantes críticos suelen ser aislados y separados en todo lo posible, no pudiendo siquiera contactar a sus familias. Sus posesiones materiales son colectivizadas, de tal suerte que dejarán de contar con dinero u otros recursos. Si se exhiben en contravención de las numerosas reglas que guían a la organización, serán castigados -acaso físicamente-, y también hay informes que versan sobre miembros ejecutados por intentar huir.

La actual jefa del grupo es Maryam Rajavi, esposa del difunto fundador de MEK, Massoud. Se ha informado que ella es afecta a las relaciones políticas, y que habla fluído idioma inglés, en parte aprendido para contar ella con la capacidad de comunicarse con los políticos estadounidenses -inclinados hacia la adoración. En sí mismo, el núcleo fue fundado en 1965. Su nombre significa 'Guerreros Sagrados del Pueblo', con ascendencia en raíces marxisto-populistas y su religiosidad. No era distinto al Talibán, que supo desarrollarse en el adyacente Afganistán. En los años setenta, el grupo de referencia se rebeló contra el Shah, y se vio involucrado en atentados con explosivos y en tiroteos contra objetivos estadounidenses. Ejecutó, por ejemplo, al Teniente Coronel Lews Hawkins (del Ejército de EE.UU.) en 1973, mientras éste regresaba a su domicilio desde la Embajada americana y, en 1975, asesinó a dos oficiales de la Fuerza Aérea mientras se hallaban estos en su vehículo oficial, que era conducido por el chófer. Este incidente fue estudiado y luego utilizado por los entrenamientos de la CIA, como ejemplo sobre cómo no ser capturado y/o ejecutado por terroristas. Entre 1976 y 1978, elementos de MEK plantaron explosivos en vuelos comerciales estadounidenses y se cobraron la vida de tres contratistas de la Defensa de la firma americana Rockwell Automation, matando también a un ejecutivo de la compañía petrolera Texaco.

MEK dio la bienvenida a la revolución iraní, y también a la subsiguiente ocupación de la Embajada americana en Teherán, pero luego le quitó respaldo al régimen del ayatolá Khomeini. Eventualmente, se movilizó para unirse al enemigo de Irán, Saddam Hussein, en Irak, y participó del lado iraquí en la sangrienta guerra que llevaron adelante ambas naciones en los años ochenta. Solo por esa razón, MEK es particularmente odiado por el grueso de los iraníes, en tanto la afirmación recurrente de que su grupo representa a algún tipo de 'alternativa democrática iraní' es igualmente ridícula, provisto que el pueblo de Irán jamás los aceptará. En términos de la duplicidad que merodea a su esfuerzo de mercadotecnia, se asemeja al estafador iraquí Ahmed Chalabi, quien también tuvo poco involucramiento en Irak, pero se las arregló para convencer a los genios del Pentágono como Paul Wolfowitz de que representaba a algún formato de movimiento democrático. En ese momento, Chalabi trabajaba secretamente para Irán.


MEK recibió la protección de Saddam y, tiempo después, de los invasores estadounidenses, que descubrieron que era un arma valiosa para utilizar contra Irán. Les fue proporcionado santuario en Camp Ashraf, en cercanías de Bagdad y, tiempo después, luego de la clausura de Ashraf, en el denominado Camp Liberty. En 2013, cuando los iraquíes insistieron en que debían mudarse a algún otro sitio, el presidente Barack Obama les facilitó salvoconducto hacia Albania, bajo auspicios del programa de refugiados de Naciones Unidas, mientras que la factura de US$ 20 millones fue abonada por Washington. El brazo político de la organización, el Consejo Nacional de la Resistencia por Irán (NCRI), establecido en su momento en París bajo control de Maryam Rajavi, en parte para localizarse en cercanías de sus fuentes de legitimación política americanas y europeas, como también de sus fuentes de financiamiento. En 2001, a los efectos de presentarse como más potable, el grupo había ya renunciado a la violencia.

Los chicos de MEK en Albania se han convertido en un problemilla. Gracias a numerosos procesos migratorios, han logrado multiplicarse, y ahora su número total asciende a un aproximado de tres mil, habiendo adherido mayormente a su metodología de culto cerrado, aún cuando uno de los objetivos primigenios del grupo al mudarse a Europa consistió en deprogramar y 'des-radicalizarse', en un ámbito alejado de Irán e Irak. Parte del problema es que el gobierno de Albania simpatiza con los subsidios de Naciones Unidas, fondos que se emplean para respaldara a los consorcistas de MEK, aunque no les permitirá trabajar -dado que no cuentan con status legal, y no tienen la posibilidad de relocalizarse ni de llevar adelante vidas normales. De tal suerte que terminan respaldándose en actividades criminales, que involucran la promoción de esquemas recaudatorios con base en el fraude, tráfico de drogas, e incluso un formato de esclavitud en la que sus propios integrantes son comerciados como trabajadores. La solución temporal consistió en mudar a MEK de un edificio ruinoso de una universidad en la capital, Tirana, a un sitio remoto en el norte del territorio albanés, bautizado como Ashraf-3. Pero los locales creen que lo que se está haciendo es patear la pelota hacia adelante, y que MEK debería ser relocalizado en otra geografía, de preferencia en los Estados Unidos, que suele tener tanta simpatía por ellos.

Ha de tenerse en cuenta también que Albania cuenta con una mayoría de ciudadanos musulmanes, y que ha sido sujeta a la misma promoción ultraconservadora wahabita de Arabia Saudí, respaldada por toneladas de dinero que fuera saqueado de numerosos Estados en Oriente Medio. Los albaneses, acostumbrados a un modismo sutil de islamismo turco, de súbito se vieron a sí mismos confrontando con la división entre sunitas y chiítas, debiendo hacer frente también a MEK (en su rol de agentes tanto de Arabia Saudita como del Estado de Israel). Muchos furiosos ciudadanos albaneses contemplan al jamás reformado MEK como una terrorífica bomba de tiempo esperando por estallar. Pero el gobierno, bajo presión de la Embajada americana, no se esfuerza por lograr su remoción.

Mientras tanto, en los Estados Unidos de América, todo lo que tiene que ver con el nunca des-radicalizado MEK es nebuloso. MEK y el NCRI son enemigos de Irán, en tanto también cuentan con mucho dinero para gastar; de forma tal que compran a altos voceros estadounidenses para que se presenten a los eventos que organizan. Rudy Giuliani y John Bolton se han mostrado allí periódicamente, como también lo han hecho los Senadores John McCain, Lindsay Graham y Jeanne Shaheen. En una presentación organizada en París en 2015, Giuliani logró poner al público a sus pies, tras gritar airadamente 'Los ayatolás deben irse!'. En agosto de 2017, los Senadores Roy Blunt, John Cornyn, Thom Tillis y Carl Levin se reunieron con Rajavi en la capital francesa. Newt Gingrich también se exhibe a sí mismo como amigo de la resistencia iraní, mientras que Elaine Chao, Secretaria de Trabajo y esposa del Senador por la Mayoría Mitch McConnell, habló en París durante cinco minutos en 2015, recibiendo un pago de US$ 50 mil. Los pagos hechos a otros políticos no han sido revelados, aún.

Finalmente, es lícito referirse a otros ángulos de la cuestión, el saudita y el israelí. Arabia Saudita es hoy el principal patrocinador financiero de MEK y de NCRI. Su jefe de inteligencia, Turki al-Faisal, habló delante del grupo en 2017. Israel financió a la organización en sus inicios, y el servicio de inteligencia hebreo (Mossad) continúa posicionado, en las sombras, detrás de MEK en Irán, con la encomienda de asesinar a científicos iraníes y de infiltrar virus en los sistemas informáticos de Teherán. La CIA, que recientemente ha ampliado su fuerza de tareas anti-Irán, también trabaja en mancomunidad con MEK. Y Giuliani, Bolton, junto a Chao, todos son parte del círculo íntimo de la Casa Blanca. Lo cual -sin ser ello una coincidencia- piden por sangre de iraníes.

Extraviados en el laberíntico esquema cifrado renglones arriba, se exhiben los intereses de los Estados Unidos. Es difícil siquiera afirmar que Irán amenaza a EE.UU., o a algún interés vital del país; la iniciativa para decapitar a los mulás -figurativa y literalmente- proviene, en rigor, de Riad y de Tel Aviv. Hay allí mucho potencial para el daño colateral, habida cuenta de que los cultores de MEK continúan reposando y depredando al corazón de Europa en forma de patrón, gracias a la manutención de Washington. ¿Qué sigue a continuación? Una guerra con Irán -en alguna forma- sigue siendo incrementalmente plausible, si se toman en consideración las recientes afirmaciones del Secretario de Estado Mike Pompeo, quien ha amenazado con aplastar a los iraníes. ¿Acaso se propone Washington enviar a los guerreros de MEK en misiones de sabotaje hacia el seno del territorio de Irán, tal como lo hiciera la resistencia antinazi en la Segunda Guerra Mundial? Quizás Giuliani y Bolton conozcan la respuesta a esa pregunta.


Artículo original, en inglés, en éste link | Traducido y republicado con permiso del autor del artículo y del Editor en el sitio web Unz.com (Estados Unidos)


 

Sobre Philip Giraldi

Especialista en contraterrorismo; ex oficial de inteligencia militar de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos de América (CIA). Se desempeña como columnista en medios estadounidenses, y como Director Ejecutivo en el Council for the National Interest. Giraldi es colaborador frecuente en Unz.com, Strategic Culture Foundation y otros. En español, sus trabajos son sindicados con permiso en El Ojo Digital.