INTERNACIONALES : DAVID HARSANYI

La cobertura mediática de los choques entre israelíes y palestinos se basa en un mito

Sin importar qué tan seguido Hamás nos dice que los manifestantes violentos en la frontera entre Israel y Gaza...

21 de May de 2018
Sin importar qué tan seguido Hamás nos dice que los manifestantes violentos en la frontera entre Israel y Gaza portan armas, los medios de comunicación continúan refiriéndose a ellos como simples 'manifestantes'.
 
Sin importar qué tan seguido Hamás admite que esos manifestantes violentos son parte de una 'guerra' más amplia, los medios no los reportarán como tales. E incluso si los manifestantes violentos garantizan a los periodistas que portan el deseo de matar e incendiar judíos, el periodismo de izquierda y los opinadores continúan exhibiendo a Israel como el agresor.
 
Terrorismo palestino, HamásLa pasada semana, un funcionario senior de Hamás alardeó de que cincuenta de las casi sesenta personas que perdieron la vida a manos de las Fuerzas de Defensa de Israel en la frontera entre Israel y Gaza eran miembros de Hamás. Israel ha identificado a al menos 24 de esos individuos, en medio de los enfrentamientos, como miembros de Hamás -10 de ellos, según se informara, miembros del aparato de seguridad interna. Todo esto no deja de ser una sorprendente coincidencia, tomándose en consideración el modo en que los choques han sido retratados como una masacre de civiles y niños inocentes.
 
Naturalmnete, Hamás no tiene problema alguno en alardear sobre estas muertes, pero ese es precisamente el objetivo. Si Usted se propone infiltrar terroristas armados en una turba que ha sido propagandeada, financiada, forzada a operar y luego enviada a instalaciones militares y a centros civiles en zona de frontera, entonces Usted lógicamente espera que se produzcan bajas. Porque el punto es la martirización.
 
En lugar de creer en las palabras del grupo, los apologistas de Hamás continúan argumentando que Gaza es una prisión al aire libre. Este argumento solo se vuelve cierto si Usted considera prisioneros a individuos que han decido encerrarse por propia cuenta.
 
El gobierno en control de Gaza, que se hizo del poder a partir de un violento golpe de Estado contra los 'moderados', luego de que los israelíes le obsequiaron la autonomía a Gaza, jamás aceptará las leyes internacionales ni serie de reglas alguno que permita una interacción pacífica con sus vecinos. Hamás administra un Estado prototerrorista. Mientras tanto, Irán -un Estado terrorista en todo derecho-, continuó remitiendo armas al ala militar de Hamás.
 
Ahora, bien; es cierto que esta entidad no es poderosa ni avanzada como sus vecinos -ni moral ni económicamente. Pero también habrá que consignar que ni al-Qaeda, ni ISIS ni el Talibán son tan sofisticados como los Estados Unidos. Nadie tomaría a tales grupos por víctimas. La idea es que Israel -en soledad- debe hacer frente al reino libre de sus enemigos en un territorio subyacente que no se conforma con las prácticas ni los ideales de ninguna otra nación libre del globo.
 
Y, aún cuando rara vez esto se menciona, Egipoto también ha clausurado su frontera compartida con los palestinos durante la mayor parte de una década, no solo porque Hamás es financiado por Irán -enemigo de El Cairo-, sino porque Hamás se ha alineado con numerosos otros grupos que se abrazan a métodos teocráticos violentos para promocionar y fogonear su causa.
 
Y, a pesar de lo que Usted ha oído o leído, el hecho de que Estados Unidos haya mudado su embajada hacia la porción occidental de Jerusalén no es la causa para la turbulencia provocada por Hamás. Hamás en sí mismo no reconoce la embajada estadounidense en Tel Aviv, ni en ninguna otra parte. No reconoce la soberanía israelí en ningún territorio. Y Hamás no es una organización solitaria en esa empresa.
 
La precursora de al-Fatah, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) fue constituída tras la unificación de la capital israelí en 1967. Desde entonces, no ha habido siquiera un sólo líder palestino que concediera que Israel debería tener soberanía en ninguna otra porción de Jerusalén.
 
Tras lo cual habrá que concluir que los palestinos jamás se han abrazado a la moderación, ni en lo que respecta al status de Jerusalén, ni en ningún otro tema. Su fantasía en relación al derecho a regresar (respaldándose en el mito histórico de Nakba) los consume. Esto es lo que se interpone en el medio de cualquier acuerdo probable.
 
Al-Fatah, el ala moderada del gobierno palestino (que incluso niega la ocurrencia del Holocausto judío) aún administra un fondo para mártires que abona estipendios en dinero en efectivo a las familias de aquellos que han perecido en la prisión, o bien que han perdido la vida por ejecutar atentados terroristas con explosivos contra objetivos civiles israelíes. Gracias a los buenos oficios de la asistencia financiera internacional, ha podido continuar efectivizando esos pagos, que cada vez se vuelven más generosos.
 
Ahora; tomando estos datos, imagine Usted cómo se vería el ala extremista de ese movimiento. Las turbamultas no se ven motorizadas por la destitución económica, sino por la frustración de Hamás, cuyos esfuerzos en atentados suicidas han sido impedidos, y cuyos intentos por disparar misiles hacia territorio israelí han sido obstaculizados por el sistema defensivo Domo de Hierro.
 
Si esto se tratase acaso de alimentos y viviendas, los manifestantes violentos palestinos se hubiesen dirigido hacia la construcción de edificios gubernamentales en la Ciudad de Gaza, antes que ir corriendo hacia los camiones israelíes que les traían asistencia humanitaria. En este punto, todo mundo sabe que Israel ha probado, en reiteradas oportunidades, su predisposición para hacer la paz con cualquiera que sinceramente lo desee.
 
El hecho de que aquellos en Hamás estén dispuestos a sacrificar sus propias vidas (y las vidas de sus ciudadanos) no sugiere que no sean los instigadores, ni que se correspondan con la parte culpable.
 
Existe una obsesión en los medios con la cifra desproporcionada de palestinos que perecen en este tipo de conflictos. Algunos no pueden escapar a la visión cerrada opresor-oprimido. Otros permiten que su obsesión con Donald Trump confunda su perspectiva de la situación -para no hablar de su moralidad.
 
El hecho es que, si Hamás abandonase su reclamo contra Israel de manera adecuada, y si se abstuviera de instigar a la violencia abiertamente, ni siquiera un sólo palestino tendría razones para perder la vida en esta guerra.


Artículo original, en inglés, en éste link

* El autor, David Harsanyi, se desempeña como Editor en el sitio web estadounidense The Federalist