INTERNACIONALES: DEAN CHENG

Trump: medidas más firmes para lidiar con China

Dos eventos, registrados en las últimas semanas, sugieren que la política de los Estados Unidos...

28 de May de 2017

Dos eventos, registrados en las últimas semanas, sugieren que la política de los Estados Unidos de América hacia China registra una transición. El desarrollo más comentado públicamente involucra al destructor USS Dewey de la Armada de EE.UU. -de la clase Arleigh Burke-, que llevó adelante una operación de libertad de navegación en cercanías del Arrecife Mischief, en el grupo de las islas Spratly. En rigor, se trata de la primera acción de libertad de navegación ejecutada por la Administración Trump. En tanto consigna la primera acción real en tal sentido desde, al menos, 2012.

USS DeweyEn contraste, la Administración Obama había ejecutado actividades de 'tránsito inocente' en el Mar del Sur de China, las cuales fracasaron a la hora de demostrar la importancia de las variables en juego. Las acciones llevadas a cabo por la anterior Administración tuvieron por meta argumentar que Estados Unidos no precisaba de permiso chino para ingresar a las aguas que rodean a sus islas artificiales -mientras se ignoraba la cuestión de fondo, relativa a si acaso las islas artificiales de China ejercitaban algún suerte de reclamo de soberanía.


Un nuevo compromiso para con la libertad de navegación

El contraste es revelador. A partir de las acciones de la Administración Obama, se registró un respaldo implícito de que las islas artificiales chinas eran, en rigor, islas, dado que las acciones de 'tránsito inocente' involucran un tránsito marítimo veloz a través de las aguas territoriales de una tercera nación. Más aún, en una operación de 'tránsito inocente', el navío en tránsito está imposibilitado de conducir cualquier actividad militar, lo cual obsequia deferencia a la idea de que las aguas transitadas no son internacionales per se.

Adicionalmente, la Administración Obama complicó el escenario, al plantarse sobre instalaciones cuya soberanía estaba en disputa -y, por lo tanto, podía afirmar que no discutía tales reclamos chinos. Aún cuando la Corte Permanente sobre Arbitrajes resolvió que las instalaciones en el Mar del Sur de China no eran, de hecho, islas, y, a la postre, Pekín no estaba en capacidad de reclamar mar territorial de doce millas náuticas, la Administración Obama hizo caso omiso y rehusó ejercitar maniobras genuinas de libertad de navegación.

En claro contraste, el navío USS Dewey no solo transitó dentro de las doce millas náuticas del Arrecife Mischief sino que, más importante todavía, ejercitó un ejercicio de 'hombre al agua'. Tal acción contravendría cualquier ejercicio de 'tránsito inocente', pero encaja a la perfección en el espectro de una operación de 'libertad de navegación'. En efecto, subraya el mensaje de que el Arrecife Mischief no es una isla y, por tanto, no hace méritos al reclamo de aguas territoriales. Por primera vez desde, al menos, 2012, Estados Unidos advierte a Pekín que sus esfuerzos por controlar el Mar del Sur de China no serán aceptados gratuitamente, sino que serán desafiados.


En defensa de los derechos humanos 

En idéntici período, la familia del disidente chino Xie Yang -quien ejerce como abogado- fue exitosamente evadida y contrabandeada de una prisión tailandesa, en donde estaban siendo retenidos para luego ser extraditados a China. Xie es uno de tantos abogados de derechos humanos que han sido arrestados, en medio de acciones de Pekín para reprimir a la disidencia.

La decisiva acción estadounidense se diferencia contundentemente del fallo de los funcionarios de la embajada americana en el caso de Chen Guancheng. Cuando el abogado -que ha perdido la visión- de derechos humanos buscó refugio en la sede diplomática estadounidense en mayo de 2012, los funcionarios americanos descartaron su status. En persona, Chen expresó, en ocasión de ofrecer entrevistas, que se sintió presionado para abandonar la embajada, conforme los funcionarios de la sede no estaban capacitados para ofrecer garantías por la seguridad de su esposa.

Aún resta conocerse la estrategia global de la Administración Trump de cara a Asia. Corea del Norte continúa acelerando su desarrollo de misiles con capacidad de alcanzar el territorio continental americano. La República Popular China, a pesar de las promesas efectuadas por el presidente Xi Jinping a su par Donald Trump al respecto de que presionaría a Pyongyang, ha probado escaso impacto en Corea del Norte; las estadísticas chinas incluso sugieren que el comercio entre Pekín y Pyongyang se ha incrementado.

Mientras que la Administración Trump ha sugerido que los tratados de librecomercio a nivel bilateral regionales reemplacen a la Asociación del Transpacífico, no queda claro de momento cuáles serán los pasos y cuál exactamente será la nueva estrategia comercial americana. Pero, para la familia de un disidente chino. Estados Unidos ha demostrado su compromiso relativo a principios básicos, otorgándoles un formato concreto. Y, en el medio del Mar del Sur de China, la Armada de los Estados Unidos parece mostrarse a la cabeza de la defensa de la libertad de navegación en los océanos. Los augurios parecen estar bien encaminados.



Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2017/05/26/trump-signals-new-us-approach-china-tough-actions/

 

Sobre Dean Cheng

Analista e Investigador en la Fundación Heritage (The Heritage Foundation), Washington, D.C., en temas políticos y de seguridad. Como experto en capacidades militares y espaciales de la República Popular China, Cheng se ha especializado también en el estudio de la política exterior y de Defensa chinas, en particular sobre la relación de Pekín con el resto de Asia y con los Estados Unidos de América.