INTERNACIONALES: HELLE C. DALE

Sobre la prohibición de LinkedIn por parte de Rusia

La decisión, conocida a principios de noviembre, de parte de una corte rusa...

01 de Diciembre de 2016

La decisión, conocida a principios de noviembre, de parte de una corte rusa y que apuntó a clausurar la red profesional de contactos LinkedIn, llegó con alguna dosis de oportunidad. El fallo judicial coincidió con la publicación del informe 'Freedom on the Net 2016', que la organización de derechos humanos Freedom House da a conocer anualmente.

Conforme se observa en el informe, la libertad en el Internet ha venido padeciendo una importante presión, declinando por sexto año consecutivo -y Rusia se encuentra entre los perseguidores más activos.

InternetEn el informe ' Freedom on the Net 2016', Rusia califica como 'país no libre', situándose en el puesto #52 sobre 65 naciones evaluadas -detrás de Sudán y apenas algunos pasos detrás de Venezuela y Turquía. Acaso peor aún, Rusia se ubica entre las cinco naciones con el mayor retroceso en libertad en el Internet en los últimos cinco años.

¿Qué provocó este retroceso? En primer término, un masivo ataque oficial contra el disenso, maniobra que siguió a la reelección del presidente Vladimir Putin para un tercer período en 2012, y las manifestaciones ciudadanas que siguieron al evento. El ataque oficialista derivó en controles más estrictos y en penalidades para usuarios rusos del Internet.

El fallo contra LinkedIn coincide con esta tendencia, y envía un fuerte mensaje a otros sitios de redes sociales. Rusia cuenta con seis millones de usuarios de LinkedIn, cuya información personal está siendo retenida en servidores localizados fuera de Rusia. Siendo que esa información es almacenada fuera del país (y, por lo tanto, alejada del control de las autoridades rusas), se ubica por encima de la ley de la Federación -la cual ordena que solamente los servidores localizados en Rusia pueden retener información personal sobre usuarios locales del Internet.

El gobierno ruso, mientras tanto, está lejos de mostrarse insatisfecha con el fallo judicial. En semanas previas a la sentencia, el gobierno ya había comenzado a denegar acceso a LinkedIn a algunos de los seis millones de ciudadanos rusos que tienen cuenta allí.

A nivel global, la promesa del Internet como una herramienta para consolidar mayores libertades individuales comienza a hacer frente a duros desafíos. Esto afecta seriamente a dos tercios de los usuarios del Internet que residen en países donde la censura gubernamental es política oficial. Los usuarios de la Web se enfrentan hoy a reprimendas sin precedente, como ser extensas penas de prisión obligatoria y tortura por hacer activismo online, por escribir sobre temas controvertidos, o bien por ejercitar sátira política.

Incluso los renovados esfuerzos de seguridad con miras a combatir al extremismo y a las actividades terroristas en línea pueden coincidir con la agenda de regímenes autocráticos, conforme éstos buscan consolidar un mayor control sobre sus respectivas soicedades.

De manera recurrente, servicios tales como Telegram o WhatsApp terminan en la mira de los gobiernos, porque pueden difundir información rápidamente y de manera segura. Algunos servicios del Internet como Skype también están acusando fuertes presiones, por cuanto comprometen el modelo de negocios de compañías nacionales de telecomunicaciones (al proveer herramientas de comunicación gratuitas para los consumidores).

El informe 'Freedom on the Net 2016' registra un retroceso en las libertades en el Internet en más de la mitad de las 65 naciones ponderadas. 34 países han visto declinar sus puntajes, quedando China en el último puesto: su Gran Firewall se vuelve cada vez más impenetrable para los usuarios chinos del Internet.

Muchos otros países ubicados en la categoría 'no libre' no dan lugar a la sorpresa: se lista allí a Egipto, Irán, Myanmar, Arabia Saudita, Turquía, Cuba, Vietnam, Uzbekistán, Kazakhstán, Belarus y Camboya, solo para nombrar a los más conocidos. La libertad en el Internet, por su parte, continúa siendo una prioridad para la política exterior de los Estados Unidos de América. Este país invierte un estimado de US$ 20 mil millones al año a través del BComité de Gobernancia de Emisiones (Broadcasting Board of Governors), cuya división anticensura es responsable por hallar metodologías con las cuales eludir a los censores extranjeros.

Toda estrategia de comunicaciones en los EE.UU. debe, sin lugar a dudas, respaldar estos esfuerzos. Y allí donde el acceso al Internet se ve restringido, resulta también esencial que la televisión satelital y las emisiones de radio sean parte fundamental de la estrategia americana.



Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2016/11/29/russias-ban-on-linkedin-reflects-global-decline-of-internet-freedom/

 

Sobre Helle C. Dale

Es Analista Senior en estudios de Diplomacia Pública, para la Fundación Heritage (Washington, D.C.). Desarrolla trabajos relacionados con instituciones y programas del gobierno estadounidense que hacen a la relación con terceros países y diplomacia tradicional, y elementos críticos en la guerra de ideas contra el extremismo violento. Previamente, se desempeñó como Editora en el periódico The Washington Times.