INTERNACIONALES: MIKE GONZALEZ

Cuba: la verdad sobre el legado de Fidel Castro

Escuchará Usted hoy a algunas personas perdonar los crímenes de Fidel Castro...

27 de Noviembre de 2016

Escuchará Usted hoy a algunas personas perdonar los crímenes de Fidel Castro, declamando éstas que ha logrado consolidar objetivos sociales. El primer ministro canadiense Justin Trudeau y el líder del laborismo británico Jeremy Corbyn ya se han expuesto al ridículo ellos mismos en ese frente. Pero apenas fueron los primeros.

Nuestro propio presidente, Barack Obama, prefirió lavarse las manos, eligiendo no celebrar la persona de Castro luego de su muerte este viernes, ni condenar la tragedia compartida por la dictadura comunista durante 57 años. 'La Historia recordará y juzgará el enorme impacto de esta singular figura, sobre su pueblo y sobre el mundo a su alrededor', declaró Obama -jugando a Pilatos.

Fidel CastroNaturalmente que ningún logro social podrá jamás justificar el haber puesto a un pueblo entero como rehén, el negarle la elección de sus propios líderes, y el impedirles ejercitar los más básicos derechos humanos por más de medio siglo. Pero tampoco existieron logros. Al contrario: Castro destruyó una sociedad floreciente y le impuso penurias, ya fuere a consecuencia de su dogma marxista o del resentimiento surgido de algún estigma por haber crecido él entre las clases medias.

Cuba tenía problemas en 1958 -conforme muchas otras sociedades las tenían de igual modo. Pero en un número de frentes, era la nación líder en América Latina, o bien se situaba entre los primeros puestos de cualquier ránking. Sus indicadores sociales no solo estaban por delante de Asia y Africa, sino también por encima de muchos países europeos. Muchos europeos, precisamente, emigraron hacia Cuba en el siglo XX -casi un siglo atrás- buscando mejorar sus vidas a nivel económico y material. Y lo lograron; mi bisabuela y mi madre lograron ingresar a la Facultad de Derecho. Luego de 57 años de comunismo, es risible siquiera imaginar a un ciudadano europeo emigrar a Cuba para ver mejorada su fortuna. Risible, por cierto, de un modo obscuro y macabro.

Todo ello es anecdótico, pero las cifras se ven respaldadas por lo que dos millones de cubanos-americanos conocen hoy como verdad (me refiero a cubanos que han nacido con la libertad para hablar libremente). Un estudio confeccionado por Hugo Llorens y Kirby Smith (del Departamento de Estado americano) muestra, por ejemplo, que, en lo que respecta a mortalidad infantil, tasas de alfabetismo, consumo de alimentos per capita, automóviles existentes per capita, cantidad de líneas telefónicas, radios, aparatos de TV y otros tantos indicadores, Cuba era líder -justo en el momento en que Castro tomó el poder, en el Año Nuevo de 1958. Y las estadísticas de Naciones Unidas tampoco dejan lugar a dudas; en materia de mortalidad infantil, las 32 muertes cada mil habitantes registradas en Cuba, en mucho superaban al Japón, a Alemania Occidental, a Luxemburgo, a Irlanda, Francia, Italia, España (40, 36, 39, 33, 34, 50, y 53 respectivamente), y a muchos otros países.

En lo que hace a consumo de alimentos, en términos de calorías diarias, Cuba superaba con clairdad a la totalidad de América Latina, exceptuando a la Argentina y al Uruguay (ricos en disponibilidad de ganado). Al compararse la cantidad de automóviles por cada mil habitantes, los 24 de Cuba superaban a todos los casos en Latinoamérica -salvo a Venezuela, productora de petróleo. Tasas de alfabetismo: el 76% de Cuba la posicionaba apenas detrás de la Argentina, Chile, y Costa Rica. En comparación, el gigante Brasil solo registraba una tasa de alfabetismo del 49%. Y el PBI de Cuba en 1959 era más elevado que los de Irlanda, Italia, España, Portugal, Grecia, el grueso de los países de América Latina, Asia y Africa -nuevamente, de acuerdo a estadísticas de la ONU. En la mayoría de las estadísticas de importancia, por lo tanto, Cuba se hallaba a la par de las naciones del Mediterráneo y de los estados sureños de los Estados Unidos de América.

¿Y, qué sucede hoy? El comunismo de Castro no solo ha dejado pauperizada a la totalidad de los cubanos, sino privados políticamente -situación que las concesiones unilaterales de Obama al hermano menor de Fidel, Raúl (de 85 años, líder actual del país) solo han contribuído a empeorar. De acuerdo al Comité Cubano para los Derechos Humanos y la Reconciliación Nacional -reconocida por Amnistía Internacional y Freedom House-, hasta el momento, en este año se han registrado ya más de 8.505 arrestos políticos, durante los primeros ocho meses. Lo cual representa la más alta tasa de arrestos en muchas décadas.

Mientras tanto, nos encontramos a la vera de una nueva crisis de migrantes provenientes desde Cuba. Estados Unidos se enfrenta a la más extendida migración de ciudadanos cubanos desde la oleada de barcas de 1994. El número de cubanos que emigran a Estados Unidos en 2015 se ha duplicado, al compararse cifras de 2014. Un aproximado de 51 mil cubanos llegaron a los EE.UU. el pasado año, y las cifras de 2016 fácilmente superará ese número. Estas cifras se han quintuplicado desde que Obama llegó a la Oficina Oval, cuando menos de 7 mil cubanos llegaban a territorio estadounidense. El presidente electo, Donald Trump, ha prometido que revertirá la política aperturista de Obama, a no ser que Raúl Castro se decida a una total apertura política de Cuba. Pero Castro no hará eso, y acaban de salir a la luz informes de acorralamiento y represión de disidentes que han decidido salir a las calles en Cuba.

Y, hasta el momento, las declaraciones oficiales de Trump sobre el 'brutal dictador' Castro han sido las más cercanas a la moralidad y fiel ante los hechos. Dijo: 'El legado de Fidel Castro se remite a pelotones de fusilamiento, robo, inimaginables padecimientos, pobreza, y la negación de derechos humanos fundamentales'.

Hoy, por lo tanto, ha de ser un día de claridad. Todo aquello que los líderes declaren en relación al desaparecido tirano revelarán si acaso portan una brújula moral, o si carecen de ella.



Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2016/11/26/the-lefts-appalling-whitewashing-of-castros-legacy/

 

 

Sobre Mike González

Es vicepresidente de comunicaciones en la Fundación Heritage (Washington, D.C.), y periodista con veinte años de trayectoria, habiendo reportado desde Europa y Asia. Durante la Administración del ex presidente estadounidense George W. Bush, asistió en temas fiscales y de política exterior en audiencias dentro de Estados Unidos y en el exterior, inicialmente en la Securities and Exchange Commission (SEC) y luego en el Departamento de Estado.