ECONOMIA INTERNACIONAL: UNION EUROPEA

Polonia y el peligroso sendero del populismo

Luego de décadas de dominio comunista, Polonia protagonizó una transición hacia la democracia...

12 de Julio de 2016

Luego de décadas de dominio comunista, Polonia protagonizó una transición hacia la democracia y hacia la economía de mercado en 1989 -y los resultados fueron harto positivos, elevándose rápidamente los estándares de vida -y eclipsando a otras naciones post-socialistas. Un reciente resurgimiento del populismo, sin embargo, amenaza el milagro económico de Polonia, advierte el economista Leszek Balcerowicz, fundador del instituto (asociado a The Atlas NetworkForo para el Desarrollo Civil (Civil Development Forum, FOR), en un estudio para el sitio web 4Liberty.eu. Las elecciones de Polonia de 2015 llevaron al partido Ley y Justicia (PiS) al poder, que portaba una agenda tendiente a fortalecer el comportamiento unilateral del gobierno y a reducir las libertades económicas.

'Desde 1989, la transformación política y económica de Polonia ha sido una historia de éxito', afirma Marek Tatala, vicepresidente y economista de FOR. 'Durante más de dos décadas, el país se desarrolló a un ritmo que superaba un crecimiento económico del 4% anual, más rápidamente que cualquiera de los otros países de Europa Central y Oriental. Infortunadamente, las políticas públicas del nuevo gobierno populista e intervencionista de Ley y Justicia dañan el crecimiento a largo plazo, erosionan el Estado de derecho, e incrementan el riesgo de una crisis económica. Por años, nos hemos mostrado preocupados por la situación de Hungría bajo Victor Orban pero, ahora, Polonia está moviéndose hacia un escenario oscuro' -conforme lo enfatizara el artículo del Profesor Leszek Balcerowicz. Y los costos económicos del populismo pueden ser sustanciosos. Es la razón por la cual la ONG Civil Development monitorea y analiza las políticas del gobierno polaco, advirtiendo que podrían cometerse los errores de húngaros y griegos'.

En su estudio, Balcerowicz explica que, aún cuando anticipó el éxito electoral de PiS, la realidad de tal victoria es bastante peor que los pronósticos.

'Como lo he venido diciendo, el ataque sobre el Estado de derecho, la arbitrariedad y el modo impredecible de gobernar, la propaganda sesgada, etcétera, degradan la imagen de Polonia en el globo, incrementan el riesgo para la inversión y aceleran la salida de capitales, tanto domésticos como extranjeros',  escribe Balcerowicz. 'Desde luego, todo aquéllo reduce el crecimiento de nuestra economía, e incrementa el riesgo de una crisis, especialmente cuando se observa que la economía global comparte cada vez más y más señales de advertencia y eventos alarmantes. Por sobre todo eso, la política económica -desde el punto de vista de la estabilidad y el desarrollo de nuestra economía- también es la equivocada'.

Polonia, banderaAmén de la subversión del Estado de derecho, explica Balcerowicz , las políticas económicas de raigambre populista del PiS incrementarían los impuestos en miles de millones de złotys polacos (cada unidad se cotiza a un cuarto del valor de un dólar estadounidense), y exigen la ampliación de un ya de por sí vasto déficit del presupuesto, 'empujan a casi tres cuartos del sector bancario hacia el rojo', y arrojan a miles de trabajadores fuera de la economía productiva.

'Finalmente, las propuestas y, en parte, las acciones ya ejecutadas por el PiS se encaminan hacia el debilitamiento de las fuerzas centrípetas de nuestra economía, fuerzas que ahora requieren un firme empuje'sintetiza Balcerowicz. 'La disminución de la edad jubilatoria implica que hay menos gente que forma parte de la fuerza laboral nacional, lo cual obsequia un duro golpe a las finanzas del país. El programa +500 alienta a miles de personas a renunciar a sus empleos oficiales, y la introducción de un salario mínimo por hora impacta de manera igualmente negativa. El caos legal y la discrecionalidad impositiva desalienta a la inversión privada, que continúa siendo demasiado baja. El respaldo ofrecido al amplio sector de firmas bajo control de políticos y funcionarios, y su eventual extensión, inhibirá el crecimiento de la eficiencia de la economía polaca, que ya se ha debilitado en años recientes. La prohibición de venta de tierra apta para la agricultura, amén de paralizar a ese mercado, se encamina en la misma dirección. Y así, sucesivamente'.

Otro paper, desarrollado por Marek Tatala, vicepresidente y economista de FOR, explica cómo Polonia ha comenzado a transitar el mismo sendero populista que llevó a Grecia a la ruina política y económica. Polonia debería, en lugar de dar ese paso, contemplar el ejemplo de Grecia para evaluar qué camino evitar, advierte Tatala.

'La laxitud fiscal griega fue consecuencia de la destructiva competencia populista entre los partidos políticos más grandes', explica Tatala. 'Desde 1974, los partidos políticos más importantes han exhibido un alto grado de cortoplacismo en su enfoque para poner políticas públicas en marcha, teniendo como objetivo principal la victoria en las elecciones. La destructiva competencia populista entre ambos condujo al desarrollo de una nueva cultura política en Grecia (al compararse con ejemplos anteriores a 1974), en la cual los comicios derivaron en políticas más expansionistas y redistributivas como métodos para atraer votantes. En otras palabras, Grecia cayó en una trampa populista de la que aún no puede escapar'.

Décadas de funcionarios griegos dirigiéndose a los votantes, junto a intereses especiales, llevaron a la postre al desastre del gasto gubernamental; a la compensación recurrente por el gasto del sector público; al proteccionismo para favorecer a empresas elegidas a dedo y a industrias en el sector privado; a mercados insoportablemente regulados que condujeron a una más baja competencia y a alto desempleo; a un desorden en las leyes tributarias, vacíos legales y técnicas para la evasión; y a un ambiente hostil para la inversión extranjera.

'Polonia debería aprender de los errores griegos', desarrolla Tatala. 'Luego del éxito económico de los últimos 25 años, no deberíamos caer en la trampa populista, y habremos de poner empeño para evitar tener nuestra propia 'década perdida', conforme ello impedirá que Polonia se acerque más a Occidente. Sencillamente, no podemos darnos ese lujo (...) El acercamiento de los estándares del país al de las naciones más ricas es el objetivo más importante para Polonia en lo econoómica, y la mejor manera para mejorar permanentemente el bienestar del ciudadano común. El populismo económico no mejorará las vidas de las personas (quizás, solo la de algunos políticos). Peor aún, un escenario de crisis podría representar altísimos costos'.

Populismo, PoloniaBalcerowicz estima que la coalición del partido oficialista exhibe una base política más pequeña y cada vez más inestable que en los movimientos populistas de otros países, lo cual volverá improbable que se convierta en una 'organización sólida y que pueda perdurar'. Sin embargo -advierte-, los voceros del libremercado, de un gobierno que rinda cuentas, y del Estado de derecho, simplemente 'no pueden sentarse y esperar a ver qué sucede'. El futuro es impredecible, y los movimientos políticos pueden ganar tracción de forma sorpresiva, con el tiempo. 'Por lo tanto, al recurrir a nuestras libertades civiles, uno debe actuar -de forma organizada, sistemática y creciente', concluye Balcerowicz. 'Y estas libertades deben ser defendidas como las pupilas de nuestros ojos'.


* Publicado en el sitio web del think tank estadounidense The Atlas Network

 

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