POLÍTICA ARGENTINA: PABLO PORTALUPPI

Mar del Plata: preguntas sin respuesta en el Caso CNU

Una de las características fundamentales de los tres gobiernos kirchneristas...

07 de May de 2016
Acaso una de las características fundamentales de los tres gobiernos kirchneristas haya coincidido con la instalación exitosa de un relato propio, alejado muchas veces de la realidad. Dicho relato también ocupó un lugar preponderante en uno de los pilares más sobre los que se apoyó el oficialismo de entonces: la política de derechos humanos.

Los ex presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández necesitaban de una épica que ellos jamás experimentaron durante su juventud. Así fue como recrearon una militancia y una lucha política que ambos sólo protagonizaron en los márgenes. Y lo que comenzó siendo una búsqueda de la verdad -donde muchos esperaban esclarecer preguntas que dieran lugar a una comprensión más abarcativa de la historia-, a más de 12 años de aquello, las respuestas aún escasean. Peor todavía: alrededor de estas políticas, también supieron construirse negocios y esquemas prebendarios que alguna vez será menester investigar. La cuestión de los derechos humanos es sensible para no pocos argentinos, al tiempo que conduce a un sentir culposo en el correlato social.

CNU, Mar del PlataEste medio supo ocuparse de los prolegómenos que hacen al juicio oral y público llevado a cabo en la ciudad de Mar del Plata contra supuestos ex integrantes de la agrupación de derecha peronista CNU (Concentración Nacionalista Universitaria), organización que actuara en política en la década del setenta y cuyos primeros subcapítulos pueden rastrearse en 1967 en La Plata. A los pretendidos integrantes del núcleo se les acusa de haber asesinado a ocho personas, entre marzo y mayo de 1975, en la ciudad balnearia. En conformidad con lo expresado por el dictamen de elevación a juicio, 'los homicidios de Enrique Elizagaray, Guillermo Enrique Videla, Jorge Enrique Videla, Jorge Lisandro Videla, Bernardo Alberto Goldemberg, Daniel Gasparri, Jorge Stoppani y María del Carmen Maggi, y la privación ilegal de esta última, formaron parte de la pluralidad de planes delictivos de la mencionada asociación; fueron ideados por la asociación ilícita integrada por los imputados, y fueron ejecutados por alguno de sus integrantes'.

Diez personas están hoy sentadas en el banquillo (eran originalmente once, pero un imputado, Marcelo Arenaza, acaba de fallecer). Uno de ellos, tal vez el principal involucrado en esta causa, es el Dr. Gustavo Modesto Demarchi. Ex Procurador Fiscal Federal de Mar del Plata, designado mediante decreto 1257 de la Presidente Isabel Perón el 29 de octubre de 1974, Demarchi está actualmente detenido en la Unidad Penal 44 de Batán. Al borde de los setenta años de edad, fue capturado en Colombia en el mes de febrero del año 2011 y, de allí en más, no volvió a recuperar su libertad. El ya citado dictamen especifica la acusación: 'Los imputados fueron integrantes de una asociación ilícita, al interior de la Concentración Nacionalista Universitaria - CNU - de Mar del Plata, quienes actuaban desde su inserción concreta en estamentos del Estado (Universidad y Fiscalía Federal), y contaban con el apoyo de las Fuerzas de Seguridad, así como con la colaboración de la CNU La Plata y de la Triple A.'

Uno de los problemas que presenta este caso es el derrotero que conoció la causa desde sus inicios. Así lo explica un reconocido letrado marplatense, conocedor del mundillo judicial local: 'Todo comenzó en los juicios por la verdad. Allí se recogieron testimonios sobre los hechos posteriores al 24 de marzo. Luego se formó una causa, que debía instruir por competencia la Cámara Federal de Apelaciones. Pero la Cámara delegó la instrucción en el Tribunal Oral, a cargo de dos enemigos de Demarchi, los Dres. Roberto Falcone y Mario Portela. El Tribunal investigó y debió devolver el expediente a la Cámara para que se expida. Pero no lo hizo y le mandó las actuaciones al Juzgado Federal del Dr. Norberto Oyarbide, que tenía la causa madre, la de la Triple A. Ahí se conoce una primera nulidad. Oyarbide se declara incompetente y la remite nuevamente a Mar del Plata, a un juzgado vacante que subrogaba el Dr. Rodolfo Pradas -otra nulidad. Este Juez necesitaba ser confirmado como Titular del Juzgado, y para ello, ordenó detenciones para sumar puntos. Allí, empezaron a detener a todos, entre ellos a Demarchi, que se había mandado la macana de haber ido a Colombia a denunciarse como perseguido político'.

El interlocutor comparte datos sobre una tercera nulidad: 'El Tribunal sólo tenía competencia para expedirse sobre hechos posteriores al golpe de Estado, pero decidió ir para atrás e incluyó los ocho crímenes de 1975. Es como si un Juez tiene que investigar tráfico de drogas en una esquina y se pone también a investigar un crimen que ocurrió allí, los autos mal estacionados, etc. En todo caso hay que radicar la denuncia en la competencia correspondiente. El Tribunal se la tenía jurada a Demarchi y lo involucró con CNU'. A todo esto, el Fiscal Juan Manuel Pettigiani emitió un dictamen en el que negaba la calificación de lesa humanidad de los crímenes, por lo que se trataba entonces de hechos prescriptos. Sin embargo, el Procurador de entonces, Dr. Esteban Righi, dio curso a una apelación y removió a Pettigiani de la causa, nombrando como Fiscal general al Dr. Daniel Adler, integrante en su momento del jury que debía investigar lo actuado por el Dr. José María Campagnoli en la causa Lázaro Báez, y como Fiscal de instrucción al Dr. Pablo Larriera, quien tuvo una actuación polémica en las falsas acusaciones contra el Juez Pedro Federico Hooft. El nuevo dictamen califica a los crímenes como lesa humanidad, y la causa se eleva a juicio oral y público. Finalmente, el Dr. Pradas no fue confirmado, quedando el Juzgado a cargo del actual Juez Santiago Inchausti, sobre quienes muchos subrayan su cercanía con Máximo Kirchner.

La pregunta surge inevitable: ¿cuál es el origen del aparente encono entre Roberto Falcone y Gustavo Demarchi? De acuerdo a este último, todo se relaciona con las siete denuncias que presentara contra el actual integrante del TOF ante el Consejo de la Magistratura, y por causas de narcotráfico. Cuenta otro importante abogado marplatense: 'No es sólo una cosa. Viene de lejos. Hay denuncias cruzadas, conflictos de intereses. Lo que hay que entender acá son dos cosas: los que acusan a Demarchi no son trigo limpio, y él en su momento fue muy soberbio. Imagináte: en los setenta, con menos de treinta años, era Fiscal y amigo del sindicalismo ortodoxo. En los años noventa, tenía mucha influencia en el menemismo. Era asesor del Senador por Santa Cruz Pedro Molina, enemigo de los Kirchner y a cargo de los pliegos de los Jueces (N del A.: en aquella época, no funcionaba el Consejo de la Magistratura). La Cámara Federal que funciona acá es obra de él. Se movía con mucha soberbia y se ganó muchos enemigos. A Gustavo lo pueden acusar de muchas cosas si querés, pero no mató a nadie'. Demarchi insiste en que la persecución en contra suya es por obra de su lucha contra la corrupción que apañaba Falcone en varias causas. 'Yo creo que su postura de acusar todo el tiempo a Falcone y Portela no le suma. Es más, creo que le resta. Pero en cualquier caso, a ésta causa se la inventaron', remata el abogado consultado.

El 6 de diciembre 1971, en una asamblea estudiantil en la Facultad de Arquitectura de la por entonces Universidad Provincial de Mar del Plata, cayó asesinada Silvia Filler, de apenas diecisiete años. Las crónicas hablan que se trató de la primera irrupción de CNU en la ciudad, que emboscó la Asamblea y la 'rompió' con palos, cadenas y tiros. Con el tiempo, se empezó a vincular a la figura de Demarchi con aquél homicidio. A pesar de comprobarse que nada tuvo que ver, el comentario en el orden local es que Demarchi jamás pudo quitarse de encima el estigma -factor que sería utilizado por sus enemigos en el sistema judicial para involucrarlo en la actual causa. A la postre, ¿por qué siempre se lo vinculó a CNU? La confesa amistad entre el principal acusado y Ernesto Piantoni, Jefe de la CNU local, es uno de los argumentos en que se apoyan para destacar su culpabilidad.

Al igual que su cercanía de entonces con los sindicatos. De hecho, muchos de los que están hoy sentados en el banquillo de los acusados oficiaban de abogados de numerosos sindicatos de la ciudad. Algunos testimonios obrantes en la causa para apoyar la tesis de la pertenencia de Demarchi a CNU, dan cuenta de su nombramiento como Coordinador Académico en la flamante Universidad Nacional de Mar del Plata, a la vez que confirman que dos reconocidos integrantes de la agrupación, Eduardo Ullúa y Eduardo Cincotta, trabajaron con él. A este respecto, habrá que apuntar también que el fallecido periodista Amílcar González, secuestrado por la dictadura el 25 de marzo de 1976, denunció en una célebre carta que las esposas del citado Ullua y del actual Juez del Tribunal Mario Portela trabajaron juntas en el Decanato de la Universidad, siendo ambas muy amigas. En simultáneo, en la ciudad suele recordarse que Cincotta y Portela fueron socios en un estudio jurídico. González, muy respetado en Mar del Plata y reconocido simpatizante de izquierda, fue un gran amigo de Demarchi. 'El bastón que llevo hoy conmigo a todos lados, por mis problemas de rodilla, me lo regaló el poco antes de morir consumido por un cáncer', corrobora el ex fiscal.

El 28 de octubre de 1983, dos días antes de las elecciones generales que consagraron Presidente a Raúl Alfonsín, salió publicada en el diario 'La Capital' una solicitada que refería el listado completo del Partido Justicialista, que presentaba la fórmula Luder-Bittel, Herminio Iglesias Gobernador, y Gustavo Demarchi como Candidato a Intendente de Mar del Plata. En la extensa lista que apoyaba esa boleta local, se pueden leer los nombres, entre otros, de Roberto Falcone y Mario Portela. Cerca de Demarchi refieren: 'Si Gustavo fuera un asesino, sería contradictorio que en su momento lo apoyaran como candidato a la intendencia. Además, él compitió en las internas del peronismo contra varias listas, una de ellas, la de Garibotto, integrada y apoyada por muchos ex CNU'.

Gustavo Demarchi es sindicado como jefe y organizador de la agrupación. Desde la Fiscalía se postula que hizo poco para esclarecer los asesinatos en cuestión. Quienes lo defienden subrayan que, en la época de referencia, el trabajo de un Fiscal era en extremo limitado. 'La instrucción la hacía la policía, y quien decidía finalmente era el Juez', explica un Comisario (RE) de la Policía Bonaerense. Sin embargo, se agrega un dato no menor y de alta significación histórica: la disolución de la Cámara Federal en lo Penal, creada por el Gobierno de facto de Alejandro Agustín Lanusse en 1971. Llamada despectivamente 'Cámara del terror' o 'Camarón' por sus detractores, su misión era investigar en juicio oral e instancia única los crímenes perpetrados por actos terroristas. Es dable remarcar que dicha Cámara también condenó a militantes identificados con la ultraderecha. El organismo fue disuelto por el gobierno de Héctor Cámpora, y sus integrantes fueron perseguidos. El caso más resonante fue el asesinato del Dr. Jorge Quiroga, el 28 de abril de 1974 por elementos del ERP en plena Capital Federal. La desaparición de la Cámara y el homicidio de uno de sus miembros tuvieron un efecto paralizante en la Justicia. 'Había mucho miedo. No se podía investigar nada', refrenda el comisario consultado. La mejor prueba que ofrecen es que, en el caso de Demarchi, él tampoco pudo indagar demasiado sobre el propio asesinato de su amigo de la infancia, el abogado Piantoni. Su crimen, ocurrido el 20 de marzo de 1975, originó, según asegura el dictamen acusatorio, las ocho muertes investigadas en el juicio en cuestión. El Ojo Digital pudo comprobar que, el 27 de mayo de 1976, el entonces Fiscal Demarchi estimó conveniente -por vía de un escrito oficial- dictar el sobreseimiento provisorio de Eduardo Salerno, detenido el 19 de marzo de ese año, dada su aparente filiación subversiva. El sobreseimiento definitivo debía estar a cargo del entonces Juez Adolfo González Etcheverry. Salerno fue uno de los testigos declarantes que vinculó al ex Fiscal con CNU.

El dictamen de elevación a juicio certifica que los crímenes de la familia Videla y Pacho Elizagaray se registraron a las 5 de la mañana. Media hora más tarde, el del médico Bernardo Goldemberg. En ambos, estuvieron involucrados numerosos individuos. La teoría que apoyan muchos es que estos actos fueron obra de elementos extraños a la ciudad. En el dictamen se afirma lo contrario, amparándose justamente en el necesario apoyo estatal, a través de la Triple A. Si éste hubiese sido el caso, la Justicia argentina aún tiene mucho para decir sobre la Triple A. 'Su Jefe era López Rega, y los sindicalistas estábamos totalmente en contra de él. Si en junio del 75 fuimos a Plaza de Mayo a pedir su cabeza. Los que están sentados en este juicio eran nuestros abogados. Demarchi era un ferviente peronista. ¿Cómo iban a trabajar con la Triple A si estaban en contra de López Rega?', se pregunta un histórico sindicalista marplatense. Y agrega otro dato: 'Es imposible imaginarse que los pistoleros que vinieron al velorio de Piantoni le fueran a hacer caso a un fiscal marplatense desconocido'. Quienes aseguran que los crímenes investigados no fueron obra de los acusados, conmemoran que pudieron haber sido cometidos por elementos adrede infiltrados de inteligencia militar, con asistencia de pistoleros mercenarios. Así lo certifica el testimonio de José Luis Ponsico, periodista de 'La Capital' en 1975 y confeso simpatizante de la izquierda peronista, quien afirmó que por el despliegue y la celeridad en que fueron cometidos los asesinatos, resulta imposible que los imputados en la causa estuvieran en condiciones de llevarlos a cabo, y que la forma de actuar denotaba mucho entrenamiento y profesionalismo. El abogado defensor de uno de los imputados va más allá: 'El dictamen dice que se formó una asociación ilícita con el fin de perseguir y matar opositores. Pero a la vez afirma que la muerte de Piantoni generó los cinco asesinatos que se decidieron durante su velorio. En qué quedamos?'.

A más de cuarenta años de los hechos, ante la ausencia de pruebas materiales, las acusaciones se apoyan en testimonios. El dictamen cita a varios testigos que refrendan la pertenencia de Demarchi a CNU: Mirta Clara, Eduardo Soarez, Susana Ure, Alfredo Battaglia. Y en las últimas jornadas del juicio, comenzaron a desfilar testigos ofrecidos por la defensa. Así fue como se pudieron escuchar testimonios que niegan tal pertenencia, amparándose en el hecho que el ex fiscal profesaba un ateísmo furioso, siendo que CNU tenía un altísimo componente católico, y en lo mal que se llevaban muchos integrantes de la agrupación con él. A pesar de ser ofrecidos por la defensa, algunos testimonios dieron mucho que hablar, como el del ya citado Ponsico, que además de negar la responsabilidad de los acusados, también desestima que Demarchi haya pertenecido a CNU y negó terminantemente que alguien en Mar del Plata haya sido integrante de la Triple A. El también periodista Adrian Freijó declaró que la organización atribuída a López Rega no tenía 'sucursales' en el país.

Subsisten muchas preguntas: ¿cómo funcionó realmente la Triple A? ¿Qué fue la CNU y otras organizaciones de derecha? ¿Cuál fue el verdadero propósito de la guerrilla? ¿qué objetivo perseguía Montoneros? ¿No deberían, los crímenes de la subversión, ser categorizados como de lesa humanidad?,¿Hubo infiltración tanto en la izquierda como en la derecha? Y -más importante- ¿cuál fue el origen de la violencia política en la Argentina?

Cúmulo de preguntas que, probablemente, muchos de sus protagonistas prefieran no responder.

 
Sobre Pablo Portaluppi

Es Analista en Medios de Comunicación Social y Licenciado en Periodismo. Columnista político en El Ojo Digital, reside en la ciudad de Mar del Plata (Provincia de Buenos Aires, Argentina). Su correo electrónico: pabloportaluppi01@gmail.com. Todos los artículos del autor, agrupados en éste link.