INTERNACIONALES: ANA ROSA QUINTANA

¿Ha manufacturado Cuba una crisis de refugiados?

Una crisis humanitaria está teniendo lugar en América Central...

21 de Noviembre de 2015

Una crisis humanitaria está teniendo lugar en América Central, a lo largo de la frontera entre Costa Rica y Nicaragua. A comienzos de la semana pasada, las fuerzas armadas nicaragüenses empezaron a negarse a permitir el paso de un aproximado de dos mil refugiados cubanos que abandonaban la dictadura castrista.

El gobierno socialista del sandinismo en Nicaragua (aliado cercano del régimen de los Castro) incluso recurrió al empleo de gas lacrimógeno y otras armas no letales.

Pero, ¿fue acaso el gobierno cubano el responsable de manufacturar esta crisis de refugiados, con el objetivo de extorsionar a los Estados Unidos?

Las evidencias de manipulación de La Habana pueden notarse claramente en la magnitud del flujo de refugiados. Cuba es un Estado policial y autoritario, en donde a las personas ni siquiera se les permite movilizarse de una vivienda a otra sin aprobación del gobierno. De tal suerte que, ¿es razonable creer que dos mil ciudadanos cubanos llegaron a Costa Rica sin aprobación de Raúl Castro?

Este punto se ve reforzado por las circunstancias que rodean la partida de los refugiados. Grandes cantidades de personas han abandonado Cuba trasladándose en aeronaves operadas por el gobierno de La Habana, en Obama y Castrodirección a Ecuador. También es necesario contar con un permiso del Estado para volar, en la gran mayoría de los casos.

Esta tampoco sería la primera oportunidad en que el gobierno cubano ha empleado a refugiados para forzar al gobierno estadounidense a someterse a su voluntad, siendo el caso más renombrado el de los 'marielitos' en los años ochenta, y el gran éxodo de balseros en 1994. Previo a ambos episodios, una serie de eventos puntuales se registra claramente. En ambos casos, el régimen de La Habana buscaba presionar a Estados Unidos.

Los hechos que ahora tienen lugar en Nicaragua no son del todo diferentes.

La responsabilidad por esta catástrofe humanitaria podrá ser luego atribuída ampliamente a las nuevas políticas del presidente estadounidense Barack Obama, de respaldar a la dictadura de La Habana.

En esencia, el régimen de los Castro se ha ubicado en el asiento del conductor, en el caso de la política de EE.UU. hacia la isla, desde que Obama anunciara el nuevo curso de aproximación a Cuba. La Administración Obama otorgó una serie de concesiones en tiempo récord -sin obtener nada de parte de los Castro.

En menos de once meses, el mandatario americano debilitó la posición de Estados Unidos en Cuba, cediendo ante las demandas de La Habana, que exigía remover prematuramente a Cuba de la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo; Obama también hizo lobby en el congreso para, sin fundamentos, levantar el embargo comercial. 

A lo largo de este proceso de normalización, la Administración estadounidense ha violado y ajustado a sus intereses las leyes del país a criterio de cumplir con las exigencias de normalización surgidas del régimen castrista. La lista de deseos de Cuba ha sido satisfecha, con excepción de dos artículos: la remoción del embargo comercial y el pago de una reparación financiera por supuestos daños causados por los Estados Unidos de América.

El embargo comercial, tipificado bajo el Acta sobre Democracia y Libertad en Cuba de 1996, puede ser denunciado, simplemente a través de una sesión del congreso. Numerosas medidas bipartidistas planteadas en las sesiones del congreso número 114, claramente expresan un rechazo a la peligrosa nueva política del presidente, acompañado de la certeza de que el gobierno cubano no ha cumplido con las condiciones mínimas para que el embargo sea denunciado.

Para disgusto del régimen de los Castro, las concesiones por vía del Ejecutivo americano se han paralizado. El reciente voto de la Administración en apoyo del embargo en la Asamblea General de Naciones Unidas, sin dudas ha perturbado a La Habana, que se ha acostumbrado a obtener favores sin hacer nada a cambio. Ahora, Cuba recurre a un sistema de presiones contra Estados Unidos, liberando miles de refugiados.

En respuesta a la brutalidad nicaragüense, el Departamento de Estado solo ha recurrido a expresiones poco sustanciales, exigiendo a 'todas las naciones que respeten los derechos humanos de los migrantes, y garanticen el tratamiento humano de aquellos individuos que buscan asilo u otras formas de protección, en acuerdo con la legislación internacional y las propias leyes nacionales'.

La capitulación de Barack Obama ante el régimen de los Castro ha visto cuestionarse el compromiso de la Administración Obama de cara al oprimido pueblo cubano. Los vacuos comunicados de prensa surgidos del Departamento de Estado son poco consecuentes.

Teniéndose en consideración el estado de protección y otros numerosos beneficios que los nicaragüenses y su gobierno obtienen de parte de los EE.UU., la Administración puede garantizar un resultado positivo para los refugiados cubanos.


Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/11/19/has-cuba-manufactured-a-refugee-crisis/

 

Sobre Ana Rosa Quintana

Es Investigadora Asociada sobre Asuntos Hemisféricos y Latinoamérica en la Fundación Heritage, Washington, D.C. Más puntualmente, se desempeña en el Centro Douglas y Sarah Alison para Políticas de Seguridad Nacional y Exterior -división del Instituto Shelby Cullom Davis para Estudios Internacionales