POLITICA ARGENTINA: PABLO PORTALUPPI

La Argentina del vértigo

El rumbo que viene tomando la Argentina se ha tornado en extremo riesgoso.

15 de Septiembre de 2015
El rumbo que viene tomando la Argentina se ha tornado en extremo riesgoso. El clima electoral se ha enrarecido más de la cuenta, y pocos pueden declamar inocencia. Aquí, cada cual juega su propio juego, y la ciudadanía se muestra desinteresada absolutamente de todo, salvo tal vez de las circunstancias que hacen a su bolsillo. En este delicado contexto, los argentinos concurrirán a las urnas el próximo 25 de octubre y -en opinión de muchos- también el 22 de noviembre.

La tarea que deberá encarar el próximo gobierno se presenta bastante más compleja que la que le tocara en suerte a la Administración de la Alianza en 1999. En aquella instancia, los problemas se centraban mayormente en la economía. Ahora mismo, amén de las finanzas del país, se registra un escenario explosivo en materia de seguridad, de corrupción y tráfico de drogas -aún cuando una mayoría ciudadana no termine de percatarse del riesgo latente bajo sus pies. Las dudas se multiplican de cara a la eventual capacidad de una próxima administración, del color que sea, para rescatar a la nación de los problemas 

Con todo, la guerra ya ha sido declarada. Conforme se aproxima la fecha de los comicios, se irán acrecentando exponencialmente las acusaciones cruzadas. La denuncia contra el periodista deportivo y candidato del PRO, Fernando Niembro, da inicio a una secuencia que golpeará sobre Mauricio Macri, con el objetivo de erosionarlo electoralmente. Pero tampoco Daniel Scioli, candidato del oficialismo, la tendrá fácil: el comentario es que, próximamente, deberá sobreponerse a numerosos obstáculos en su obstinada carrera presidencial. ¿Acaso mucho de lo que se comenta sobre él no son datos surgidos de su propio espacio político, el Frente para la Victoria? Seguramente, tanto Macri como Scioli deberán observar con sumo cuidado y detenimiento hacia dentro de sus propias estructuras. El kirchnerismo duro, por caso, ya no ocu;ta señales de incomodidad sobre su candidato y -ya se sabe-, nada se hace en el oficialismo sin la venia de la líder en retirada.

Por su parte, Sergio Massa sonríe y continúa compartiendo propuestas al voleo -a sabiendas de que nada tiene para perder. En este clima, no pierde las esperanzas de llegar al balotaje. Y, si así no fuera, el sindicalista Luis Barrionuevo -uno de los fuertes apuntaladores de su candidatura- ha dado indicios de lo que podría suceder: dijo que en la segunda vuelta apoyará al sciolismo. ¿Acaso el líder gastronómico expresa el pensar de incontables peronistas que acompañan al tigrense? En tanto ello se desconoce, sus comentarios provocaron ruido.  Mientras tanto, y más allá de sus ambiciones, la campaña de Mauricio Macri continúa mostrándose desarticulada -con el agravante de que ciertos encuestadores ya apuntan que el massismo estaría recolectando votos de aquellos que optaron por el jefe del PRO en las PASO.

Pero aquí es donde el contexto se torna preocupante y paradójico. Así como el affaire Niembro le podría generar una pérdida de votos al líder amarillo (o al menos así lo entiende la jefatura del PRO), el candidato naranja no estaría acusando mayor impacto negativo de cara a sus posibilidades. A pesar de que el pasado fin de semana, Perfil revelara nuevos datos tanto sobre el caso de la efedrina y Aníbal Fernández, como también detalles difíciles de soslayar en lo que hace a supuestas maniobras de lavado que involucran a la familia presidencial con Lázaro Báez y Cristóbal López. 

A la postre, el enrarecimiento del clima electoral con los eventos de Tucumán parecieran convenir a más de uno. La tesis del columnista dominical de La Nación, Joaquín Morales Solá, en la cual expone la posibilidad certera de que Gerardo Zamora (tercero en la línea sucesoria) podría convertirse en presidente interino a partir del 11 de diciembre si los comicios retornaran diferencias ajustadas, no serían ciencia ficción. Y tampoco sería una opción del todo desagradable para la personalidad megalómana de Cristina Kirchner. De tal suerte que, en tal contexto, el más perjudicado de los contendientes sería el propio Daniel Scioli.

Y tal es el escenario, en donde son protagonistas un aspirante a la gobernación de la principal provincia argentina sospechado de homicida y traficante de narcóticos, un candidato presidencial no deseado siquiera por los propios, y otro aspirante -opositor- del que cualquier psicoanalista diría que su presentación es, cuando menos, la de un candidato en franco estado de confusión. La herencia será pesada y el rumbo, vertiginoso.

 
Sobre Pablo Portaluppi

Es Analista en Medios de Comunicación Social y Licenciado en Periodismo. Columnista político en El Ojo Digital, reside en la ciudad de Mar del Plata (Provincia de Buenos Aires, Argentina). Su correo electrónico: pabloportaluppi01@gmail.com. Todos los artículos del autor, agrupados en éste link.