INTERNACIONALES: BRUCE KLINGNER

Corea del Sur y Corea del Norte se alejan del precipicio de la guerra

Luego de una maratoniana negociación, Corea del Norte y Corea del Sur han alcanzado un acuerdo...

25 de Agosto de 2015

Seúl, Corea del Sur-. Luego de una maratónica negociación, Corea del Norte y Corea del Sur han alcanzado un acuerdo para desactivar las crecientes tensiones, las cuales habían preparado el terreno para un enfrentamiento militar a lo largo de la zona desmilitarizada (DMZ, por sus siglas en inglés).

Ambas Coreas pueden argumentar ahora que lograron lo que buscaban. Pero, conforme sucede con no pocos subcapítulos en la Península de Corea, el convenio representará un test de Rorschach que deberá ser interpretado, ya sea en la forma del comienzo de un esperado logro en las relaciones intercoreanas, o como una nueva desactivación temporaria de la confrontación (que no conducirá a mayores cambios).

En tanto el riesgo de un choque de carácter militar ha retrocedido, las causas subyacentes del conflicto continúan en su sitio; asimismo, el status quo se mantiene.

El texto no fue hecho público aún, pero parece ser que Corea del Norte expresó arrepentimiento, antes que emitir una disculpa por el incidente con la mina antipersonal -que amputara los miembros de dos soldados surcoreanos.

Mientras que Pyongyang nunca ha pedido disculpas por décadas de ataques letales y actos terroristas, ocasionalmente sí ha compartido expresiones de arrepentimiento y condolencias.

Corea, KimTales gestos han contribuído a aliviar las tensiones, aún cuando aquellos no remiten al reconocimiento de responsabilidad alguna por parte del régimen. Ejemplos pasados de ellos incluyen el asesinato con hacha de dos soldados estadounidenses en 1976 a manos de norcoreanos, y la aparición de un submarino perdido de Corea del Norte en la costa de su vecino del sur, en septiembre de 1996.

Como respuesta, Seúl anunció hace horas que cesará sus emisiones de propaganda a lo largo de la frontera, que tanto enfurecía al régimen de Pyongyang. Corea del Sur había retomado las emisiones, como réplica al incidente de la mina antipersonal y había previsto extenderlas a lo largo de la DMZ.

Pyongyang acordó suspender su previamente declarado 'cuasi-estado de guerra' y permitir las reuniones de familiares separados y los intercambios a nivel civil. Ambas partes acordaron continuar las conversaciones, con miras a mejorar las relaciones bilaterales.

A lo largo de sus tres años en el poder, el líder norcoreano Kim Jong-un ha seguido el librillo de sus predecesores, recurrentemente elevando y disminuyendo las tensiones en la Península de Corea. Sin embargo, se ha mostrado ejerciendo ese rol de modo más errático e impredecible -sin una estrategia clara ni objetivo en mente. Aún resta ver si acaso las novedades sobre el acuerdo permitirán percibir a Kim como un estratega, o simplemente ver en el hecho un reconocimiento de parte del líder de que había ido demasiado lejos, arriesgando a un enfrentamiento militar. La segunda opción es la más probable.

Kim ha mostrado resistencia -tal como lo hicieran su padre y su abuelo- a la hora de implementar las reformas políticas y económicas necesarias para mejorar significativamente las relaciones con Seúl. En efecto, el líder en Pyongyang ha escalado la represión política, y redirigió a los servicios de seguridad para que se impida el contagio de la influencia extranjera. Repetidamente, Kim ha amenazado con llevar ataques nucleares contra Corea del Sur, el Japón y los Estados Unidos de América.

La presidente de Corea del Sur, Park Geun-hye, puede hoy arrogarse la victoria, al forzar a Corea del Norte a reconocer el incidente con la mina antipersonal -aunque no su responsabilidad-, reduciendo el status de guerra.

Las conversaciones que continúen de aquí en más podrían servir de catalizador para las largamente esperadas reformas en Corea del Norte, y mejoras en las relaciones bilaterales. Pero el panorama coreano acumula ejemplos de incontables intentos similares que, en su oportunidad, fallaron.

Hoy día, el amanecer arribará en Corea -'la tierra de la calma matutina'- con esperanza. Pero la paz continuará siendo mantenida por la presencia firme y vigilante de las fuerzas militares surcoreanas y estadounidenses.


Tal como lo escribiera George Orwell, la gente 'duerme segura en sus camas, [solo] porque hombres duros hacen guardia en las noches para llevar la violencia a aquellos que podrían hacernos daño'.

Esto no ha cambiado en la Península de Corea.


Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/08/24/north-and-south-korea-step-back-from-precipice-of-war/

 

Sobre Bruce Klingner
Es Analista Senior en Investigación para el Centro de Estudios Asiáticos de la Fundación Heritage. Publica periódicamente análisis y escritos sobre Corea del Norte, Corea del Sur, Japón y temáticas de seguridad en la región. Klingner se desempeñó veinte años en la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA). Fue jefe de la estación de la CIA en Corea en el bienio 1993-1994.